Los últimos datos de incidencia sobre el melanoma, un tipo de cáncer de la piel, publicados por la Academia Española de Dermatología y Venereología, la sitúan en unos 10 casos por cada 100.000 habitantes, lo que en Córdoba supondría que los dermatólogos diagnostican unos 70 nuevos casos al año. La prevención y la detección precoz son claves a la hora de hacer frente al melanoma, uno de los cánceres de piel menos frecuente, pero el que provoca más fallecimientos por su agresividad, según informa la Unidad de Cáncer de Piel del hospital San Juan de Dios de Córdoba.

Con motivo de celebrarse hoy, 13 de junio, el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, especialistas en dermatología del hospital Quirón han querido lanzar un mensaje positivo y han afirmado que el diagnóstico precoz del cáncer de piel es «imprescindible», ya que «aumenta un 80% su tasa de curación». Además, han realizado un llamamiento a la concienciación contra esta patología que avanza en España, ya que cada año se diagnostican más de 6.000 casos de melanoma y unos 78.000 de cáncer de piel cutáneo no melanoma.

Tanto para el dermatólogo del hospital San Juan de Dios Antonio Tejera, como para el del hospital Quironsalud de Córdoba Ignacio Valenzuela, los factores de riesgo para llegar a padecer un cáncer de piel son tener una piel clara o propensa a las quemaduras solares, haber sufrido quemaduras durante la infancia, estar expuesto mucho tiempo al sol, el uso de cabinas de bronceado, tener aproximadamente más de 50 lunares, contar con antecedentes familiares de haber padecido esta enfermedad o haberse sometido a trasplante de órganos.

En este sentido, el doctor Valenzuela ha recomendado que es importante revisarse la piel una vez al mes por si se detecta una mancha sospechosa. «Todos tenemos manchas en la piel, son parte del proceso normal de hacerse mayor, pero hay que vigilarlas porque pueden ser signo de algo más preocupante», ha aconsejado.

Hay que fijarse especialmente en las manchas que han cambiado de tamaño, color o forma, si son diferentes al resto, asimétricas, tienen un tacto áspero, varios colores, son mayores de 5 milímetros, pican, sangran, tienen una superficie brillante o parecen una herida pero no cicatriza, ha concretado el dermatólogo.

El doctor Valenzuela ha insistido en que en caso de encontrar una mancha sospechosa, debe consultarse con el dermatólogo, pues «es mejor ser precavido que lamentarse».

En relación a si las mascarillas protegen o no de las radiaciones del sol, la respuesta de los especialistas es clara: no protegen. Por lo que hay que continuar utilizando crema facial de protección en el exterior, aunque se usen estos elementos, han aconsejado.

En verano, factor 50 de protección

Para protegerse del sol y especialmente en verano, los especialistas apuestan por utilizar cremas de factor 50 o más y también asegurarse de que incluyen protección no solo contra la radiación ultravioleta A, sino también la B, ya que se ha demostrado que esta última también perjudica la piel.

Esa sería la primera recomendación para evitar un cáncer de piel, pero también aconsejan evitar la práctica de echarse la crema cuando ya se está expuesto al sol. Uno de los errores más habituales a la hora de protegerse del sol es que la mayoría de las personas se echa la crema ya en la toalla y lo ideal es hacerlo 15 o 20 minutos antes de la exposición al sol, recomiendan los especialistas, También es necesario echarse una cantidad suficiente y renovar de vez en cuando. Hay que recordar además que a pesar de que la mayoría de las cremas asegura que es resistente al agua, si se pasa mucho tiempo bañándose se pierde el efecto pantalla.

Si se piensa realizar una actividad que requiere de una exposición durante un tiempo, ya sea un paseo largo o la práctica de deporte al aire libre, también hay que echarse protección solar, según los dermatólogos.

También hay extremar las medidas de protección para los niños, usando de manera regular un protector solar con un factor elevado, camiseta y gorra. Es aconsejable buscar la sombra y no exponerse al sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 17 horas). Por último, hay que poner especial atención en evitar las quemaduras solares.