Hace apenas 8 días que acabaron el curso escolar, un curso difícil, de mascarillas y múltiples normas por el covid, pero ayer más de un centenar de niños en la capital y otros tantos en la provincia volvían de nuevo al colegio, esta vez con pocas asignaturas y un ambiente más relajado. Comenzaban así la tercera edición del programa de Refuerzo Educativo en periodo estival, destinado al alumnado de Primaria y 1º y 2º de ESO y con el objetivo principal de combatir el fracaso escolar. Se desarrollará durante todo el mes de julio, y algunos lo han solicitado por quincenas y otros el mes entero, pero sin ningún coste para el alumnado. En Córdoba capital, solo tres colegios se han presentado, por acuerdo de sus claustros, para llevarlo a cabo, mientras que en la provincia han sido 35 centros educativos, tanto colegios como institutos, de 25 municipios diferentes (Aguilar de la Frontera, Añora, Córdoba, Hornachuelos, Iznájar, La Rambla, Lucena, Luque, Montilla, Montoro, Monturque, Palma del Río, Posadas, Priego de Córdoba, Puente Genil, Rute, Santa Eufemia, Santaella, Almodóvar, Baena, El Carpio, El Viso, Montemayor, Posadas y Villanueva de Córdoba).

Los tres centros de la capital que ayer abrían sus puertas a los niños del programa de refuerzo son el colegio Antonio Gala, en las Moreras; el Alcalde Jiménez Ruiz, en La Fuensanta, y el IES Guadalquivir, en el barrio Guadalquivir. Los tres repiten la experiencia, acogiendo niños propios y de otros centros de la ciudad, porque consideran que les viene muy bien al alumnado. Carmen Sánchez, directora del colegio Alcalde Jiménez Ruiz, comentó a este periódico que «la experiencia es fantástica, muy gratificante» y que a la hora de solicitar de nuevo participar en el programa «todo el claustro estuvimos de acuerdo» y cuatro profesores del centro participan, junto a otros de otros colegios. En total, en este colegio, participan 55 alumnos, en 5 grupos, con un máximo de 15 niños por clase, desde 1º a 6º de Primaria.

Inmaculada Mediavilla, directora del IES Guadalquivir, también señaló que lo han vuelto a solicitar porque «las familias lo demandan y muchos de nuestros alumnos lo necesitan». Este instituto acoge en julio a 43 alumnos de 1º y 2º de ESO, de los que 14 son del propio centro. Mediavilla reconoció que la experiencia del verano pasado, pese al covid, «fue muy positiva» y a los alumnos les vino muy bien tras el confinamiento. El material de repaso que les ha enviado la Consejería «es muy bonito y atractivo», pero «nosotros también metemos ordenadores». En el colegio Antonio Gala acogen a unos 35 alumnos de 1º y 2º de Primaria en dos aulas. «Tenemos alumnos que no alcanzan sus objetivos y esto les viene muy bien para reforzar», reconoce Javier Luque, secretario del centro.

Los niños lo ven «divertido», hacen amigos y «aprendemos mucho»

El primer día de cole estival fue de revuelo y organización, y más viniendo niños y profesores de distintos centros que convivirán durante un mes fuera del programa reglado del curso. Los pequeños recibirán clases de refuerzo que necesiten,  especialmente en Lengua Española, Matemáticas e Inglés.

Los alumnos del colegio Alcalde Jiménez Ruiz llegaban contentos. Gabri decía a su llegada que «me gusta porque es divertido y aprendo». Hugo señalaba que en la escuela de verano «puedo jugar, me lo paso bien, y repaso lo que he dado para el curso siguiente». A Moisés le gusta este cole de verano porque «hago amigos, es muy divertido y estudio par el curso siguiente», mientras que para Yeray «hacemos muchos amigos y aprendemos mucho».

En el colegio Antonio Gala, la curiosidad es la coincidencia con otra escuela de verano, del Ayuntamiento en colaboración con CIC-Batá, que es mucho más lúdica y que todos los años tiene gran demanda. Ambas coexisten.