Los fondos de inversión y los planes de pensiones son los productos que suelen imponerse a los depósitos tradicionales a la hora de intentar sacar rédito a los ahorros, al menos en Cajasur. Fuentes de Cajasur explican a este periódico que «el actual entorno de tipos de interés negativos, en el que llevamos desde el 2016 y que con total seguridad se prolongará durante bastantes años, ha convertido el depósito en un instrumento de ahorro residual».

En primer lugar, apuntan las mismas fuentes, «hay que entender que la volatilidad en los mercados durante el último año ha estado relacionada con eventos exógenos a los propios mercados, razón por la cual la recuperación ha sido sólida e inmediata».

Desde Cajasur aseguran que la pandemia «no ha cambiado el perfil de los inversores», que ya desde hace varios años «se están decantando por alternativas de inversión más líquidas y rentables que los depósitos tradicionales».

En el caso de Cajasur, el volumen de ahorro de sus clientes cordobeses canalizado a través de depósitos solamente supone un 11% del total, frente al 20% que representan los fondos de inversión y planes de pensiones, productos que han registrado un crecimiento superior a los 200 millones de euros en los últimos 12 meses. En lo que respecta a los fondos de inversión, el volumen gestionado por Cajasur en Córdoba crece de forma sostenida a una tasa media del 25%. Dentro de los fondos de inversión, el 71% del ahorro se vehicula ya a través de carteras de gestión delegada, un producto que se ajusta en función del perfil de cada ahorrador. La pandemia, apuntan, «no ha afectado a la tendencia a profesionalizar la gestión del ahorro y a incorporar herramientas de alto valor añadido que permitan optimizarlo en función de las características y necesidades de cada ahorrador».