"Ha sido un año difícil, bastante duro, de miedo, de EPIS, de incertidumbre, de confinamiento, de mucho más trabajo y en el que hemos perdido a muchos pacientes por los que no hemos podido hacer nada". Con estas palabras, ha resumido la MIR de quinto año de Medicina Intensiva, Rosario Carmona Flores, la experiencia vital y profesional que han vivido durante este año de pandemia los 93 residentes del hospital Reina Sofía, que este viernes han sido despedidos por el centro sanitario en un acto al aire libre y con música de piano en directo.

"De golpe dejamos de ser residentes y tuvimos que asumir la atención a una pandemia. Eso como profesional te exige el 200 por 100. Además, tienes el miedo de al llegar a casa y contagiar a tus familiares, porque como profesional asumes el riesgo, pero no para tus padres", ha comentado Rosario Carmona, que ha recibido en el acto el premio Profesor Doctor Carlos Pera como reconocimiento al residente excelente, junto a su compañero Pedro Jesús Gómez, residente de Dermatología.

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Despedida en el Reina Sofía a los MIR del covid-19 A.J.González

Además, del crecimiento personal y profesional que ha supuesto atender a los pacientes con covid-19 en el hospital Reina Sofía, Rosario Carmona ha explicado que "muchos pacientes que han pasado por la UCI me han dejado huella. porque muchos despedían de sus familiares en Urgencias y cuando estaban en la UCI éramos nosotros su acompañamiento y su familia". Respecto a meses atrás en la pandemia, ha explicado que "la presión ha bajado un poco, pero en la UCI se mantiene igual". Ella ha sido precisamente la residente escogida para ser en el acto "la voz de todos mis compañeros".

La directora-gerente del hospital Reina Sofía, Valle García, ha reconocido que "sin vosotros no hubiéramos podido sobrellevar este año" en el hospital. En su opinión, "todas las especialidades médicas han puesto su granito de arena con un esfuerzo mucho mayor del habitual. Todos los residentes han apoyado las unidades covid, pero los residentes de Medicina Interna, Neumología y Urgencias han estado un poco más al pie del cañón", ha afirmado Valle García.

Para Rosario Carmona, los residentes han vivido este año muchos "momentos de dificultad", ha dicho emocionada, como "cuando los enfermos se despiden de sus familiares y no los vuelven a ver y tú eres su único apoyo en la UCI". También ha querido recordar como instantes felices las altas dadas a pacientes y los aplausos.

"La carga asistencial ha sido muy fuerte en la tercera y la cuarta ola de la pandemia. Más duras las horas de trabajo durante las guardias porque hemos tenido que ser soporte de otras especialidades", ha apuntado María García, residente de último año de Radiología, afirmación que apoya su compañera Cristina Ladehesa., quien también ha apuntado que ha sido un año "diferente, intenso y duro, en el que hemos tenido que trabajar en equipo para sacar el trabajo para delante".

Tras tocar la melodía de la partitura La vida es bella, el pianista y showman Alberto de Paz, que ha conducido el acto en el patio al aire libre del Centro de Transfusión, les ha dado las gracias a estos 93 residentes por "curar al mundo y hacer la vida más bella".