La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha sido reconocida con el premio Cordobeses del Año en la categoría Economía y Empresas por un 2020 que, como su presidente, Lorenzo Amor, reconoce, ha sido un «agotamiento». Desde que, en 1995, «un grupo de lunáticos» se asociara en Córdoba para defender los derechos de los autónomos, ATA ha formado parte de miles de personas. Y, ante la reciente crisis, les ha tendido la mano. Que la tierra que vio nacer el proyecto reconozca ese trabajo, para el presidente es un «orgullo». Pero, sin duda, para Amor el mejor premio es el equipo humano que lo compone y los socios que lo hacen posible. De esos 300 trabajadores, 50 proceden de Córdoba.

En el 2020, ATA cumplió 25 años. ¿Qué ha supuesto este tiempo?

ATA nació en el 1995 por un grupo de cordobeses liderado por mi padre. A lo largo de estos años, se ha convertido en un agente social. Es la única organización independiente, aunque en el 2018 nos incorporamos a CEA y en el 2019 a la CEOE. Está presente en todas las provincias, tenemos la vicepresidencia de CEOE, una representación de más de 450.000 autónomos -250.000 pagan cuota-, más de 300 trabajadores, de los que 50 están en Córdoba... Se ha convertido en un referente nacional. Una organización que no ha perdido sus orígenes, que tiene sangre cordobesa y que su sede social sigue manteniéndola en Córdoba. Me enorgullezco como cordobés de que ATA no pierda sus orígenes.

Y de forma independiente.

Aunque tengo que decir que nuestra incorporación tanto a la CEA como a la CEOE nos ha potenciado a todos. La unidad empresarial es fundamental y creo que a lo largo de esta pandemia se ha demostrado cómo hemos ido de la mano y ha hecho que podamos ayudar a los empresarios de mejor manera. Fruto de ello te podría resaltar los acuerdos en Andalucía para ayudar a los autónomos y a las empresas. A nivel nacional, todos los acuerdos del diálogo social, firmado por CEOE para los ertes y por ATA para los ceses de actividad para los autónomos.

Otro de los artífices de ATA fue Alejandro Martín.

Indudablemente. Quiero recordar a Lorenzo Amor López, mi padre y primer presidente; a Alejandro Martín, primer secretario general. Pero no quiero olvidar a Luis Muñoz, a Paco Campos, a Butelo... Fue mucha gente. Además, te voy a contar un secreto. Se lo dije a mi padre, que estaban locos. Incluso alguna vez he utilizado para mí «un grupo de lunáticos» que creó una asociación. Recuerdo aquello, que era algo en lo que no creía. No le auguraba éxito. El tiempo ha puesto cada cosa en su sitio, el equivocado era yo.

Por suerte, ¿no?

Bueno, creo que si ATA tiene valor es en primer lugar por el equipo humano que ha construido ATA, y por otro lado por sus socios. Para mí, es un honor. La federación tiene un presupuesto de 7,7 millones de euros. Pero el 80% es de cuotas de socios. Eso es lo que hace que ATA haya llegado a no tener dependencia de ninguna administración.

Este 25 aniversario ha coincidido con la pandemia. ¿Cómo la ha afrontado?

A lo largo de mi mandato, he vivido dos momentos muy complicados. Uno fue la crisis del 2008, que fue brutal. En el mes de mayo de aquel año empezó a producirse una hecatombe. Se acabó el crédito para muchos autónomos, muchos se vieron obligados a cerrar sus negocios, a prescindir de sus trabajadores... Pero bueno, los autónomos a base de tesón, esfuerzo y resistencia consiguieron recuperarse. Y, poco a poco, volvió el crecimiento. Esta crisis aparece de la noche a la mañana. En aquella los autónomos tuvieron su libertad de movimiento, en esta era diferente. Se nos coartaba algo fundamental, la libertad de empresa, la libertad de actuación. Ha sido una situación muy compleja. Muchos autónomos han sufrido agotamiento físico, financiero y el peor de los agotamientos, el psicológico. Se siente una impotencia tremenda. Quizás no se ha dado la respuesta necesaria, como se ha hecho en otros países del entorno europeo, pero sí mecanismos como el cese de actividad, los ertes, los préstamos ICO, los aplazamientos. Y han permitido que la destrucción del tejido empresarial haya sido más leve. No obstante ha habido muchos autónomos que han perdido mucho. Van a tardar en recuperarse. Pero bueno, estamos creciendo, hemos dejado de caer. Eso es lo importante.

¿Cómo está la situación en Córdoba respecto a España?

Yo hablaría de Andalucía. Respecto a otras comunidades ha sido un poco más flexible. Eso ha hecho que tenga mejor comportamiento. La prueba está en que en el último año ha ganado 25.000 autónomos, prácticamente con un crecimiento que es el doble que la media. Se ha convertido en la comunidad con mayor número. En Córdoba se ha alcanzado una cifra histórica, 54.000 autónomos, 1.838 más en el último año. Con todo lo que ha llovido, ha sumado unos seis cada día.

ATA forma ya parte de los Cordobeses del Año, ¿qué siente?

Diario CÓRDOBA ha estado siempre y, con sus premios anuales y la importancia que tienen, que sea reconocida nuestra organización es un orgullo. Este premio no es de ATA, es de los más de 54.000 autónomos cordobeses que han estado ahí y han sido esenciales, generando actividad, empleo y generando Córdoba.