El Ayuntamiento de Córdoba y el Ministerio de Defensa ultiman un acuerdo para la cesión de la Farmacia militar, un edificio clave para cerrar la manzana de Lepanto y que está en desuso desde su abandono definitivo por parte del Ejército hace ahora una década. Aunque las intenciones municipales sobre esta parte del antiguo cuartel cordobés han ido variando en los últimos mandatos (desde José Antonio Nieto hasta Isabel Ambrosio, se ha barajado como ubicación para un mercado gourmet y también para trasladar allí el mercado de abastos de Lepanto), la idea del equipo de gobierno actual es destinarlo a usos sociales, culturales (es la prolongación natural de la Biblioteca Central), educativos o incluso administrativos. Además, está pendiente la reivindicación histórica de la construcción de un centro para personas mayores en una zona de Córdoba donde la población está bastante envejecida.

En el calendario que baraja el Ayuntamiento, la intención es culminar primero el expediente de expropiación de Caballerizas Reales --que espera cerrarse en las próximas semanas-- y avanzar a continuación en la cesión de la farmacia. Existe ya un borrador de trabajo que plantea una cesión con opción a compra de esta parte del edificio de Lepanto para completar, como decimos, necesidades dotacionales del barrio.

Más de 4.000 metros cuadrados

La Farmacia militar ocupa 4.336 metros cuadrados, de los cuales 2.381 metros son de pabellones y 1.955 metros son de patios. Cuando hace unos años, el Ayuntamiento negociaba en un mismo paquete la adquisición de Caballerizas Reales y de la Farmacia militar llegó a tasar este segundo inmueble en 1,3 millones.

Con la Farmacia militar se concluiría la ocupación del antiguo cuartel de Lepanto, aunque treinta años después de la cesión por parte del Ministerio de Defensa a la ciudad de este espacio, la mitad de los antiguos terrenos continúan en ruinas, sin uso o infrautilizados y repartidos entre la antigua farmacia, el patio central del antiguo cuartel de infantería y su galería, así como el espacio que ocupan los pabellones de viviendas militares, que siguen ocupados. Hablamos de 1,6 hectáreas que suponen el 51,8% de los 30.886 metros cuadrados de superficie construida que Defensa cedió a Córdoba en los 90, dentro de una estrategia nacional para desamortizar espacios obsoletos en el centro de las ciudades.

Recuperación del patio

Para recuperar parte de estos espacios abandonados, el Ayuntamiento tiene proyectada y presupuestada la recuperación del patio (al que da tanto la Casa Ciudadana como el centro de salud) y la creación en una de las naves aún disponibles de la llamada Casa de la Solidaridad. Para esta iniciativa, el Ayuntamiento ha reservado en su presupuesto municipal del 2021 medio millón de euros.

Además de Caballerizas y la Farmacia militar, el Ayuntamiento tiene pendiente negociar con el Ministerio de Defensa el futuro de los pabellones de viviendas de Lepanto, que se necesitan para completar la remodelación de la Ronda del Marrubial y en los que actualmente siguen viviendo algunas familias.

Durante estos años se han pensado distintas utilidades para estos dos inmuebles, ahora se baraja la posibilidad de rehabilitarlos con la intención de darles también un uso social, si bien las fuentes consultadas admiten que en este sentido la negociación está mucho menos avanzada.

Por último, dentro de los inmuebles que el Ministerio de Defensa tiene en la ciudad está el edificio conocido como la Zona militar, que se empleó en su momento para el reclutamiento de los cordobeses que debían prestar el servicio militar. Fuentes de la Universidad de Córdoba confirman a este medio que esta institución mostró ya su interés por el cuartel de la Trinidad, y que ha habido contactos con la propiedad para conocer qué trámites habría que emprender para disponer del edificio.

Caballerizas, en breve

El gobierno actual siempre ha defendido que el acuerdo sobre Caballerizas al que Isabel Ambrosio llegó con Defensa en el anterior mandato no estaba «en absoluto cerrado» y que el precio acordado por los inmuebles era inabarcable.

El 17 de abril de 2020, siendo ya José María Bellido alcalde, cuando iba a expirar una vez más el convenio por el que Defensa cede Caballeriza al Ayuntamiento, el gobierno local cambia de estrategia y anuncia su intención de expropiar el edificio, si antes del 31 de agosto ambas administraciones no consiguen ponerse de acuerdo en el precio del mismo, como finalmente ocurre. Este acuerdo quedó plasmado en la que era ya la sexta adenda para la cesión, que firmaron el alcalde y un representante de Defensa, y que volvía a ceder el edificio durante un año de manera improrrogable.

El Ayuntamiento pidió en septiembre a Defensa que iniciara la desafectación de Caballerizas, un cambio en su calificación que permitiría la expropiación. En la actualidad, la Gerencia está redactando una providencia para la expropiación, una vez que cuenta ya con presupuesto (3,1 millones en este ejercicio económico, además de un millón más para las reformas proyectadas en la primera planta de Caballerizas, donde se quiere instalar un sala expositiva). El expediente deberá ir primero al consejo rector de Urbanismo y después se le comunicará a Defensa mediante una hoja de aprecio. Lo normal será que el justiprecio termine fijándolo un tercero, pero la ventaja del acuerdo es que, dure lo que dure el proceso, el Ayuntamiento podrá ocupar Caballerizas sin problema.