"Más del 40% de las mujeres con discapacidad han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas a lo largo de su vida, es decir, han sido víctimas de violencia de género. Además, un 21% de ellas confiesa que padeció violencia sexual, una cifra que está muy por encima del 14% de mujeres sin discapacidad que se han encontrado en esta situación". Son los datos de la macroencuesta realizada por el Ministerio de Igualdad que la presidenta de Fepamic, Sara Rodríguez, ha expuesto este martes en unas jornadas retransmitidas en streaming destinadas a visibilizar la realidad que sufre este colectivo. Según Rodríguez, "las mujeres con discapacidad tienen el doble de probabilidad de ser víctimas de violencia machista que una mujer sin discapacidad". De ahí que el Instituto Andaluz de la Mujer y Fepamic se hayan aliado para dar difusión al nuevo protocolo elaborado por el IAM y la Confederación de Entidades de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Codisa), que preside Antonio Hermoso, para ofrecer a los profesionales que atienden a las mujeres con discapacidad un instrumento con el que intervenir de forma correcta en las diferentes situaciones que puedan producirse, conocer necesidades y particularidades y a ellas les permitirá saber dónde tienen que acudir para solicitar ayuda.

Según Sara Rodríguez, no existe un patrón definido de mujeres con discapacidad que sufren violencia de este tipo, si bien hay una horquilla de edad de entre 35 y 45 años que son las que más consultan por este motivo. La discapacidad intelectual es un agravante aunque "la diversidad de las mujeres víctimas requiere protocolos específicos para cada tipo de discapacidad porque no todas se encuentran en la misma situación". Hay mujeres que tienen tan normalizado el comportamiento de su pareja que no identifican que se trata de violencia machistas y otras que sufren el maltrato y no tienen las herramientas porque es el agresor es además la persona que está a su lado, su cuidador, y de la que dependen, «por eso es fundamental que reciban información».

El año pasado, el IAM atendió a más de 3.000 mujeres con discapacidad y casi 800 acudieron por problemas de violencia de género. En el caso de Córdoba, el IAM recibió 11.163 consultas de mujeres de las cuales 279 tenían algún tipo de discapacidad. De ellas, casi un 40%, 106, acudieron al Instituto de la Mujer por una consulta relacionada con la violencia de género.

La directora del IAM, Laura Fernández, coincidido también en la especial vulnerabilidad que sufren las mujeres con discapacidad agravada por la relación de dependencia con el cuidador. Según Fernández, en el 2020, el año del confinamiento, aumentó un 21% las consultas de mujeres con discapacidad respecto al año anterior, algo en lo que puede haber influido el doble aislamiento que han padecido, al cortarse de raíz la relación con otras personas.

Por su parte, el director general de Personas con Discapacidad e Inclusión, Marcial Gómez, presente en las jornadas, ha subrayado que “la lucha contra la violencia de género es quizás la batalla más dura que libra esta Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, y somos muy conscientes de la discriminación interseccional a la que se enfrentan las mujeres y niñas con discapacidad, la propia de ser mujer y la de tener alguna discapacidad, además de poder ser víctima de violencia de género. A ello hay que añadir sus dificultades a la hora de verbalizar su situación, debido a su entorno, la poca credibilidad de sus testimonios, los estereotipos sociales. Y en este sentido es fundamental trabajar por una imagen social de las mujeres con discapacidad real, positiva, libre de prejuicios, enfocando a la mujer y su proyecto de vida”.