El rector de la UCO lleva un año intenso. A su papel destacado en conseguir para Córdoba la base logística del Ejército de Tierra se suma la gestión de la pandemia, tanto desde la UCO como desde la CRUE. Le queda justo un año de mandato y muchas cosas por hacer, asegura.

- Desde que se anunció que Córdoba acogería la base logística militar del Ejército de Tierra, el papel de la UCO se ha destacado como fundamental. ¿Cuál ha sido realmente ese papel para que Córdoba fuese finalmente elegida?

- La UCO colaboró con el Ayuntamiento en la elaboración del dossier, en el que por el conocimiento que teníamos de las necesidades del Ejército y todo el contexto que se mueve alrededor, nos permitió asesorar de forma solvente a la parte del Ayuntamiento en la memoria. Y luego, los contactos que teníamos con el Ejército, con militares de alta graduación, a los que les pedimos consejo sobre algunos temas, fue importante.

- No se partía de cero porque la relación de la UCO con Defensa viene de largo...

- Sí, llevamos muchos años desarrollando proyectos tecnológicos con el Ejército, de formación, de estudiantes nuestros que hacen prácticas en El Higuerón, precisamente, en lo que sería el germen de la futura base... y ese conocimiento profundo y mutuo, ese conocer cuáles son sus necesidades y de cómo podíamos ayudarles a que cumplieran con la misión que tiene el Ejército y con ese objetivo de tener una base que agrupara a todos los centros que ellos tienen, nos daba ese conocimiento del día a día. Así que se trataba de toda esa información que uno va adquiriendo de forma natural plasmarla en un documento.

- ¿Desde cuándo tiene la UCO conocimiento de que el Ejército proyecta una base logística conjunta?

- Del proyecto, que primero se llamó Nogal, luego Colce y ahora base tecnológica logística del Ejército, teníamos conocimiento hacía tiempo. Ya el anterior jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército nos había contado el proyecto que tenían, pero en ningún momento hablando de Córdoba sino simplemente en los encuentros que teníamos nos contaban su idea, su gran objetivo. Eso sabíamos que estaba ahí, que llevaban muchos años detrás de hacerlo, y, además, teníamos contacto muy directo con El Higuerón. Y cuando tenemos conocimiento de que la cosa se está moviendo, a finales de septiembre o primeros de octubre, nos pusimos a trabajar con el Ayuntamiento.

- ¿Y ahora la UCO también tiene que firmar un convenio o el papel queda relegado a las demás instituciones?

- No, ahora Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Ministerio de Defensa son los que tendrán que firmar el convenio o protocolo, que esperamos sea antes del verano, y nosotros lo que estamos haciendo, por otra vía, es ampliar nuestro ámbito de actuación. Estamos participando en varios proyectos. Hemos tenido ya dos reuniones técnicas con ellos, una para consolidar lo que se está haciendo y prorrogar los proyectos que tenemos y, por otro lado, nuevas posibilidades de colaboración, viendo cuáles son sus necesidades. Luego, la financiación de la Junta tiene que ir ligada a proyectos de I+D, con lo que cuando se concrete también participaremos, porque la base no se queda limitada a una base logística del Ejército sino que, tanto el Ejército como nosotros queremos que sea en sí misma un centro de investigación y de desarrollo.

- ¿Qué puede necesitar el Ejército de la UCO en esta base militar y qué le puede aportar la Universidad?

- Ahora mismo, nosotros tenemos mucha experiencia y mucha gente trabajando en el ámbito de la ingeniería, de la tecnología y la aplicación de eso del mundo civil al mundo militar se puede hacer y ya lo estamos haciendo, lo que sí hay que conocer es el orden de prioridades del Ejército. Y, por otro lado, todo el desarrollo de la ingeniería de aplicación militar, que luego pueda tener una aplicación civil, es importante. En eso podemos tener grandes éxitos. Ya tenemos un caso claro, que es el de los sistemas antivuelco que lleva la flota de uno de los vehículos pesados del Ejército, que fue una aplicación de la UCO de los sistemas antiguos que se estaban utilizando en tractores. Hicimos la adaptación y ahora se venden no solo a vehículos españoles sino también de la OTAN. Y también se están haciendo otras cosas de optimización de recursos, la electrificación de los vehículos, el mantenimiento predictivo, que es fundamental, porque da seguridad y supone un ahorro en mantenimiento, todo el tema del big data, de la logística... es decir, todo lo que tiene que ver con tecnologías disruptivas, la robótica, la buena conexión que tenemos con la industria 4.0, que es tan importante en Córdoba, también podemos servir de puente en eso, en desarrollo económico, empresarial...

