Dos contenedores con más de 40.000 kilos de productos de ayuda humanitaria ya van camino de Bangassou, ciudad en la que el monseñor cordobés Juan José Aguirre desarrolla su misión solidaria y religiosa desde hace décadas. En la nave de la Fundación Bangassou en Córdoba se terminaron de cargar este pasado fin de semana dos grandes contenedores, después de semanas de preparación.

El trayecto hasta República Centroafricana puede que dure un par de meses, previo paso por Algeciras y Duala (Camerún). Entre Duala y Bangui (capital de República Centroafricana) la mercancía tiene que circular por otros 3.500 kilómetros. Y luego, Bangui y Bangassou están separadas por 800 kilómetros de pistas (carreteras muy deficitarias), por lo que la carga se cambia a otros camiones, explica el director de la fundación y hermano del obispo de Bangassou, Miguel Aguirre. La ayuda viaja en un barco portacontenedores y desde Córdoba se manda a este lugar material adquirido por la propia fundación y muchos productos donados (en concreto todos los alimentos) por empresas, particulares y otro tipo de entidades.

Miguel Aguirre precisa que se ha enviado a esta zona tan empobrecida un vehículo todoterreno, baterías, aceite de oliva, garbanzos, lentejas, material para montar equipos solares y de ferretería, material sanitario, fungible, útiles escolares, 15 sillas de ruedas, artículos de fontanería, depósitos de agua, pasta, galletas o mascarillas. «Las mascarillas son muy necesarias ahora mismo en todas partes, pero en Bangassou y en toda la República Centroafricana, la pandemia del coronavirus está afectando en de forma crítica a la población», añade el director de esta fundación.

Miguel Aguirre indica que en esta región tan poblada solo se dispone de cuatro respiradores para casos de covid grave, pues aunque hubiera más equipos no habría posibilidad de instalarlos, al carecerse de la infraestructura necesaria.

Los dos nuevos contenedores enviados desde Córdoba a Bangassou son el número 34 y 35. Los primeros los mandó la Fundación Bangassou en el año 2005 y desde entonces han sido más de 700.000 kilos de ayuda humanitaria los enviados por la fundación a República Centroafricana. Para mayor seguridad, las personas que participaron en la colocación final de los productos en los contenedores este fin de semana se realizaron una PCR antes. Ayudaron en esta misión 20 scouts del grupo Altair y colaboradores habituales de la fundación.

Por otro lado, esta entidad quiere realizar en esta región africana, si la situación lo permite en los próximos meses, una campaña oftalmológica, enviando a un equipo de médicos y de otro personal sanitario, que se ha ofrecido para operar de cataratas a la población del lugar.