A las puertas de la llegada de las altas temperaturas en Córdoba, se recrudece de nuevo la polémica en torno a la climatización de los centros escolares, que este final de curso, además, cuenta con el añadido de la pandemia, en cuyo protocolo se establece que las aulas deberán estar ventiladas.

El teniente de alcalde de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba, David Dorado, le ha enviado una carta a los 19 colegios de la capital en los que el Consistorio ha actuado para mejorar su climatización, tras un proceso que comenzó en el 2017, en la que les informa de cómo está la situación, que no acaba de concluir, ya que no hay potencia eléctrica para poner en marcha los nuevos aparatos en 16 de los 19 centros, «y es difícil que las instalaciones eléctricas necesarias para que las máquinas de climatización de los colegios funcionen correctamente estén terminadas antes de que termine el presente curso escolar 2020/2021».

La indignación de las asociaciones de padres de alumnos no se ha hecho esperar y ya un grupo de unas 10 ampas ha creado la plataforma SOS Climatización, que lleva trabajando un par de meses, al ver que no se cubrían los plazos. «Vamos a llegar a la ola de calor y las máquinas no van a estar listas y una vez que ha terminado el mes de la escolarización, en el que no hemos querido protestar, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados», dijo ayer a este periódico Antonio Bueno, portavoz de este nuevo grupo, el cual también pertenece a la Plataforma Niños del Sur, que empezó la batalla por la climatización. A Bueno no le convencen las explicaciones de Dorado y señala no entender que en octubre les dijeran que se habían sacado a licitación las obras de la instalación eléctrica para subida de potencia «¿y de verdad administrativamente aún no se ha podido hacer?».

David Dorado explicó ayer a este periódico que esta obra de la instalación eléctrica, adicional a la ya ejecutada y prevista, asciende a 1.962.000 euros para los 19 colegios, y ahora «está pendiente de la aprobación del Presupuesto del Ayuntamiento». En la carta a los colegios, el responsable municipal de Infraestructuras explica que, una vez conocido el dato de la potencia eléctrica que demandan las máquinas enfriadoras que tuvieron que ponerse, y que no estaban contempladas en el primer proyecto, se redactó el proyecto técnico de actualización y ampliación de la potencia de las instalaciones eléctricas de los colegios públicos sobre los que se estaba actuando en eficiencia energética. Mientras tanto, se produjo el confinamiento con motivo de la pandemia y, «aún así, las obras de eficiencia energética se iniciaron y se acabaron en plazo». Pero, «al no ser competente el Ayuntamiento en materia de inversiones en colegios, para poder sacar a licitación las obras correspondientes a las instalaciones eléctricas hubo que realizar una modificación presupuestaria que conlleva unos trámites y plazos legales de varios meses». En estos momentos, asegura Dorado, «estamos a la espera de que desde la Delegación de Hacienda del Ayuntamiento carguen en el presupuesto los remanentes necesarios para incorporar al expediente de licitación de las instalaciones eléctricas el preceptivo documento contable para que, desde la Delegación de Gestión, lo suban a la plataforma de contratos del Estado y así poder adjudicar las obras».

Máquinas refrigerantes

Dorado también dice en la carta que en estas actuaciones previstas por el anterior equipo de gobierno «no se contemplaba la climatización de los centros escolares. Tan solo se había previsto en el tercer eje de las actuaciones la mejora del confort ambiental a través de atemperación de las aulas por aprovechamiento de calor residual y/o humectación del aire». Antonio Bueno discrepa y dice que sí se contemplaban máquinas refrigeradoras, como lo prueba el proyecto del lote del colegio Mediterráneo, que incluye un equipo refrigerante.

Mientras tanto, Dorado señala que se están repartiendo filtros Hepa a todos los colegios de la capital que lo necesiten. El Ayuntamiento ha comprado 1.720 filtros, por 500.000 euros, que «prestarán» a los centros, para mejorar la calidad del aire, y luego se guardarán, «porque no somos competentes en dotar de equipamientos a los colegios».

Denuncias por frío y temor al calor

La pandemia y los protocolos de Salud para ventilar las aulas han complicado aún más el confort a la hora de dar clase. Ayer se supo que la Inspección de Trabajo ha dado la razón a CCOO ante la denuncia que interpuso el pasado mes de enero por el frío que se registraba en las aulas de varios centros educativos de la provincia, por incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) por bajas temperaturas. El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba exige que «esta respuesta estimatoria no se quede en papel mojado y signifique un verdadero cambio en la climatización», porque «esto no es un problema puntual del invierno, ya que con la primavera y el verano el incumplimiento será al contrario y se superarán ampliamente los 27 grados».

A este respecto, la Delegación de Educación recordó ayer a este periódico que el protocolo no establece que las ventanas deban estar abiertas durante toda la mañana, sino que «las aulas deberán estar ventiladas por espacio de al menos 5 minutos antes de su uso y en cualquier caso se establecerá, cuando no se puedan mantener ventanas abiertas, una pauta de ventilación periódica, por ejemplo en los cambios de clase o asignatura». Además, las aulas específicas a las que los distintos grupos de alumnos acceden de manera rotatoria «deberán ser ventiladas, al menos diez minutos, antes y después de su uso».

La Delegación no pudo facilitar ayer qué porcentaje de centros educativos de la provincia carece de condiciones de climatización adecuadas. Sí señaló en una nota que se está impulsando un nuevo tipo de climatización, la adiabática, que reduce de forma significativa las emisiones de CO2 y el gasto del consumo eléctrico en los centros.