Los cordobeses están apurando hasta última hora para decidir qué hacer en vacaciones. La incertidumbre de la situación sanitaria está llevando a esta marcada prudencia. Si en 2019 la tónica fue que un 90% de usuarios reservaron con quince días de antelación antes de la fecha de salida, en 2021 se ha invertido esa cifra y ahora solo un 10% se aventura a reservar con ese plazo más amplio de tiempo. El resto lo hace casi sobre la marcha.

Los hábitos también cambian. En el verano previo al año del covid predominaban en un 80% las ventas de destinos de costa, mientras que en esta temporada que acaba de empezar hay una mayor tendencia al turismo interior y rural (alrededor de un 60%). «No llega a ser un equilibrio total, pero sí cierto balance entre esas dos opciones principales porque la gente no quiere grandes aglomeraciones, los índices de contagio no están demasiado controlados y la confianza del cliente sigue aún un poco relegada», apunta Antonio Caño, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje.

En cuanto a los cruceros, señala que, a pesar de ser los primeros operadores que salieron al mercado con ofertas, «está siendo complicada la venta, aunque tienen muchas medidas de seguridad y sanitarias, tienes que ir con las dos pautas de vacunación puestas y te hacen test de antígenos al embarcar, pero es un segmento que está sufriendo bastante», pues mantener grupos burbuja dentro del barco, que tiene un tamaño considerable, «es bastante complicado, aunque lo están haciendo bien, pero volvemos a lo mismo, los usuarios no acaban de sentirse cien por cien confiados».

Los viajes fuera de España tampoco están teniendo tirón. A fecha actual apenas se roza un 5% de las ventas, «casi inexistente», apunta Caño, pero es que «las restricciones y particularidades de cada país a la hora de gestionar el tema sanitario no solo lo complica todo mucho, sino que además genera incertidumbre en unos clientes que lo que quieren es descansar y disfrutar de sus vacaciones sin más complicación». En cualquier caso, y ante posibles imprevistos que pudiesen sobrevenir por la situación sanitaria actual, Caño recuerda que existen «condiciones y cláusulas que eximen al cliente de cualquier gasto derivado de modificaciones o cancelaciones».

Reservas

Las agencias de viajes a las que ha consultado este periódico coinciden en un factor importante para ellas: las ventas se va animando. Tal y como explican desde Palmasur, la gran mayoría de clientes, con la ayuda del bono turístico, está quedándose en Andalucía, aunque también se llevan su parte las islas, Baleares y Canarias, por este orden. «Nosotros hemos tenido hasta el momento muy poca demanda de turismo en el norte de la península y fuera», asegura David, uno de los empleados. Los clientes siguen optando por estancias vacacionales con todo incluido, si bien «venimos observando que la gente prefiere reservar fines de semana o periodos inferiores a una semana, cuando antes ocurría todo lo contrario, pudiera ser que por el covid; la gente prefiere no estar fuera de casa tanto tiempo».

Julia, la responsable de una oficina de Halcón Viajes que hay en Ciudad Jardín, explica que «este año vamos avanzando poco a poco, que ya es mucho viniendo de donde venimos». En esta agencia, este verano la mayoría de los clientes están demandado costas, islas y Caribe, «poco más». Admite que «si no nos solicitan el bono turístico andaluz nosotros se lo ofrecemos, por lo que acaba habiendo más reservas para las playas andaluzas que para las islas». Apuntan desde aquí que, aunque de manera lenta, la gente se va animando y «van pidiendo de todo, los cruceros se empiezan a mover un poquito, pero el turismo de Europa y Asia va aún muy lento».

En cuanto a la duración de estancias, la responsable de la agencia aclara que también se dan situaciones diversas, «desde el que tenía su presupuesto para irse fuera de España y no se ha ido por la situación, pues alarga la estancia en playa; o el que no puede por motivos económicos, pues se ajusta al dinero que tenga ahorrado. La gente lo tenía más o menos previsto y quienes se quieren ir una semana lo hacen».

Viajes Calahorra está ubicada en la calle Doce de Octubre y lleva en pie desde 1995. Su propietario, José González, afirma que «la situación va permitiendo que la gente salga fuera, tienen muchas ganas y dinerillo guardado que quieren gastarse ahora». Aquí la mayoría de clientes solicita estancias en playas: «Acabo de cerrar unas vacaciones a un matrimonio joven en Nerja. La Costa del Sol tiene mucha demanda, Huelva y Cádiz menos», afirma. Pero no se queda ahí la cosa, «también sale algún crucero, viajes de novios, uno ahora en julio a Estambul con Maldivas, porque Sri Lanka no se puede tocar, y otro en agosto a Costa Rica», enumera. «Hay un poco de todo, también vuelos a Tenerife, Menorca… de todo», añade. Según González, los buenos precios que tiene para estancias en islas hacen que mucha gente se decante por esa opción porque «te sale más caro quedarte en la Costa del Sol que irte a Canarias».

En esta diversidad de destinos, el dueño de Calahorra cuenta que «también tengo unos clientes que se van ahora, el 17 de julio, a Punta Cana; la gente tiene ganas de moverse y se está gastando el dinero, que falta nos hace para recuperarnos un poco después del trago que hemos pasado». Explica que, en cuanto a viajes de interior, no hay tanta demanda porque son los propios viajeros los que se organizan el itinerario a su gusto: «Los circuitos de Galicia, Cantabria, País Vasco tampoco se han vendido hasta ahora porque los touroperadores no los habían sacado, pero ya estamos en temporada alta y empiezan a llegar aunque lo cierto es que no acaban de tener mucho tirón porque la gente está recelosa de montarse cincuenta personas en un autocar».