Te descuidas dos o tres días y te quedas más desfasado que un octogenario en un after de youtubers y streamers. Yo misma, a qué ir más lejos, me he quedado antiquísima y la política municipal me ha puesto en mi sitio esta semana. Con ganas de hacerme unos cursos en Silicon Valley, he descubierto que el distanciamiento con lo cool se corrige con cierta facilidad y una buena patada al diccionario de la RAE. Tomen nota y háganse modernos con un click.

La semana se inició con la celebración de sus tres años de vida (three years old) del Andalucía Open Future El Patio, un espacio de crodworking para start-ups ubicado en la calle San Pablo. La incubadora lo ha celebrado con un reconocimiento a sus mentores (una especie de coach que hacen mentoring) que ayudan a la aceleración de las futuras empresas en el marco productivo de este innovation hub en el que los emprendedores llevan su BYOD (Bring your Own Devicey), pueden hacer co-branding, llegado el momento si hiciera falta un crowdfunding (colecta de toda la vida) para llegar a fin de mes y un win win si, por ejemplo, uno tiene un bolígrafo y se lo cambia a otro por un lápiz. Pueden hacer allí casi todo lo que empieza por co menos co-lecho, que eso queda ya en el ámbito privado. ¡Congratulations for us! (Hashtag ya soy más moderna).

La semana avanzó en la misma dinámica anglosajona e hizo parada en el ecuador del miércoles, día de la constitución oficial en el Palacio de Congresos del Centro de Innovación Digital Andalucía Agrotech DIH Córdoba, que persigue colocar --según dijo la consejera del ramo, Carmen Crespo-- a la agricultura andaluza en el 5.0 (nos hemos saltado tres versiones sin darnos ni cuenta... habrá sido, digo yo, en el confinamiento). El Agrotech (no confundir con la incubadora Biotech que debe construirse en Rabanales 21) será el mayor ecosistema regional europeo para acelerar, acompañar y canalizar la innovación del sector agroalimentario, y trabajará fomentando alianzas estratégicas con el polo de contenidos digitales de Málaga, el DIH ITK de Jaén, o el International Iberian Nanotechnology (INL) de Portugal. No hay que olvidar que el proyecto se enmarca en la Estrategia de Especialización Inteligente Agrifood, donde se encuentra el partenariado temático sobre trazabilidad y big data en la cadena de valor agroalimentario. También son miembros del catálogo de Digital Innovation Hub del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, que incluye a más de 250 DIH. Dicho de otro modo, con un buen know how llega uno donde quiera.

En el sentido tecnológico la concejala favorita (favorite councilor) es la delegada de Transformación Digital, Lourdes Morales, responsable, por ejemplo, de haber supervisado el centenario Festival de los Patios con un dron para estudiar cuánta gente nos visita o contar uno a uno los asistentes a la Magna a través de un rastreo de sus dispositivos móviles. Ahora, Lourdes Morales está work in progress para convertir La Normal de Magisterio en un refrescante polo digital (el edificio, recuérdenlo queridos concejales, debe reservar parte de espacio a la vecindad del Sector Sur, no vaya a ser que con tanta modernidad anglófila se nos olviden los compromisos electorales).

A lo que íbamos, el Polo Digital de Córdoba, según contó la delegada en su momento, debe pivotar sobre la industria 4.0 (una versión menos que Agrotech, da que pensar...), lo que en líneas generales consiste en combinar la producción industrial y la tecnología. También, apuntó Morales, que en el ámbito de la logística «el impacto del IoT, internet of things (internet de las cosas) en la industria 4.0 es determinante» y que habían llegado a esas conclusiones de la mano del polo digital de Málaga (otro hub de referencia especializado en videojuegos) en un networking de TIC locales celebrado a finales del 2020.

Así las cosas, cuando el viernes volvimos al marketplace de Capitulares y fuimos informados de que el Partido Popular había vuelto a apoyarse en el Partido Socialista para aprobar el destino de los 17 millones de remanentes del 2020 y que Vox había mostrado su «estupor» por que la derecha «se echara en brazos de la izquierda», posteamos en seguida la noticia y a continuación nos quedamos, (WTF) como buenos ingleses, fríos como un témpano.