La celebración del vigésimo aniversario de la Fundación Prolibertas y la puesta en marcha del plan ola de calor para las personas sin hogar esta semana, tras el fin del estado de alarma que canceló la contratación de habitaciones en hostales, ha vuelto a poner el foco en la situación de las más de 300 personas que, según el último recuento anual, malviven en la calle o alojadas por temporadas en las casas de acogida de Córdoba.

En septiembre del 2019, tras la muerte de tres personas en las calles de la ciudad, el Pleno del Ayuntamiento aprobaba una iniciativa de Podemos que asumieron todos los grupos, excepto Vox, para impulsar un Plan Integral para la Erradicación del Sinhogarismo en Córdoba. Entre los compromisos del acuerdo, figuraba que en el plazo de seis meses, el equipo de gobierno presentaría una propuesta con diversas medidas dirigidas, entre otras cosas, a prevenir agresiones a estas personas y proteger a las mujeres, mucho más vulnerables cuando se enfrentan a esta realidad. En noviembre del 2019, tal y como se acordó, se creó una comisión de trabajo para desarrollar el plan, con la exconcejala de Servicios Sociales, Eva Timoteo, al frente.

La irrupción de la pandemia, en marzo del 2020, paralizó la iniciativa y obligó a centrar los esfuerzos en responder a las necesidades básicas de las personas sin hogar durante el estado de alarma, ya que su situación de calle chocaba con el toque de queda. Un mes después del fin del estado de alarma, la nueva concejala de Servicios Sociales, Eva Contador, ha asegurado que el Ayuntamiento tiene previsto retomar la comisión para elaborar dicho plan después del verano.

Mientras tanto, uno de los recursos ideados para desahogar la situación de las personas sin hogar y otros colectivos en situación de emergencia habitacional, la obra pendiente en el antiguo hospital militar, sigue paralizada. El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha recalcado «la importante controversia jurídica» que ha envuelto a esta obra, cuya contratación inicial está pendiente de liquidación, un trámite necesario para poder licitar otra vez la parte de la obra que está pendiente con una nueva empresa. En este momento, según Fuentes, el proyecto para terminar la intervención está acabado desde abril y la certificación final para la resolución del contrato se envió en febrero, aunque Intervención está pendiente de realizar observaciones antes de la liquidación. El responsable de Urbanismo confía en acabar estos trámites «en un mes» para sacar a concurso la obra.

Comedor trinitario

Por otro lado, respecto a la petición de la Fundación Prolibertas de parte del edificio de Sagunto (antigua Cruz Roja) donde actualmente se ubica el centro de día Casa Libertad con el fin de ampliar el comedor social trinitario, Fuentes ha indicado que la fundación ha presentado un proyecto a Urbanismo para la adecuación de parte del inmueble y el Ayuntamiento realizará mejoras en la estructura. El titular de la Gerencia de Urbanismo no ha dado detalles sobre los plazos que se manejan.

Cabe recordar que durante la pandemia el comedor social aumentó un 48% el servicio de almuerzos en un edificio que por sus reducidas dimensiones obligó a trasladar el servicio al centro de día, restringiendo los aforos y realizando más de un turno de comidas.