La bestia africana ya está aquí. Este viernes se coló en la Península una masa de aire muy cálido y seco procedente de África causante del aumento de las temperaturas en zonas del sur como Córdoba, con máximas superiores a los 40º y hasta de 43º en la capital y 44º en la provincia, según las previsiones para este domingo. De momento, Córdoba alcanzó este sábado los 42º a las 18.20 horas en el aeropuerto, temperatura superada en varios puntos de Andalucía. La máxima se registró en Morón de la Frontera (Sevilla), 42.6º.

Con esta previsión, toda la provincia se mantendrá este domingo en aviso naranja. A pesar del subidón térmico, en este caso, no se trata de una ola de calor propiamente dicha, mantenida en el tiempo. Los expertos denominan a la bestia africana como un "episodio de aumento acusado de las temperaturas mínimas y máximas, alentado por la gran estabilidad atmosférica y la fuerte insolación propia de esta época". Si las previsiones se cumplen, será un visto y no visto que gracias a la irrupción el domingo a última hora de una masa de aire fresco procedente del noroeste devolverá los termómetros a los 37º de máxima el lunes. Los más precavidos, habrán huido el fin de semana a la playa o la piscina y podrán regresar tranquilamente el lunes sin experimentar los efectos del bofetón térmico. 

Los que se hayan tenido que quedar en Córdoba, deben saber que la gesta tampoco será de una gran heroicidad teniendo en cuenta que hubo tiempos peores. Atendiendo a los valores máximos históricos, el día más abrasador vivido en Córdoba tuvo lugar el 13 de julio del 2017, un jueves que vino precedido de un miércoles donde se registraron 44,6 grados en el aeropuerto (la sensación térmica en la ciudad siempre sube unos cuantos grados más) y que obligó a la Consejería de Salud a activar la alerta sanitaria roja por ola de calor. En esa fecha, las máximas por encima de 40 se mantuvieron durante más de cuatro días aunque el premio gordo se lo llevó el día 13 cuando el termómetro alcanzó los 46,8 grados batiendo el récord anterior del 23 de julio de 1995 cuando se alcanzaron los 46,6 grados. En el ránking de capitales, Córdoba se puso en el top ten aunque en la provincia, Montoro se llevó la palma con 47,3 grados. Al lado de eso, lo de este fin de semana tampoco es para tanto, ¿no? 

Calor en Córdoba. RAMÓN AZAÑÓN

Olas de calor aparte, el julio más caluroso no fue el del 2017 sino el del 2020, con la temperatura media más alta hasta ahora, 30,8º o el del 2017, cuando la media de las máximas fue de 40,3º. 

Para encontrar los julios más frescos hay que remontarse muy lejos, a los años 60 y 70. La temperatura más baja se dio el 17 de julio de 1961, 11 º mientras la temperatura media más baja en un mes de julio tuvo lugar en el año 1977, con 24,5º, 6,3 grados menos que la media del año pasado. El antiguo mito de que el mes de agosto era el de más calor hace tiempo que se superó. Se confirma, el mes que quema en el calendario es julio.

Contra el calor, sentido común

No hay mejor paliativo contra el calor que el sentido común. Las autoridades sanitarias se esfuerzan cada año cuando llegan estas fechas en recordar los consejos básicos para evitar los temidos golpes de calor, basados todos ellos en la sensatez pura y dura. Por ejemplo, cuando sube el termómetro hay que «beber abundante líquido aunque no tengas sed para evitar la deshidratación, reducir la actividad física intensa en las horas de más sol, buscar la sombra, cubrirse la cabeza, usar ropa ligera y de color claro, calzado fresco, evitar la exposición en las horas centrales del día, aplicar protector solar y usar gafas de sol.

También recomiendan no dejar nunca a una persona al sol en un vehículo estacionado y cerrado, una obviedad que hay quien pasa por alto, o reducir al máximo la ingesta de bebidas alcohólicas, con cafeína o mucho azúcar añadido porque aumentan el riesgo de deshidratación, una medida con la que se detectan numerosos errores al aplicar el radar del sentido común. 

En tiempos de pandemia, recuerdan que la idea de que el calor reduce el contagio del covid-19 no está basada en evidencia científica, por lo que hay que seguir manteniendo las medidas de protección vigentes, desde lavarse las manos frecuentemente a usar mascarilla, taparse la boca al estornudar o toser y la distancia de seguridad de 2 metros.

Desde el 9 de junio, permanece activo el dispositivo ola de calor para las personas sin hogar en la Casa de Acogida de Campo Madre de Dios, que ofrece refugio de 13 a 20 horas a un máximo de 10 personas, también durante el fin de semana. Desde que se abrió, han acudido una media de 7-9 personas y ha habido 9 días con lleno.