- ¿Se plantea la UCO ofertar una formación específica en los próximos años para esa mano de obra que pueda necesitar la base?

- La mano de obra de la base fundamentalmente va a ser formación profesional, aunque habrá mandos de ingeniería. Y ahora mismo, con las titulaciones de grado que tenemos serían suficientes. No obstante, estamos en la especialización. Ya tenemos un máster de Industria 4.0, estábamos ya preparando, y espero poder ponerlo en marcha para el próximo año, un máster de Logística dual, tanto civil como militar, pero, sobre todo, queremos contribuir a la investigación. Por eso, una de las ideas que tenemos es crear un programa para incentivar y reforzar tanto la investigación en ese ámbito como la formación predoctoral y posdoctoral, que podamos contribuir con gente muy especializada en esos ámbitos. Y de esa forma, que nuestros grupos de investigación miren como una oportunidad todo lo que es investigación en el ámbito de la defensa.

- ¿Se podrían abrir nuevas líneas de investigación, entonces, a raíz de la base logística?

- En la reunión que tuvimos con el Mando de Apoyo Logístico del Ejército, que fue un contacto muy rápido, cogimos las líneas de investigación que tiene publicadas el Ministerio de Defensa, en octubre o noviembre del año pasado, y le preguntamos a nuestros grupos: ¿qué podemos hacer de todo esto? Y la respuesta fue espectacular, por la capacidad que tienen nuestros grupos de abordar muchas de las líneas que ya existen y que tienen experiencia en el mundo civil, y es hacer lo mismo en el mundo militar. Entonces, hay un potencial enorme.

- Personalmente, como rector de la UCO, ¿cómo ha vivido el antes y el después de la concesión del proyecto a Córdoba?

- El antes, con nervios, con mucha ilusión, con mucha responsabilidad también porque hubo un momento, sobre todo a final de año, donde empezaban a salir las otras ofertas y no sabíamos si llegábamos. Pedimos cita y fue como un estudiante que se está preparando para el examen final y va con todo lo que puede. Una vez hecha la presentación en Madrid, salí con la satisfacción de que se había hecho muy buen trabajo. Ahí creo que ha habido una labor fundamental por parte del alcalde de agrupar voluntades, que eso ha sido clave, pero también de que se evidenciara de una forma clara que no había ningún tipo de resquicio ni diferencia entre las distintas instituciones. Eso ha sido un factor fundamental junto con esa memoria técnica. Y cuando salimos del examen, yo salí sabiendo que si era por temas técnicos, Córdoba se lo llevaba porque eso tú lo notas, y notas cómo reciben lo que te preguntan y las dudas que pudieran tener se resolvieron en aquel momento.

- Entonces, lo de Carmen Calvo, que tuviera algo que ver...

- Nada, al contrario. Si la base no hubiera venido a Córdoba hubiera sido una arbitrariedad. Junto con la situación logística que tiene Córdoba -los romanos pusieron Córdoba aquí por la situación que tenía de servir como punto de distribución para toda Andalucía y con el resto de España- está la propia distribución de las bases del Ejército, que están todas relativamente cerca de Córdoba; la proximidad que tenemos con los grandes puertos, Málaga y Algeciras, que no lo tienen otras ciudades andaluzas ni de fuera. Si a la propia ubicación y conexión de la ciudad, por AVE y autovía, le pones un proyecto sólido, una apuesta importante del Ayuntamiento y las fuerzas vivas de la ciudad, de la Junta de Andalucía y el apoyo indiscutible de la Universidad de Córdoba... estaba cantado. Es que si no nos hubiéramos presentado era para haber dimitido a la media hora.

