El camping municipal El Brillante nació en los años 60 del siglo pasado a la luz del alcalde de por aquel entonces, Antonio Cruz Conde, y diseñado por el arquitecto José Rebollo. Durante años ha sido un espacio casi único en España, existiendo pocos lugares turísticos de estas características en pleno casco urbano. Se creó sobre una parcela que había dejado vacía la empresa municipal de aguas, que se había trasladado a Villa Azul. Vivió años gloriosos llegando a tener más de un centenar de plazas, además de todos los servicios de los que precisa un camping, desde lavabos y agua caliente hasta supermercado.
Antonio Chumilla, de Protucor, la empresa que gestionaba el camping, cuenta que fue en los años 2000 cuando tuvo más éxito. Considera que en declive «no ha estado nunca», pero sí reconoce que la bajada vino cuando se autorizó el parking de autocaravanas de al lado de la Axerquía. Muy crítico con el Ayuntamiento, señala el 2013 como el año en el que el camping ya empezó a decaer. No se puede competir con una zona más barata y que está al lado del casco, lo que provocó un trasvase de turistas. El cierre de la piscina al público general también supuso un varapalo.
