Cáritas Diocesana de Córdoba ha presentado este martes su memoria de actuaciones durante 2020. Del balance general ha destacado su director, Salvador Ruiz Pino, que de las 29.942 personas que se han atendido durante este periodo en toda la provincia, un total de 8.000 "han llamado por primera vez a nuestras puertas". Después de más de un año de pandemia, asegura Pino que "la durísima situación de emergencia sanitaria se ha transformado en una grave crisis de hondo calado social, que sigue aún en la primera ola".

Los datos de esta memoria de la acción social de Cáritas permiten visibilizar la labor de los 1650 voluntarios de las 168 parroquias que han dado un servicio permanente a las personas más vulnerables , así como de los socios, donantes y colaboradores de la entidad eclesial, "sin los cuales el acompañamiento integral a estas personas no hubiera sido posible", según Ruiz.

El informe refleja que la pandemia ha tenido una alta incidencia en las tasas de desempleo, que, además, no se ha manifestado con la misma afectación en todos los sectores de actividad. En este sentido, ha destacado el director de la entidad que “una vez más los sectores de actividad en los que se ocupan mayoritariamente las personas más vulnerables, como hostelería, turismo, trabajo doméstico, peones agrícolas, etcétera, han sido los más afectados". El incremento del desempleo para las familias más vulnerables ha sido ocho veces superior al incremento medio. Además, la pandemia ha incorporado nuevos elementos de precariedad entre los que destacan la exposición al contagio (para el 40% de las personas vulnerables que trabajan) y la fragilidad ante eventuales cuarentenas, que dificultaría considerablemente el trabajo y los ingresos para el 71% de las personas vulnerables que están trabajando.

En este sentido, Ruiz ha relatado que, según los datos de los que dispone Cáritas Córdoba, “el impacto en los ingresos de los hogares ha sido de tal envergadura que ha provocado que tres de cada diez hogares no dispongan ahora mismo de ningún ingreso” y ha resaltado que “el 48% de las familias atendidas por Cáritas no han recibido suficiente información sobre cómo tramitar el Ingreso Mínimo Vital (IMV)”, lo que implica, según sus palabras, que “haya pocas solicitudes, a lo que hay que sumarles las denegaciones y los casos que aún están esperando respuesta; podemos afirmar que solo el 16% de las familias acompañadas por Cáritas son perceptoras del IMV en mayo de 2021”.

Durante todo este tiempo de pandemia, las Cáritas Parroquiales y los servicios generales de Cáritas Diocesana en Córdoba han seguido trabajando al límite para estar junto a las familias más vulnerables. El director de la entidad eclesial ha referido que esos 8.000 nuevos usuarios equivalen al 27% de los hogares atendidos. Es decir, casi una de cada tres personas que ha atendido Cáritas en el último año en Córdoba no habían necesitado antes acudir a esta institución en busca de ayuda ante su situación de vulnerabilidad, y ha matizado que “la ayuda más demandada por las personas que se acercaban era de alimentación, junto con otras necesidades básicas como suministros, farmacia, higiene, vivienda (alquileres) y mascarillas”. En este punto, Ruiz ha destacado que en Córdoba capital se ha llegado a triplicar el número de familias atendidas. 

Inversiones

La memoria de la atención de Cáritas en el primer año del coronavirus refleja una inversión total en programas de intervención social de 3.586.523 euros, de los cuales 22% provenían de fondos públicos (asignación tributaria IRPF y administraciones europeas, nacionales y locales, destacando la colaboración del Ayuntamiento de Córdoba y de la Diputación), y 78 % de fondos privados (socios, donativos y legados). En este punto, Ruiz ha destacado “la colaboración del Cabildo Catedral de Córdoba, que sustenta gran parte de la Casa de Acogida ‘Madre del Redentor’ para personas sin hogar y del Hogar  Residencia ‘San Pablo’ para personas mayores en exclusión social”.

Entre las acciones llevadas a cabo en 2020, cabe mencionar los programas de atención a personas en grave vulnerabilidad, donde se trabajó con 4674 personas a través de proyectos de ayuda a personas mayores, discapacitados, enfermos de V.I.H, mujeres en riesgo, jóvenes, inmigrantes y familias en exclusión social, o la acogida y acompañamiento a personas en situación de sin hogar a través de sus recursos (Casa de acogida, dispositivo nocturno, ala de baja exigencia, pisos de acogida para personas migrantes y reclusos) por los que han pasado 784 personas en 2020.

Tal y como refleja la memoria de actividades del servicio de empleo y de la empresa de inserción Solemccor, durante 2020 se ha acompañado a 833 personas (acompañamiento, orientación, intermediación e inserción sociolaboral), ofrecido cursos y talleres formativos para el empleo a 265 de ellas y contratado a 111 personas en exclusión social en las líneas de empleo desarrolladas desde Solemccor y Cáritas. (recogida de papel y cartón, textil, limpieza de edificios, Confección Dorcas, Taberna gastronómica Tabgha, Catering Cincopanes y Residencia de ocio y tiempo libre en Torrox). La inversión total en empleo en el año 2020 ha ascendido a 2.826.112 euros, de los cuales 9% son fondos públicos y 91% son fondos privados. Sumando la inversión global, ha puntualizado Ruiz, “Cáritas Diocesana de Córdoba (Cáritas Parroquiales, Servicios Generales y Solemccor) ha dedicado 6.412.635 € en su servicio a las personas que sufren riesgo o situación de pobreza y exclusión en nuestra provincia. Todo ello sin menoscabo de nuestra cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos en Tánger (Marruecos) y Picota (Perú)”.

Por último, el director de Cáritas Diocesana de Córdoba ha hecho un llamamiento a la sociedad cordobesa “en nuestras manos está conseguir una sociedad más justa y cohesionada, donde la pobreza y la exclusión social vaya retrocediendo cada vez más en favor de una verdadera y efectiva inclusión”, al tiempo que ha recordado que “tristemente cinco de los quince barrios más pobres de España se concentran en Córdoba capital (Las Moreras-Huerta de la Reina, Azahara-Palmeras, Polígono del Guadalquivir, Sector Sur y El Higuerón-Majaneque-Alameda del Obispo), y las personas que allí viven necesitan del esfuerzo de todos”, por eso ha animado a los cordobeses a “no permanecer en la indolencia ante la multitud de hermanos nuestros, ciudadanos como todos, que nacen, viven y mueren en la exclusión más extrema, muchas veces tan cerca de nosotros”.