Rosa recuerda los últimos viernes de enero muy distintos a este viernes, cuando el Mercado Victoria ha reabierto sus puertas. Tras varios meses de hibernación, desde el puesto de La Salmoreteca, observa "mucho más ambiente" que entonces. En el parque, unas recién colocadas buganvillas aguardan para rodear a quienes en las mesas de abajo buscan la sombra al aire libre. Esa bóveda viva da la entrada a una zona de discoteca que, bajo la luna, relucirá a partir del domingo entre destellos rosas y azules. Varios pájaros coronan una de las terrazas. Quizás como metáfora del resurgimiento, en su octavo aniversario, del espacio cordobés en pleno Paseo de la Victoria.

Hace una semana cumplió ocho años y el mejor regalo no podía ser otro que la acogida de los clientes. Hay quien, incluso, se ha sorprendido en medio de una celebración disimulada entre la normalidad. Por eso, cuando una pareja navarra preguntaba “¿cuánto lleva abierto?”, reaccionaba con una risa a la respuesta. Puede que muchos de los visitantes que este viernes han llenado las mesas del Mercado al mediodía no sepan que ya hace una década desde que sus pasillos son refugio del comer y del vivir de la ciudad

Y, aunque parezcan 20 años, como dice el gerente, Francisco Mulero, el Mercado Victoria rebosa juventud. Como las palmeras doradas erigidas en la zona de discoteca, el recinto se ha mantenido firme durante la pandemia. Parte de responsabilidad la tiene la propiedad. Como explica Mulero, desde marzo hasta diciembre del 2020 el alquiler se redujo al 50%. Y, desde enero de este año, no se ha cobrado nada. Para Lidia, de Arrocería y Pulpería de La Victoria, “sin eso hubiera sido imposible”. 

Puede parecer este viernes que el recién estrenado decorado rodeando a los turistas y a los cordobeses que se han alternado con ellos sea el culmen de los trabajos. Pero la reapertura no es sinónimo del final de unas labores que, como ha indicado Mulero, continúan. Un toldo por allí, una poda por acá. Eso sí, el Mercado Victoria ha echado a rodar y, con los motores en pleno funcionamiento, el gerente espera al domingo para retomar la vía más amplia de la recuperación.

El próximo 9 de mayo los bares podrán abrir hasta la medianoche. Los aforos, además, con 10 personas en las terrazas y ocho en el interior aumentarán el cruce de palabras en sus mesas. Pero, sobre todo, la nueva relajación de restricciones prevista para el domingo permitirá al recinto abrir una de las zonas más limitadas hasta el momento. Hasta las 2.00, la discoteca tendrá vía libre para elevar la música y acoger al público. 

Pese a que, como señala Lidia, “no es lo mismo que antes”, el covid-19 no ha tumbado, según Mulero, ninguno de los negocios. El parón, además, no ha hecho más que acrecentar las ganas. “Hay muchísima ilusión”, dice Rosa, de La Salmoreteca. Porque la crisis “se ha notado muchísimo y cuatro meses cerrados para un negocio pues…”. Aun así, “aquí estamos”, exclama. “Es como un último cartucho y a ver qué tal”. Y, como dice Lidia, “si seguimos aquí…”.