En los Patios no hay casualidades. «Esa maceta está ahí porque… tiene que estar ahí», es una de las frases recurrentes de los cuidadores, que conocen mejor que nadie dónde la planta prospera mejor y luce con más belleza, a los que les sugieren cambios. Lo que desconocen muchos es que a veces si una maceta «está ahí» es también, directa o indirectamente, gracias a 20 años de trabajo callado del Real Jardín Botánico de Córdoba (RJNC), el cerebro pensante de los Patios, con un equipo que desde la ciencia están protegiendo un legado tanto nuestro como del resto de la Humanidad, dice la Unesco.

En concreto, hablamos de Enriqueta Martín-Consuegra, directora científico-técnica del RJBC, y la conservadora y técnica Carmen Jiménez, que no pocas veces han sido jurado del Concurso Municipal, volcadas en una tarea junto a los jardineros y especialistas Eloísa Rivera, Antonio Suffo, Juan Antonio Lara y Rafael Ortiz López, basando el trabajo en cuatro pilares: «El estudio de la flora de los Patios y los conocimientos asociados a la misma, el asesoramiento y apoyo a los cuidadores en el cultivo y mantenimiento de la planta, la conservación y preservación de las especies y variedades más tradicionales y la divulgación del mundo vegetal de los Patios», explica Martín-Consuegra. Pero vayamos por partes.

Respecto a la investigación (y dejando aparte las sesudas publicaciones científicas, que por otra parte son las que valen aunque popularmente no sean tan llamativas), el RJBC lleva veinte años catalogando e inventariando las plantas de los patios, incluso ya tienen datos sobre las modas que se vienen dando, donde hay plantas que desaparecen y otras que se convierten en poco años en imprescindibles en todo patio. Y una curiosidad: si los patios son de origen romano, la estructura de las casas islámica, muchas construcciones del final del Imperio Español, las colecciones de porcelana que se ven son chinas y los más viejos mantones de Manila… ¡La mayoría de las plantas hoy por hoy son originarias de América! Aunque no los geranios y gitanillas, que llegaron en el siglo XVIII de Sudáfrica. Bien mirado... es normal que los Patios sean Patrimonio de la Humanidad. 

Eloísa Rivera | En el patio científico del Botánico.

Eloísa Rivera | En el patio científico del Botánico. FRANCISCO GONZÁLEZ

Pero siguiendo con la investigación, el RJBC también atiende a la etnobotánica y realiza trabajos sobre los cuidadores como «transmisores de todos los conocimiento que durante años se han ido acumulando en torno al cultivo de la planta», actuando como «receptores de estos conocimientos para evitar su pérdida, más aún en el caso de que no hubiera un reemplazo generacional en esta transmisión». Lo que lo dice todo, porque precisamente fue en atención a esos saberes por los que la  Unesco otorgó su título.

Un tercer punto de investigación que ha incorporado el RJBC: advertir a los cuidadores del peligro de algunas nuevas plantas que, en caso de saltar los límites del patio, pueden convertirse en especies invasoras y desplazar a especies autóctonas de nuestros espacios silvestres. No es ninguna tontería. Es un riesgo real y muy grave como ha demostrado, por ejemplo, la conocida como banderita española por sus flores rojas y amarillas (lantana cámara), pero que además de no ser nada patriota y ser de otro continente ya ha empezado a colonizar espacios de la Sierra.

Otro pilar del trabajo del Botánico: la conservación. Al respecto, el RJBC ya estrenó en el 2010 un patio dentro de sus instalaciones, un lugar que evoca los recintos populares pero en donde prima la ciencia frente a la estética. El objetivo es preservar, por ejemplo, las variedades más tradicionales del género pelargonium para guardar ese valioso material genético y «evitar su pérdida», informan Martín-Consuegra y Carmen Jiménez.

Rafael Ortiz | Repasando el estado de las plantas.

Rafael Ortiz | Repasando el estado de las plantas. FRANCISCO GONZÁLEZ

Quizá sean más conocidos por los cordobeses (aunque menos utilizado de lo que se debiera) programas de apoyo del RJBC a los cuidadores como Tu Jardín Responde, donde «se aconseja y se da apoyo a los cuidadores en las dudas sobre identificación de especies, tratamientos de plagas, enfermedades, etcétera». Es una iniciativa a caballo del cuarto pilar de la estrategia del RJBC en apoyo a los Patios: la actividad divulgativa, que ha sido extraordinaria en estas dos décadas y que ha aumentado este año como apoyo al Centenario del Concurso Municipal. Así, en abril se desarrollaron jornadas técnicas, el primer mercado de trueque de plantas o una feria de viveristas que permitió ver (y comprar) especies más que curiosas y raras. Y en mayo, ahí están los concursos de pintura rápida y de maquetas de patios, los talleres educativos o ese autobús Take Away del Jardín «también vestido para la ocasión, mostrando una colección de plantas de patio en su techo verde».

Por cierto, el jueves el RJBC falla el premio a la mejor planta del Concurso del 2021, que tras los premios oficiales del certamen ya es sin duda el que más expectación crea y más orgullo aporta al cuidador galardonado. Que tampoco es flor de un día y sin olvidar que aunque sea lo más conocido del Botánico respecto a los Patios, ni mucho menos es lo más importante.