La Dirección General de Tráfico (DGT) obligará a partir de el 11 de mayo a que el límite de velocidad en vías urbanas sea de 20 kilómetros por hora en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; 30 kilómetros por hora en vías de un único carril por sentido de circulación y 50 kilómetros por hora en vías de dos o más carriles por sentido de circulación. La DGT impulsa esta nueva normativa, entre otras cuestiones, porque la disminución de velocidad reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello.

El delegado de Movilidad, Miguel Ángel Torrico, explicó ayer a este periódico que la implantación en Córdoba de esta nueva normativa no implicará problema alguno y apenas novedades en la ciudad porque aquí la mayoría de las vías están adaptadas ya a esas velocidades. En este sentido se trabajó de manera anticipada en la Delegación de Movilidad a partir de la desescalada posterior al confinamiento con una apuesta por la reducción a 30 kilómetros, la aplicación de los carriles derechos para la circulación de vehículos de movilidad personal (VMP) o el uso de calzadas compartidas con circulación máxima 10 kilómetros por hora. En mayo se anunció la creación de las ciclocalles, un concepto innovador hace un año pero que hoy ya es una realidad asentada. En la actualidad hay 45 ciclocalles (35 kilómetros), vías en las que conviven distintos modos de transporte --bicicletas, vehículos de nueva movilidad como patinetes eléctricos, motos y coches-- con una velocidad limitada a todos ellos de 30 kilómetros por hora. Además, desde el 2008 en Córdoba están implantadas las llamadas zonas 30, barrios como el del Santuario o Cañero donde está prohibido circular a mayor velocidad.

El concejal de Movilidad, Miguel Ángel Torrico, ha informado también sobre los avances de la nueva ordenanza de movilidad, que debe regular la circulación de vehículos como los patinetes eléctricos. El portavoz municipal del PP ha indicado que para la confección de la nueva norma se ha llevado a cabo un proceso abierto a la participación, en el que se ha escuchado a todas las partes. «Ahora solo falta encajar todas esas aportaciones», ha explicado. Su intención es presentar formalmente el texto definitivo de la ordenanza de movilidad dentro de un par de semanas.