Juan Carretero, jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, expone la labor desempeñada por la Benemérita. 

El estado de alarma llegó hace una semana a su fin, ¿Cómo fue el comportamiento de los ciudadanos durante el mismo?

La mayoría de ciudadanos ha colaborado y respetado las directrices de las autoridades. Por supuesto ha habido conductas incívicas y quienes se han aprovechado de la situación. Nuestra misión ha sido la de proteger al ciudadano que más lo necesitaba y garantizar el cumplimiento de la ley.

¿Cuál fue el principal problema con el que se encontraron durante ese tiempo?

La incertidumbre de las primeras semanas por no saber cómo ayudar a parar los contagios. A partir de ahí, el principal problema fue asegurar que manteníamos el potencial de servicio suficiente para que la Guardia Civil respondiese a todos los requerimientos de ciudadanos y de autoridades. El balance es positivo y creo que la Guardia Civil de Córdoba ha destacado por estar presente siempre que ha sido solicitada.

¿Qué resultó más difícil durante esa etapa?

Compaginar el resto de cometidos con los derivados del estado de alarma. Aunque hemos priorizado garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias, la Guardia Civil de Córdoba ha seguido protegiendo a los colectivos más vulnerables, especialmente a las víctimas de violencia de género, luchando contra el tráfico de drogas, buscando a desaparecidos o dando seguridad en los campos y polígonos para que el sector primario no cesara en su actividad.

¿Cuál fue la infracción más mayoritaria?

La situación ha ido evolucionando. En los momentos más duros de las restricciones de movilidad, la sanción más recurrente solía ser la de realizar desplazamientos fuera de los supuestos permitidos. Después llegó la obligatoriedad del uso de la mascarilla y también ha sido una infracción muy generalizada el no portarla. En los últimos meses del estado de alarma, la Guardia Civil ha denunciado, sobre todo, los incumplimientos al conocido como toque de queda y los desplazamientos entre provincias o por municipios que estaban bajo cierre perimetral.

¿Y la que le sorprendió más?

Bueno, aquí me atrevería a destacar que el delincuente nunca descansa y nos sorprendió, por ejemplo, que el tráfico de drogas continuara con su actividad comercial ilícita. En este sentido, nos sorprendió que en una ocasión los delincuentes portaran la droga que querían vender en el pañal de un bebé.

¿Se actuó de forma diferente en el segundo estado de alarma en relación al primero?

La actuación de la Guardia Civil siempre ha seguido tres premisas: labor didáctica, aplicación gradual y rigor en el cumplimiento de la legalidad. Lógicamente la aplicación de estas premisas ha podido tener distintos niveles de intensidad en el primer estado de alarma respecto al segundo y, en el segundo, también había diferencias de intensidad en función del nivel de alerta sanitaria que iban decretando las autoridades. En todo caso, sí quiero resaltar que todas las fuerzas y cuerpos de Seguridad en la provincia hemos actuado del mismo modo y con una coordinación estrecha.  

¿Se han dado casos de contagio por covid entre la plantilla?

Sí. Por fortuna en la Guardia Civil cordobesa no ha fallecido ningún compañero por esta enfermedad, pero varios de ellos han estado hospitalizados y hemos estado muy preocupados por su salud. La buena noticia es que gracias a los sanitarios que tenemos en la provincia, todos ellos se recuperan satisfactoriamente. Respecto a otros casos de compañeros que han dado positivo, somos, al fin y al cabo, reflejo de la sociedad.

¿Qué consejo daría a los ciudadanos de cara a la nueva etapa que ha empezado tras decaer el estado de alarma?

No soy quien para dar consejos, pero yo pediría que seamos respetuosos con lo que dicten las autoridades competentes, que son las que están asesoradas por expertos sanitarios. Solo puedo añadir un llamamiento a la prudencia, por los seres queridos que ya han fallecido, por las personas enfermas y las consecuencias para sus familiares y allegados y, por supuesto, por los sanitarios que siguen luchando en primera línea contra la pandemia.