Cruz Roja ha retomado el reparto de alimentos que realiza cada año a medio millar de familias cordobesas dentro del convenio de colaboración que tiene suscrito con el Ayuntamiento de Córdoba. Así, en estos últimos días, el voluntariado de la entidad ha comenzado a distribuir lotes de comida entre personas en situación de extrema vulnerabilidad derivadas desde los Servicios Sociales municipales.

“En estos tiempos tan complejos, son muchas las familias que atraviesan verdaderas dificultades para cubrir sus necesidades básicas. Y por tanto, ahora más que nunca, se antoja vital para todas ellas esos lotes de alimentos que reciben gracias a la colaboración entre Cruz Roja y el Ayuntamiento”, explica Carmen Conde, la técnica del área de Intervención Social de la institución humanitaria que coordina este reparto. 

Al respaldo económico del Ayuntamiento en el marco del proyecto ‘Alimentos por la solidaridad’ se suma la aportación en especie del Gobierno central, a través del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD), y de entidades privadas diversas.

Dicho reparto se destina a individuos o grupos familiares especialmente vulnerables, como son familias con menores y/o personas mayores a su cargo, familias monoparentales, personas con discapacidad física, psíquica o sensorial, personas incapacitadas para el trabajo o afectadas por toxicomanías o sida, menores en situación de desamparo, mujeres víctimas de violencia de género, minorías étnicas, inmigrantes, refugiados, ex reclusos, personas sin hogar y personas mayores perceptoras de las pensiones más bajas.

Conviene recordar además que la cobertura de necesidades básicas de familias en situación de extrema vulnerabilidad ha sido, desde que estalló la pandemia, uno de los ejes del plan ‘Cruz Roja RESPONDE’ frente al Covid-19, la mayor movilización de recursos, capacidades y personas en la historia de la organización.

Según Cándida Ruiz, presidenta de Cruz Roja en la provincia, colaboraciones como esta del Ayuntamiento representan un “apoyo muy importante en nuestra lucha cotidiana por defender los derechos y mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables”, pero puntualiza: “la cobertura de las necesidades básicas es el primer paso de una atención mucho más amplia con la que tratamos de que las familias dejen de estar en riesgo de exclusión. Ese es el objetivo final de nuestra intervención”.