Córdoba se lo debía, necesitaba expresarle al político honesto, respetado y admirado que era Julio Anguita, primer alcalde democrático de la ciudad (entre 1979 y 1986), todo lo que no pudo decirle hace un año, cuando en pleno confinamiento falleció y la pandemia impidió abrir al público la capilla ardiente. Este domingo, el Gran Teatro abrió sus puertas para que políticos de todos los colores, representantes institucionales, colectivos sociales, familiares y amigos le rindieran homenaje en un acto elegante, sobrio, emotivo y solemne en el que el cariño y admiración se vio reflejado, sobre todo, con el largo y eterno aplauso que los presentes, de pie, otorgaron a su viuda, Agustina Martín, y a sus hijos Ana, Juan Antonio y Carmen -con la siempre presencia de Julio en la mente de todos- en el momento de recoger el titulo de Hijo Adoptivo de Córdoba. Nació en Fuengirola «de forma circunstancial» pero «Córdoba era su sueño de noche y día», decía su hija Ana, que recordaba también a su hermano Julio, fallecido en Irak: «Me gusta imaginar que los dos tienen grandes conversaciones, aquellas que les quedaron pendientes».

La Junta de Andalucía estuvo representada por el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, y el de Salud, Jesús Aguirre. Bendodo admitió incluso que el «Gobierno andaluz sería capaz de llegar a acuerdos con políticos de la talla de Julio Anguita», al que calificó como «un político respetado por todos. Fue un político honesto, de los que hoy haría muchísima falta en el panorama nacional». 

Sus compañeros de Izquierda Unida y del PCA tuvieron antes de comenzar el acto palabras de elogio hacia el político que «decía la verdad, aunque escociese y fuese incómoda», como decía Toni Valero, coordinador general de IU Andalucía. Valero señaló que «hay que recoger de Julio la apelación a la unidad de los de abajo, los trabajadores, la gente sencilla, y hacerlo siempre con un proyecto político sólido y serio», de ahí que «hablara tanto de programa, programa y programa».

La portavoz federal de IU, Sira Rego, lo consideró «una persona de extraordinario valor y uno de los grandes referentes para IU», así como «para la historia política de las últimas décadas del país». «Un hombre extraordinariamente lúcido, luchador por la libertad, los derechos humanos y la República», subrayó. También el secretario general del PCA, Ernesto Alba, elogió que «el Ayuntamiento haga a Julio parte del patrimonio de la ciudad» y agradeció que «sea una cuestión de consenso que tenga este título en la ciudad por la que dio parte de su vida y a la que ofreció también su pensamiento».

La música de cámara a cargo del cuarteto de cuerda de La Habana, al principio y al final del acto, y un vídeo con imágenes y declaraciones de Anguita en distintos momentos de su vida política, completaron el emotivo acto en el Gran Teatro.

En este vídeo, el propio Anguita admitía su "miedo" cuando resultó elegido alcalde, porque "tenía gran desconocimiento de lo que era el Ayuntamiento". Luego, decía, "he sabido luchar" y siempre "con el objetivo de buscar el bien general y, cuando uno está convencido, pase lo que pase, mantenerlo".