El Ayuntamiento de Córdoba ha sacado a concurso en la Plataforma de Contratación del Estado la nueva fase de remodelación del Alcázar de los Reyes Cristianos, uno de los monumentos de Córdoba más visitado, tal y como se aprobó por vía de urgencia en la junta de gobierno local del 19 de mayo. Esta obra que supondrá una inversión de 674.000 euros (sin impuestos) y tendrá un periodo de ejecución de ocho meses. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 14 de junio tras lo cual arrancará el proceso de adjudicación, por lo que aún no hay fecha de inicio fijada. En esta ocasión, la intervención se concentrará en las fachadas meridional y occidental, que dan al paseo de la Ribera, así como en la mejora del jardín alto y bajo.

Según detalla el proyecto el jefe de la Oficina de Arqueología del Ayuntamiento, Juan F. Murillo, y Carmen Chacón, arquitecta del Servicio de Proyectos,  esta obra se enmarca dentro del Plan de Actuaciones en el Alcázar puesto en marcha en octubre de 2013, cuando se inició el diagnóstico y valoración del estado de conservación del monumento y las medidas necesarias para su revalorización de acuerdo con las directrices emanadas del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico y posteriormente, del Plan Especial Alcázar-Caballerizas Reales. La fase 5 preveía la restauración de las fachadas meridional y occidental del Alcázar, que son objeto de este proyecto. 

Fachada meridional del Alcázar

La fachada meridional, con una longitud de 55,90 metros, está flanqueada por las torres de la Paloma y la Inquisición y cuenta con tres puertas, la portada barroca; una segunda que en tiempos de la Inquisición, cuando el edificio se utilizó como prisión, daba paso a la "cárcel de los familiares"; y una tercera que fue cegada y no se conserva.

Para contextualizar la intervención, los responsables del proyecto subrayan el estado de abandono en el que quedó el sector oriental del Alcázar tras la demolición de las instalaciones de la Prisión Provincial, "que se llevó por delante también las de la Cárcel de la Inquisición y las del palacio bajomedieval", así como el fallido intento de construir en él un palacio de congresos, que acabó provocando una situación de ruina que llegó hasta los años ochenta. "La reintegración de la Torre de la Paloma formaba parte de un proyecto más ambicioso de intervención sobre el Alcázar, que debió esperar aún hasta los años noventa donde se configuró el estado actual al previo la intervención actual de la fachada".

Los arquitectos han optado por mantener el estado actual de la fachada comprendida entre la Torre de la Paloma y la Portada Barroca, restituyendo la segunda ventana, para lo cual se procederá a reconstruir su dintel e igualar la altura hasta la Torre de la Paloma. También está previsto recuperar las basas de las columnas de la portada barroca y el nivel original de su umbral, rebajando el nivel de la actual urbanización de la explanada que hay entre el Alcázar y la muralla de la huerta del Alcázar, una labor que se culminará en la siguiente fase. Del mismo modo, se eliminará el cegamiento del portillo que hay junto a la Torre de la Paloma, incorporando un cerramiento, y se restaurará la bóveda bajo el balcón de la portada, que quedó oculta en una restauración previa. Asimismo, toda la fachada se dotará de una zanja drenante para reducir patologías provocadas por la humedad.

Fachada occidental

La fachada occidental, de 56,30 metros de longitud, está flanqueada por las torres de Los Leones y la Inquisición y cuenta con dos puertas, una de las cuales corresponde a una apertura de mediados del siglo XX realizada para comunicar el Patio Morisco y el Jardín Alto.

Recreación de la fachada occidental del Alcázar de los Reyes Cristianos. CÓRDOBA

La puerta que actualmente da acceso al Salón de Mosaicos, convertida en principal desde que se fijó la entrada al Alcázar a través de la Torre de los Leones, no es el acceso original. Esta puerta, con arco levemente y dovelas muy diferentes a las de la puerta norte de la Torre de los Leones (posiblemente se correspondan con una reforma del siglo XV) está encaminada "a comunicar el primitivo recinto almohade, ya objeto de una primera adaptación en el siglo XIV, con los jardines dispuestos inmediatamente a poniente".

La pésima calidad de los morteros a base de cemento empleados ha provocado la pérdida del falso despiece de sillería empleado en el arco, y de la decoración heráldica del zócalo, causando además problemas al soporte. Por este motivo, el proyecto prevé eliminar el zócalo, restituir el muro a la situación previa y restaurar, manteniendo exclusivamente los posibles elementos originales que aún se conserven.

El objetivo principal de esta intervención es "la conservación del inmueble original con una intervención poco agresiva evitando la actuación excesiva y tendiendo siempre a la mínima intervención", detalla el proyecto, que presta además especial mención a las actuaciones en vertical sobre las fábricas de sillería, y fábricas mixtas tanto en las caras exteriores como en las interiores de las fachadas meridional y occidental, así como las que se llevarán a cabo sobre los huecos la portada barroca y del portillo anexo en la fachada meridional. Estas actuaciones estarán precedidas de un estudio y análisis de la piedra. 

Accesibilidad a los patios

El proyecto del Alcázar llevará consigo actuaciones para la eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar la accesibilidad entre el jardín alto y bajo. Cabe señalar que el acceso tanto a las estancias más visitadas del monumento como el salón de mosaicos como a los jardines entre el Alcázar y Caballerizas o el conocido como Jardín Alto y Patio Mudéjar están precedidos de sendos tramos de escaleras.

En el patio que conecta Alcázar y Caballerizas, se establecerá una rampa que parte del jardín Bajo y desembarca en el espacio de de la escalera situado a la misma cota del jardín alto. Para ello, será necesario desmontar parcialmente la escalera existente ya que es muy amplia. 

En cuanto a la formalización del elemento de mejora de la accesibilidad entre el jardín Alto y el Patio Mudéjar o de crucero, se ha atendido a la recomendación de reducir el uso del vidrio en este entorno. Para ello, se ha proyectado un elemento mueble, desmontable y reversible diferenciado e independiente de la construcción que no distorsione la imagen general. La barandilla o peto necesario también será de líneas mínimas.