Pedro García dejó ayer de ser coordinador provincial de Izquierda Unida en Córdoba, un puesto que ostenta ya Sebastián Pérez, hasta ahora secretario de Organización. García hace balance de su paso por la dirección de IU.

-¿Qué balance hace como coordinador de IU tras 9 años? 

-La valoración la han hecho los militantes con el apoyo del 86% al informe de gestión, quiere decir, que es muy positiva por parte de la militancia. La gente no solo ha valorado estos 4 años, sino los últimos 9, cuando nos encontramos una IU absolutamente destrozada en lo político, personal y económico. La situación era caótica, debíamos muchísimo dinero y teníamos una sede en ruinas. 

-¿Cómo deja IU?

-No es solo que no le debamos nada a nadie, sino que hemos comprado tres sedes (Baena, Añora y Castro) y hemos arreglado la de Ambrosio de Morales. Tenemos solvencia económica gracias a la labor de Francisco Arriaza, que ha jugado un papel clave. Dentro de IU, a nivel del estado, somos la fuerza política más solvente, en lo organizativo, en el número de militantes en relación con los habitantes --unos mil y mil simpatizantes más-- y en concejales.

-Ha logrado un hito en IU: mantener la unidad y tener asambleas pacíficas y hasta ‘aburridas’.

-Ese ha sido el mayor éxito como organización: haber mantenido una unidad a prueba de bombas. Ha costado, porque veníamos de una etapa fracturada que provocó la dimisión del coordinador anterior. La reconstrucción se ha hecho con paciencia, diálogo y, nunca mejor dicho, con mucha mano izquierda. La fractura era también orgánica entre el Partido Comunista y la dirección de IU. 

-¿Cómo han sido esas relaciones históricamente tensas?

-Ha ayudado que yo no sea un extraño en el PCE --la fuerza mayoritaria en IU--; formo parte del partido y que cuando nos pusimos a trabajar se quedaron fuera los que querían seguir con la dinámica de enfado continuo. En 8 años no hemos dado ni un solo escándalo en los medios de comunicación. 

-A pesar de haber celebrado hasta primarias. 

-Y de confluir con Podemos. Lo hemos resuelto todo democráticamente. La unida ha sido el gran éxito de nuestra gestión. 

-¿Cómo valora el rodaje con Podemos alguien que fue un poco escéptico de la confluencia?

-Era escéptico en cómo se construía esa confluencia. Estoy convencido de que solos no podemos ir a ninguno lado, pero el modo no era el adecuado: a las pruebas me remito de cómo ha terminado Adelante Andalucía. En la provincia de Córdoba la gran fuerza política de la izquierda es IU y el PCE, no somos una fuerza subsidiaria a nadie, se llame Podemos o Anticapitalistas. En estos años, hemos visto también la complejidad de la relación con Podemos en Córdoba, sin dirección provincial durante meses, ni ellos mismos sabían quiénes eran de Podemos y quiénes no. A partir de que llegó Martina Velarde, que puso orden, tenemos una relación más fluida y entre iguales. Ella sabe que IU es, por ejemplo en una campaña, la que organiza porque tenemos una realidad en el territorio. 

-¿Esa confluencia llegará con esa fluidez a las municipales?

-Sí, ya no hay vuelta atrás. Existe un proyecto político, Unidas Podemos, que baja desde las europeas hasta las municipales. 

-IU tiene en 2023 un reto enorme: recuperar el peso que ha tenido en Córdoba. ¿Cómo valora la labor de oposición en la capital?

-Pasamos cuatro años muy duros en el gobierno y tuvimos un resultado malísimo, que supuso la pérdida del gobierno local. Después de esta asamblea, habrá asambleas locales incluida la de la capital. He sido muy respetuoso en el informe y he procurado no mediatizar el debate que se tiene que dar en la ciudad. Necesitamos un impulso político y organizativo evidente, con una nueva dirección política y empezar a trabajar en el escenario del 2023. Somos el único partido que está haciendo oposición al gobierno: hemos destapado casos de corrupción y denunciado la falta de gestión. Somos los únicos que planteamos una alternativa real al modelo de ciudad. No va a haber debate sobre si seré el candidato porque eso está ya resuelto y ayuda mucho. 

-¿Sabe ya a qué se va a dedicar tras su paso por la política?

-Voy a terminar la etapa de este mandato y a partir de ahí empezará otro proyecto vital que se resolverá llegado el momento. Sé lo que voy a hacer pero no se lo voy a decir. 

-¿Tendrá alguna responsabilidad orgánica?

-Estaré pero de manera secundaria, no en primera línea. Eso facilita el trabajo a los que vienen, aunque podrán contar conmigo.

-¿En qué ha cambiado la política desde que empezó?

-Antes las cosas en política eran más lentas;ahora pasa algo cada media hora. Entré en las Juventudes muy jovencito, con una generación de dirigentes de la que aprendí una forma de militar, que en Córdoba es muy diferente, viviendo el partido de forma muy intensa. Dos veces, por la ausencia de alguien dispuesto a asumir las responsabilidades y por mi juventud que me hacía osado, dije que sí, primero, a ser en 2015 el candidato de IU, cuando nadie quería serlo. Con 7 concejales menos, con Podemos en toda la pompa y Ganemos con asambleas de 500 personas, nadie quería serlo. Asumí esa responsabilidad en unas elecciones heroicas. La otra vez fue cuando me eligieron coordinador provisional. Los dirigentes que han ido entrando después, aunque son de mi generación, entienden la militancia de otro modo, ni mejor ni peor, y reconozco que ahí me pierdo un poco. 

-¿Cuál ha sido el mejor momento?

-El día a día, no vivir con tensiones internas. No he tenido ningún problema personal ni político. La cantidad de buena gente que tiene IU y que son ya amigos y compañeros. El peor, la noche electoral del 2019, donde tuve que asumir haber sacado el peor resultado de IU de la historia y que tienes que vivir todos los días con eso.  

-¿Qué consejo le ha dado a Sebastián Pérez?

-Seguir siendo el buen dirigente y la buena persona que es. 

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-¿Qué futuro le augura a IU?

-Lo único que siempre he tenido claro es que IU es la única fuerza política organizada de la izquierda transformadora, que está en situación de sustituir a un PSOE a la deriva. Lo último que me imaginaba en la vida es que con la primera propuesta de Espadas iba a echar de menos a Susana Díaz. Lo que hay que hacer es seguir reforzando y cuidando a IU, y generar confluencia desde la igualdad.