Miguel Ángel Roldán, que este año cumple doce años como presidente de la Asociación de Amigos de los Patios, se prepara para una nueva edición del concurso marcada de nuevo por la pandemia, que se desarrollará del 3 al 16 de mayo con la participación de 50 recintos.

- Acaba de publicarse la lista provisional de patios del concurso de este año, que excluye 5 patios populares e incorpora un patio conventual. ¿Cómo valora esta decisión?

- Yo sabía que se había presentado el convento de Santa Marta y, por las bases, creo que puede hacerlo. Es cierto que se trata de un concurso de patios populares y está claro que el de Santa Marta no lo es, pero las bases no son claras. Son los técnicos municipales de la comisión los que deben valorar este tema.

- Esta es la segunda edición de patios que se celebra en pandemia. La pasada tuvo lugar justo antes de la segunda ola, que llegó tras el Puente del Pilar y la celebración del concurso. ¿Temen que ocurra algo similar?

- La fiesta de los patios no provocó la segunda ola porque en los patios no hubo ningún caso de coronavirus. En el Puente del Pilar nos desmadramos todos, pero a los patios no se les puede señalar porque se hizo un trabajo fantástico. ¿Que este año habría que mejorarlo? Puede ser. Una de las peticiones que hice al Ayuntamiento fue que hablara con la Consejería de Salud para ver si se podía vacunar a todos los que vamos a estar en primera línea durante el concurso de patios. Serían menos de cien vacunas porque hay muchos cuidadores que, por edad, ya están vacunados, y me parece que está justificado. El día 9 de mayo acaba el estado de alarma y, por tanto, habrá una semana con restricciones y otra sin ellas, por lo que puede haber una avalancha porque la gente tiene ganas de salir y moverse.

- El fin del estado de alarma era previsible. ¿Qué se ha previsto para esa segunda semana de concurso?

- Hace solo unos días que el presidente del Gobierno ha confirmado que no se renovará el estado de alarma, así que no ha dado tiempo a asimilarlo, pero supongo que nos reuniremos con el Ayuntamiento para estudiar este tema. Nosotros vamos a intentar que se refuercen las medidas de seguridad a partir del día 9, pero entiendo que habrá que consensuar cómo actuar si la cosa se desborda.

- El fin de las restricciones ¿supondrá una relajación de los aforos en los patios esa semana?

- Yo entiendo que no. Si en mi patio entraban el año pasado 17 personas, este año no van a entrar más, eso lo tengo claro. Las colas que se formen, tendrá que controlarlas la Policía, sean más o menos grandes, no van a entrar más a partir del 9 de mayo. Todavía no nos han comunicado los aforos, pero entiendo que serán los mismos que en el 2020. A mí no me puede decir el Ayuntamiento ni nadie que porque acabe el estado de alarma entren 80 personas en lugar de 17. En mi casa, yo acato las normas del concurso, pero hasta cierto punto porque eso supondría exponernos mucho. Eso tiene que saberlo la gente porque inevitablemente, la restricción de aforo genera más esperas, pero eso no se puede cambiar.

- ¿Qué recomendaría a quienes vengan a ver los patios este año?

- Lo fundamental es la mascarilla, que usen el hidrogel y que se armen de mucha paciencia porque los patios no se pueden ver de golpe, sino poco a poco y lentamente. Lo ideal sería que los visitantes se concienciaran y, de forma solidaria, acortaran el tiempo en cada recinto, por solidaridad con los demás y por sentido común.

- Desafortunadamente, la pandemia se ha cruzado con la celebración del centenario del Concurso de Patios. ¿Se han quedado muchos proyectos en el tintero?

- Había tantas propuestas que queríamos hacer este año… Las asociaciones preferíamos que hubiera seis o siete actos buenos y lucidos, de mucho tirón, pero todo lo que se había programado inicialmente se ha tenido que adaptar sobre la marcha por las circunstancias sanitarias. En un año con tanta inestabilidad, no había manera de programar nada a largo plazo. Se están haciendo cosas como la Feria de las Plantas en el Botánico o la celebración en las plazas que vendrá después del concurso. Para mí, lo más importante era dar un reconocimiento a los cuidadores, a las personas mayores, por la ilusión y el cariño con el que llevan toda la vida haciendo las cosas. Este año, vacunar a los cuidadores sería una forma de homenaje, ya que hay gente que está en una edad difícil y que va a estar muy expuesta.

- ¿Han recibido ayudas para la adquisición de plantas en este año de crisis económica?

- No, ninguna, esas ayudas han desaparecido, tanto privadas como públicas. Todas las plantas que los cuidadores han tenido que comprar lo han hecho de su bolsillo en los viveros. Unas están pagadas y otras se deben todavía.

- ¿Cómo vamos a ver los patios? ¿Habrá menos variedad floral que en ediciones pasadas a consecuencia de la pandemia?

- No, los patios están preciosos. Yo no los he visto todos, pero los que he visto están espectaculares, muy bonitos. Afortunadamente, hemos tenido unos días un poco más frescos, porque con los calores que había empezado a hacer, muchas plantas estaban floreciendo ya. Se está intentando retener la floración porque aún faltan 15 días para el concurso. Las flores de los frontales de gitanillas de nuestro patio (San Basilio 44), por ejemplo, se han tenido que cortar para retener la planta y que crezca un poco más. Nosotros no manejamos el cambio climático.

- Después de años con masificación, ¿la pandemia ha logrado que echéis de menos el aluvión de turistas?

- Claro que sí. A nosotros nos gusta ver los patios con gente. El nuestro de San Basilio, que está abierto todo el año, no solo en mayo, había días antes de la pandemia en que llegabas en abril y estaba hasta arriba de turistas. Eso se echa de menos, echamos de menos a los turistas nosotros y todo el mundo, a la gente de los patios le gusta relacionarse con los visitantes. Las aglomeraciones son incómodas, pero siempre decimos «el chorreo, que no falte», eso da mucha alegría a nuestras casas. San Basilio 44 sigue abierto pese a la pandemia y los cordobeses van a verlo, pero no es lo mismo. Ahora vas por el barrio y se te caen los palos del sombrajo porque las calles están vacías, es una pena, y si hablamos de la Judería... eso sí que es para echarse a llorar.

- En el mandato anterior, se consiguió un descuento en la factura de Emacsa y la reducción del IBI. Luego se subió el accésit. ¿Cuáles son vuestras demandas en este momento?

- La reducción del IBI se logró y ese es un avance importante, pero lo que no se ha resuelto es la rebaja en la factura de Emacsa, que se aprobó, pero en la práctica, lo que se hizo no valía. Ahora se está estudiando cómo aplicarlo a la factura. Mientras, los recibos de agua siguen llegando cada dos meses con las mismas cuantías que antes. Ese tema se está alargando por el año de pandemia, pero habrá que aguantar un poco porque la situación es difícil para nosotros y para muchos otros sectores de Córdoba.