Con casi tres años de retraso de la fecha prevista, todo apunta a que esta sí será definitiva. La biblioteca del Estado en Córdoba, situada en los jardines de la Agricultura (conocidos como de los Patos), abrirá sus puertas en el mes de septiembre. Así lo ha asegurado la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Carmen Calvo, quien ha visitado las obras de esta biblioteca, en un estado bastante avanzado.

Calvo, que ha hecho estas declaraciones en el Día del Libro, ha recordado que el proyecto se remonta a su etapa de ministra de Cultura y ha apuntado que tiene "la suerte" de que, finalmente, haya salido adelante, aunque ha reconocido que "a veces las cosas tardan". Aun así, ha manifestado que cuando los proyectos están "bien trazados" se cumplen y ha añadido la satisfacción personal y política que le supone poner en marcha este espacio.

Estado actual de las obras. A. J. GONZÁLEZ

La vicepresidenta ha apuntado que son 17,5 millones de euros los que se han invertido en esta infraestructura cultural que llevará por nombre Grupo Cántico y donde se le concederá un lugar "especial", según ha dicho Calvo, a Pablo García Baena. También ha destacado que las obras ejecutadas han respetado los jardines en los que se asienta el edificio, de arquitectura contemporánea y "en una gran avenida", ha agregado la vicepresidenta. Son, ha agregado Calvo, "7.000 metros cuadrados de libros y cultura".

Siete años desde que empezaron las obras

Las obras de la biblioteca del Estado se iniciaron en el año 2014 tras iniciarse el proyecto a mediados de la década del 2000. El hallazgo de restos arqueológicos, entre ellos un muro califal, obligó a cambiar el proyecto para poder integrar los restos. También había que introducir mejoras energéticas, lo que llevó a la paralización más larga de las obras (cerca de dos años y medio).

La biblioteca de los Patos tenía que haber abierto sus puertas, según las fechas que se dieron, en el 2018. Con la obra a la mitad, el Ministerio de Fomento cedió los trabajos que quedaban a Tragsa. Los parones sufridos en la construcción han provocado que la obra, finalmente, haya costado seis millones de euros más de lo previsto.