Más de 53.000 cordobeses, un 6,7% del total de la población, se ha contagiado de coronavirus desde que comenzó la pandemia en marzo del año pasado. Aunque según la Consejería de Salud y Familias, el 94,5% de esas personas que han dado positivo en covid-19 ya se encuentran recuperadas, tal y como apuntan varios estudios médicos y la experiencia de especialistas de cuatro hospitales de Córdoba, al menos un 20% de las personas que sufren esta enfermedad, principalmente de forma grave, pero también en algunos casos de modo leve, van a sufrir secuelas postcovid semanas o incluso meses después de haberse contagiado.

En ello coinciden los doctores José López Miranda y Rafael Giménez, jefes de Medicina Interna de los hospitales Reina Sofía y San Juan de Dios, respectivamente, e Isabel Palma, médica de esta misma especialidad en el hospital Cruz Roja. Además, el jefe de Neumología del hospital QuirónSalud Córdoba, Luis M. Entrenas, precisa, en base a informes del Ministerio de Sanidad, que uno de cada cinco pacientes que se han enfrentado al covid mantiene sintomatología a las cinco semanas del inicio de la infección, mientras que uno de cada diez continuará con estas secuelas tres meses después.

Carmen Pedrajas, más de un año desde que se contagió

Cuatro días después de que en España se decretara el estado de alarma, el 18 de marzo del 2020, la técnico auxiliar de enfermería del Reina Sofía Carmen Pedrajas dio positivo en covid. Su marido y su hija pequeña también lo padecieron, aunque de forma más leve. El 24 de marzo Carmen tuvo que quedarse ingresada en la uci de San Juan de Dios y la intubaron. Esta sanitaria relata que su situación era complicada. Le diagnosticaron una neumonía bilateral, no remontaba y estuvo tres semanas en estado crítico, más otros siete días más en planta. Carmen, que cumplirá pronto 55 años, siente que, por ahora, el coronavirus ha truncado lo que era su vida anterior. Lleva desde que enfermó de baja y presenta varias secuelas. «Sufro una neuropatía en las extremidades inferiores, que me afecta sobre todo a la pierna derecha. Me cuesta coordinar los movimientos. Además, siento aún ahogo, que podría estar relacionado con la ansiedad, ya que el neumólogo me ha explicado que lo que queda en mis pulmones son como cicatrices, pero que no hay enfermedad. Por otro lado, estoy en tratamiento psicológico porque sufro muchos miedos, temo volverme a contagiar. El covid no deja un único daño, sino un conjunto de síntomas, unidos al hecho de haber estado en una uci, por lo que estoy en seguimiento por parte de especialistas en neumología, neurología, cardiología y salud mental», apunta. Actualmente, esta auxiliar está de baja por enfermedad común, pues le dieron el alta como paciente covid, a pesar de las secuelas que aún presenta.

Carmen Pedrajas se contagió en marzo de 2020. CÓRDOBA

Francisco Gutiérrez, de baja desde hace siete meses

Francisco Gutiérrez, de 45 años y de profesión comercial, también está de baja por las consecuencias del coronavirus, siete meses y medio después de contraer la infección por covid-19 en octubre del 2020, en la segunda ola de la pandemia. Su mujer y su hija también dieron positivo, pero él no evolucionó tan positivamente como ellas, por lo que tuvo que ser trasladado al Reina Sofía. Presentaba una neumonía bilateral, tuvieron que intubarlo y estuvo entre la uci y la planta 24 días ingresado. Tras recibir el alta, Francisco ha estado varios meses haciendo rehabilitación cardiopulmonar. En todo este tiempo ha sufrido con frecuencia dolor de cabeza, insomnio, dolor articular, cansancio físico, sensación de ahogo y le queda aún un pequeño daño cognitivo, con pérdidas de memoria a corto plazo; una miopatía en las piernas, así como cansancio físico y dolores articulares, precisa. «No estoy al 100%, como mucho al 75%. He perdido 10 kilos y masa muscular. Después del contagio, me han quedado anticuerpos, pero además espero poder pronto vacunarme, pues han pasado seis meses desde el contagio, aunque aún no me ha tocado por edad. Me quedaré más tranquilo cuando me vacune porque siento temor a una posible reinfección», recalca este cordobés.

Francisco Gutiérrez tuvo que ingresar por covid en octubre. CÓRDOBA

Antonio Morales, 55 días en la uci

Antonio Miguel Morales, de 63 años, se contagió de covid, al igual que su mujer, en la primera ola de la pandemia. Este vecino de Miralbaida permaneció 55 días en la uci del hospital Reina Sofía. Estuvo intubado y después se sometió a una ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), siendo la primera vez que en el Reina Sofía se empleaba un pulmón artificial para abordar el covid-19. Y después este paciente estuvo otros 17 días en el hospital Cruz Roja recibiendo rehabilitación.

Casi un año después de recibir el alta, Antonio lamenta no encontrarse bien del todo. «Me ahogo bastante, me duelen mucho los brazos, los tobillos no los tengo bien y me cuesta andar más de un kilómetro seguido. Siento que la rehabilitación, tanto pública como privada que he recibido, por ahora no me está ayudando tanto como podía esperar. Por otro lado, tengo pendiente una intervención pulmonar, ya que la tráquea solo me funciona al 50%. Próximamente, me realizarán una prueba cardiaca y otra en la garganta (por los efectos que me quedaron de estar intubado). Además, también me tiene que ver el especialista de Rehabilitación», destaca.

