A las 17.00 horas, con las digestiones hechas, Córdoba se divide en dos en junio: la ciudad con sombra y la ciudad sin sombra. En esta última parte, las terrazas casi fantasmas brillan bajo un sol insoportable que solo unas amplias sombrillas y unos nebulizadores de agua. Y ni eso, porque la mejor opción en muchos casos resulta cerrar las puertas del negocio para abrirlas horas más tarde, cuando los termómetros marquen menos grados y la posición del sol dibuje medias sombras en los espacios dispuestos para los clientes.

Como explica Ana, del T5 Cafe Tapas, «normalmente abrimos a las 19.00 porque por la tarde hace mucha calor». Hoy es viernes de Eurocopa y un partido de la Selección Española ha permitido hacer una excepción. Aún así, a media hora del partido, la televisión se retroalimenta con el eco d un local vacío. 

Desde La Antigua Vidriera coinciden en los mismo. Lo normal, por estas fechas, es cerrar en las horas más calurosas y abrir cerca de la noche. Sin embargo, los límites de horario marcados por las restricciones para hacer frente a la pandemia de coronavirus impiden acortar un horario que para los hosteleros ya resulta escaso. 

Lo que Ana no alcanza a entender es por qué si las discotecas están ya abiertas hasta las 2.00 horas no abren definitivamente los bares hasta más tarde, «hasta las 1.00 o las 2.00 por lo menos». En su opinión, «la apertura hasta las 12.00 se nota» en una cierta recuperación tras la crisis del sector. Pero «lo que yo creo que hacen mal es que cierren los bares a los 12.00 y la gente se vaya al único sitio abierto, que es peor», ha explicado la encargada mientras seguía esperando algún sonido humano.