La Guardia Civil de Córdoba mantiene intervenidas 3.229 armas de fuego en los depósitos del departamento de Intervención de Armas que existen en la provincia, según los datos del mismo cuerpo. Estos se reparten comarcalmente en Peñarroya-Pueblonuevo, Pozoblanco, Montilla, Lucena, Priego -el primer miércoles de cada mes- y la capital. Este tejido operativo juega un papel fundamental en el control de las armas a nivel provincial y, amparado por la ley, el cuerpo trabaja de forma exclusiva en la realización de informes sobre autorizaciones y licencias, en la inspección de establecimientos de venta y revistas, en el control de las depositadas y en la revisión de la vigencia de permisos para mantener la seguridad frente a las posibles actividades ilícitas.

Un vecino durante el traslado de armas a la Comandancia de la capital para su depósito.

De las armas almacenadas, la mayoría son escopetas y rifles. En torno a un 48% se depositó tras la pérdida de habilitación o por fallecimiento. Un 25% restante fue resultado de intervenciones por infracción penal o administrativa. Por motivos penales es habitual la incautación de armas cortas, como pistolas o revólveres, que suelen encontrarse en registros domiciliarios. Aunque resulta menos frecuente, no sorprende el hallazgo de armas de fuego antiguas, normalmente robadas, o la detección de algún arma de guerra más moderna procedente de terceros países. Aun así, en la mayoría de los casos se trata de armas cortas simuladas o transformadas, de pequeños calibres.

Un ciudadano entrega una escopeta en la oficina de Intervención de Armas de la Guardia Civil.

Licencias en la provincia

Un total de 44.171 permisos de armas copan parte de los esfuerzos de los responsables de Intervención de Armas de la Benemérita en la provincia. Este dato no implica que exista el mismo número de personas armadas en Córdoba, puesto que un titular puede contar con varias licencias. Suele ser habitual combinar las tipo D, para caza mayor, y las tipo E, para escopeta. Y es que la mayoría de autorizaciones se obtienen para actividades cinegéticas, hasta 41.223 (93%) en la provincia. Y un 30% de las cuales, específicamente, se expidieron para caza mayor. Una minoría se divide entre la práctica del tiro olímpico (307) y el coleccionismo (130). Del tipo C, usadas por personal de Seguridad Privada, hay unas 394 personas. Los datos más recientes apuntan a que durante el último año se tramitaron 11.480 expedientes, de los que el 98% tuvo luz verde.

Armas y licencias en Córdoba. RAMÓN AZAÑÓN

Infracción grave

Cuando una licencia vence, el titular debe solicitar un nuevo documento. Si el permiso para usarla le hubiera sido denegado o se le hubiera revocado por cualquier causa, entonces, tendrá la obligación de depositar el arma en el departamento de Intervención correspondiente a su domicilio. De lo contrario, incurriría en una infracción grave, como establece el artículo 36.12 de la Ley Orgánica 4/2005, de 30 de marzo, de protección de la Seguridad Ciudadana. La misma ley diversifica los fundamentos de esta labor en decretos u órdenes. Destacan los reales decretos 137/93 de 29 de enero y el 130/2017 de 24 de febrero, los cuales aprueban los reglamentos de Armas y el de Explosivos, respectivamente.

En la práctica es la Dirección General de la Guardia Civil la protagonista de un proceso en el que tiene las competencias exclusivas, según indica la Ley Orgánica 4/2005 mencionada. Y todo ello por orden del Gobierno y bajo el amparo de la Constitución Española. De esta forma, la Benemérita ha hecho de esta responsabilidad, recogida en la Ley Orgánica 2/86 de 13 de marzo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, una de sus especialidades. Por lo que la intervención de armas en el país queda en sus manos.

Armas largas intervenidas y almacenadas en el depósito situado en la capital de Córdoba. manuel á. larrea

¿Cómo entregar un arma?

En los últimos años la Guardia Civil ha mejorado la relación administrativa con los ciudadanos. En el apartado de intervención de armas, existe un sistema de cita previa para agilizar la tramitación de los expedientes y evitar desplazamientos o esperas. Esta puede obtenerse a través de la web del cuerpo y posteriormente usar el enlace de cita previa en el departamento.

Así mismo, desde la Benemérita informan que este año "se está impulsando un nuevo sistema de comunicaciones más rápido y eficaz para mantenerle informado de temas relacionados con sus trámites con la Intervenciones de Armas y Explosivos", como la caducidad de licencia o visados y otras noticias relevantes. Las comunicaciones desde el cuerpo se hacen por correo electrónico y SMS únicamente, lo que permitirá tenerlas disponibles en su terminal móvil. Por lo tanto, el ciudadano debe facilitar dicha información.

La renovación de licencias, una vez cada cinco años

Tras cinco años, cualquier licencia de armas caduca. En ese momento tiene lugar uno de los cometidos fundamentales de la Guardia Civil en su labor de intervención de armas. La revisión de la vigencia de las autorizaciones resulta fundamental para controlar su uso lícito. Para llevar a cabo las renovaciones, los agentes comprueban las circunstancias personales de los titulares. Alguna variación podría provocar su revocación. La obtención de autorización depende del tipo de licencia. Para la caza, por ejemplo, uno de los objetos principales, los interesados deben someterse a una prueba de capacitación teórica y práctica sobre conocimiento de las armas, su cuidado, su conservación y sobre algunos aspectos generales del Reglamento de Armas. Este examen se complementa con un informe de aptitudes psicofísicas y una acreditación sobre el ejercicio de la actividad cinegética. Lo mismo sería necesario para la práctica de tiro deportivo. Con esta información, la Guardia Civil elabora un informe sobre conducta y antecedentes del interesado, que valora si puede o no suponer un peligro. El permiso se endurece en el caso de las licencias de tipo B, para armas cortas, pistolas o revólveres. Las autorizaciones se conceden de forma muy restrictiva y resultan favorables únicamente cuando existe un riesgo real para la persona y, por ello, la necesidad de disponer de un arma para garantizar su seguridad. Sin duda, es la más difícil de conseguir, ya que no vale con argumentar la defensa de personas o bienes. En cuanto a los menores de entre 14 y 18 años, para poder practicar la caza, existe una Autorización Especial de Menores (AEM), cuya vigencia es hasta la mayoría de edad. El menor no puede ser titular del arma y cuando haga uso de su licencia especial debe ir acompañado por un adulto que sí disponga de una correspondiente al arma usada. En Córdoba hay actualmente 79 menores con esta, un número notablemente inferior respecto a años anteriores.