Este cordobés, que tardó tiempo en conseguir permanecer en pie por sí mismo, después de casi dos meses en la uci, ya no puede realizar la mitad de las cosas que hacía antes de contagiarse. Durante su hospitalización perdió 20 kilos y mucha masa muscular. Su aspecto físico parecía el de una persona mucho más mayor. Además, no ha podido volver a trabajar por las secuelas que aún padece.

Hospital San Juan de Dios

«Cuando los síntomas del covid perduran más allá de tres semanas, se puede hablar de síndrome postcovid o covid persistente. El covid llega, produce la enfermedad y desaparece, pero en determinados casos quedan las secuelas. Los síntomas más frecuentes son la astenia y debilidad, malestar general, sensación de opresión en el pecho, fallos de memoria, mareo, hormigueo, dolor y atrofia muscular, pérdida de olfato y gusto, insomnio, ansiedad, otros trastornos psíquicos que pueden tener repercusión física, problemas neumológicos o cardiacos, resalta el doctor Giménez Domenech.

«Revisamos a todos los pacientes covid y en la primera visita hay un porcentaje alto que refiere sufrir algunos o muchos de los síntomas citados. Intentamos desde la consulta de medicina interna que traten de recuperar la mayor calidad de vida posible», añade.

Hospital Reina Sofía

El Reina Sofía realiza un seguimiento de los pacientes que superan el covid tanto por parte de Medicina Interna como de Neumología, en colaboración con otras especialidades. El doctor López Miranda explica que la mayoría de los pacientes que sufren un cuadro de covid grave, un año después se encuentran prácticamente bien. Asegura que «a la mayoría de los pacientes que se han revisado en nuestra unidad se les ha dado el alta, aunque siempre tienen la puerta de volver a pedir cita». López Miranda concreta que síntomas como el dolor muscular o la astenia, si son producto de una inflamación, pueden requerir antiinflamatorios, pero si no tienen este origen, como en otros casos de cuadros virales al margen del covid, desaparecerán con el tiempo, con ejercicio físico y dieta equilibrada. Por su parte, en caso de haber padecido neumonía, pueden quedar consecuencias, pero igualmente que cuando se sufren infecciones por otra clase de virus.

Este experto recalca que las vacunas están logrando que la edad media actual del paciente que ingresa por covid en el hospital sea muy inferior a la de las tres primeras olas de la pandemia. «Ahora la probabilidad de desarrollar un covid grave es menor que hace unos meses, pero quienes ingresan por este motivo se encuentran en un estado severo, por lo que hay que seguir teniendo mucho respeto a este virus», indica.

Hospital Cruz Roja

Cuanto más grave es la infección que se contrae por coronavirus, más tiempo tardan los afectados en recuperarse. Y mientras más tiempo dure el ingreso, las secuelas tardarán más en desaparecer, aunque también ocasionalmente se puede dar esta situación en casos leves, asevera la doctora Isabel Palma, que atiende la consulta de seguimiento a los pacientes postcovid en Cruz Roja.

«A la mayoría de estos pacientes, tres meses después, ya no les quedan consecuencias de consideración, pero algunos pueden mantener un trastorno en el olfato y gusto, cefaleas, insomnio, que aunque non son problemas graves, limitan la capacidad de recuperar su vida normal», apunta.

«A pesar de que estos pacientes presenten cansancio, se les recomienda ejercicio para evitar la atrofia de las funciones básicas. Este cansancio aparece también cuando se sufren otros cuadros víricos, pero la diferencia con la pandemia actual es que ahora existen muchos enfermos con estos síntomas al mismo tiempo», expone. Por otro lado, hay personas, que se han reservado mucho este último año para evitar contagiarse y presentan miedos y fobias a la hora de retomar su vida normal. En cuanto al perfil actual de paciente con covid, que tiene una edad media inferior, esta médica indica que «esto les ayuda a que sus pulmones se recuperen mejor, pues en su mayoría eran personas sanas antes de contagiarse».

Hospital QuirónSalud

El doctor Luis M. Entrenas puntualiza que además de existir el covid persistente, conjunto de manifestaciones clínicas, variables en cada paciente que se mantienen semanas o meses tras la infección inicial, también pueden reaparecer los síntomas después de permanecer un tiempo libre de ellos.

Entrenas destaca que la enfermedad por covid puede tener manifestaciones muy variables, desde casos asintomáticos hasta causar la muerte. Si al principio de la infección el paciente presenta más de cinco síntomas, este especialista entiende que existe la posibilidad de desarrollar un covid persistente. «El contagio puede darse a cualquier edad, aunque es algo más frecuente en mujeres», añade.

«Los principales síntomas del covid persistente afectan a multitud de órganos y sistemas. Como es una dolencia nueva, es posible que a lo largo del tiempo se conozcan más secuelas. Su aparición produce un gran impacto en la calidad de la salud, repercutiendo por tanto en el ámbito laboral y social», subraya.