El curso escolar que mañana acaba en Córdoba y que ha sido presencial en Infantil, Primaria y Secundaria, ha supuesto un enorme esfuerzo de coordinación entre los enfermeros referentes covid, equipos educativos de cada centro, profesionales de distritos y centros sanitarios, alumnado y familias. La colaboración de todas estas partes ha logrado que los cierres de centros por contagios de coronavirus fueran mínimos, solo ocho en todo el curso de un total de 775. Y todo eso, a pesar de que a estas etapas educativas les corresponden más de 160.000 estudiantes y cerca de 13.000 docentes. En la provincia han trabajado durante todo el curso en el control del covid 21 profesionales en el distrito Córdoba-Guadalquivir (18 enfermeras, 2 referentes de distrito más el referente provincial); en el área norte, 2 enfermeras, más el referente de distrito y el provincial, y en el área sur, 10 enfermeras referentes, más un profesional de referencia para el distrito y otro en la provincia.  

El enfermero referente provincial covid en los centros educativos cordobeses, Pedro Galey, recalca que Córdoba ha mantenido a su vez un reducido número de aulas clausuradas parcialmente, que ha sido muy parecido semana a semana y que siempre se ha situado por debajo de la media andaluza. «El cierre parcial de aulas subía de forma similar al incremento que hubiera de la tasa de contagio por covid por cada 100.000 habitantes en Córdoba», sostiene. 

Sin embargo, precisa Galey que, aunque haya habido momentos con alertas sanitarias más restrictivas que ahora y un elevado número de municipios que tuvo que cerrar perimetralmente o incluso paralizar la actividad no esencial, a lo largo de los 15 meses que han pasado ya de pandemia, los centros educativos de esas localidades no tuvieron que cerrar. Una excepción fueron los centros educativos de Doña Mencía, que no pudieron abrir sus puertas durante una semana de abril, cuando se disparó la tasa por encima de los 7.000 positivos

Galey resalta que los momentos en los que cerraron más aulas parcialmente fueron desde el inicio del curso hasta mediados de noviembre, que coincidió con el desarrollo de la segunda ola de la pandemia, y añade que luego hubo otros días críticos entre mediados de enero y parte de febrero (tercera ola). Aunque, ese porcentaje de clases que tuvo que cerrar en parte nunca sobrepasó el 1% de un total de 7.390 aulas. Por citar dos fechas destacadas de ambos periodos, el 17 de octubre había en la provincia de Córdoba un 0,5% de aulas clausuradas parcialmente debido a infecciones por covid, mientras que el 1 de febrero había un 0,86%. En mayo y lo que va de junio, dentro de la cuarta ola, el porcentaje medio de clases cerradas parcialmente en Córdoba no ha superado el 0,4% y, por ejemplo, el pasado viernes fue del 0,35%.

Siempre de guardia

Pedro Galey expone que las enfermeras covid trabajan de 8.00 a 15.00 horas, pero existe un turno de guardia, de 15.00 a 20.00 horas, mientras que los fines de semana se hacen también guardias de 9.00 a 21.00 horas. En verano, como algunas escuelas infantiles y colegios con programa de refuerzo educativo no cerrarán, se seguirá realizando esta supervisión del covid por parte de enfermeras. «Las múltiples dudas del inicio de curso se fueron aclarando poco a poco. Contamos con una comisión provincial de educación y salud y se han desarrollado reuniones telemáticas continuas de enfermeros covid con cerca de mil profesores», resalta. 

«La mayoría de los contagios en alumnado o profesorado se ha producido fuera del aula, en reuniones o celebraciones sociales o familiares, en las que no se guardaron las medidas preventivas», aclara Pedro Galey.  

Los teléfonos de estos enfermeros y enfermeras escolares no han parado de sonar en todos estos meses. Las enfermeras escolares han contado con el apoyo de otras 194 compañeras de atención primaria, que a veces han ayudado en la citación de pacientes o en la realización de pruebas. 

Líderes en vacunación

Además, Córdoba puede sacar pecho porque las enfermeras referentes se encargan además de la trazabilidad completa de las vacuna, de convocar, citar y vacunar. Es un trabajo enorme, pero satisface comprobar que estamos en la provincia que más ha vacunado hasta el momento», recalca el referente provincial covid en los centros educativos.

Amelia Camacho ha trabajado como enfermera escolar en la zona básica de Montoro durante este curso, una labor que asegura le ha permitido constatar la «importancia de la figura de la enfermera escolar en los centros educativos»; también «el gran trabajo de los profesionales de la educación, que están pendientes, no solo de las necesidades curriculares de sus alumnos, sino también de sus problemas de salud, así como la labor de los pediatras, con los que hemos tenido también una comunicación continua». «Las enfermeras tenemos la capacidad suficiente para realizar esta función y siempre estamos en primera línea de actualización de conocimientos. No ha sido una casualidad que el curso haya marchado tan bien. En los protocolos anticovid se comenzó a trabajar mucho antes del inicio del curso y luego las familias, aunque ha habido excepciones, se han tomado la pandemia en serio y si sus hijos tenían síntomas no los llevaban al colegio o al instituto y eso ha minimizado mucho los contagios. En mi zona de Montoro, de seis guarderías que hay, en cuatro no ha habido ni un solo positivo por covid», subraya.  

«Hemos realizado un estudio de investigación, con el que hemos querido conocer la necesidad de poder continuar con la figura de la enfermera escolar en los centros educativos de cara al próximo curso. Se ha preguntado a los equipos educativos y un 93% se muestra a favor de que mantenga la implantación de la enfermera escolar. Al menos, debería haber una enfermera escolar por zona básica de salud», demanda esta profesional. 

Satse y Colegio de Enfermería piden que continúen

El Colegio de Enfermería resalta la importante labor que han desarrollado durante este curso escolar las enfermeras escolares en Córdoba, llevando a cabo la gestión de las situaciones relativas al covid-19 en escuelas infantiles, colegios e institutos; controlando los contagios o posibles casos y prestando su asesoramiento sobre cualquier duda. El Colegio de Enfermería y el sindicato de enfermería Satse, que lleva años demandando que se implante la figura de la enfermera escolar, estiman que estas enfermeras deben seguir trabajando en los colegios, al margen del covid, porque contribuyen a que se potencie la educación para la salud, además de prestar cuidados adecuados a alumnos con necesidades por sus enfermedades o trastornos.