- Le queda exactamente un año de mandato, ¿no le hubiera gustado seguir hasta dar forma y concreción a la base logística?

- Lo importante no son las personas, son los proyectos en sí. Y el proyecto sigue y lo importante es que los principales objetivos están marcados. No me preocupa en absoluto. Me hubiera encantado, pues claro que sí, pero en cualquier caso siempre estaré en disposición de ayudar en lo que pueda.

- Antes de convocar elecciones en la UCO, ¿dejará de ser rector de rectores en la CRUE, donde acaba de ser reelegido?

Vuelvo a decir lo de siempre, ¡creo que queréis perderme de vista demasiado pronto! (ríe). Queda más de un año para las elecciones y me gustaría ser rector hasta el final. Y en cuanto a la CRUE, decidieron que la negociación que se había iniciado con el Ministerio yo la continuara y dije que vale, pero que yo en mayo o junio dejaría de ser rector y que mi idea es que unos meses antes dejaría la presidencia de CRUE, una vez se haya normalizado el tema legislativo. Va a ir muy condicionado al proceso de elaboración de la ley.

- Al ser presidente de la CRUE, ¿no le quedaría ningún resquicio legal para prorrogar un año más su mandato de rector?

- No, no hay ningún resquicio ni tampoco hay que buscarlo. Tenemos que ser tremendamente escrupulosos con la norma, como siempre, y en temas tan sensibles.

- En este año que le queda de mandato, ¿qué proyectos desea dejar terminados?

- Pues ahora mismo tenemos una modificación de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo), que estamos abordando y va con buena negociación, y tengo que agradecer a los sindicatos que tienen muy buena predisposición a colaborar en esos cambios, que al final redundan en mejoras en los puestos de trabajo. Estamos con nuevas estructuras de investigación, que queremos llevar a consejo de gobierno dentro de poco, posiblemente en mayo, que potencien más las sinergias dentro de la Universidad y nos haga todavía más competitivos. Tenemos pendientes temas de infraestructuras como el Vial Norte, el tema de la Zona, seguimos trabajando en una posibilidad de ampliación de la Facultad de Derecho, con Urbanismo y Cultura. La urbanización de Rabanales no la voy a ver, pero sí me gustaría que fuésemos capaces de empezar la primera fase.

- Ha lidiado con dos cursos de pandemia, desde la UCO y desde la CRUE, ¿qué es lo que le ha resultado más difícil?

- ¡Uff! yo creo que más que lo más difícil, lo que más nos ha preocupado en todo momento ha sido intentar, en unos momentos de incertidumbre tremenda y que no sabíamos lo que podía pasar al día siguiente, transmitir certezas, que la gente no perdiera el hábito por el estudio, intentar mantener activa y viva la universidad a todos los niveles. Y eso se ha conseguido. Fuimos en Andalucía de las primeras universidades en decir, en el confinamiento, que los exámenes iban a ser online, con mucha antelación, ya a finales de marzo, y fuimos muy criticados porque dijeron que éramos unos alarmistas. Y lo que queríamos era dar certeza a la gente de cómo se iban a hacer los exámenes, que lo supieran profesores y estudiantes, de cómo iban a ser las clases hasta final de curso, pasara lo que pasara. Y eso sirvió, porque hubo profesorado que esperaba volver a lo presencial y no le estaba dedicando suficiente a la formación online. Y cuando la situación permitía exámenes presenciales, nos mantuvimos en ello, no por capricho, sino porque creíamos que era lo más justo, lo que genera más igualdad de oportunidades y equidad. Incluso para evitar que el profesorado, en un exceso de celo, pudiera, en exámenes online, llevar a una situación de un número de suspensos más elevado del normal. El buscar esas certidumbres y el haber mantenido criterios puramente técnicos a la hora de tomar decisiones es lo que más nos ha preocupado y mejor resultado nos ha dado. Y ahora ya se ha aprobado también la docencia del próximo curso 2021-22, para que el alumno, cuando se matricule en junio-julio, sepa cuáles van a ser las condiciones de evaluación y docencia desde el principio, con dos escenarios.