Comerciantes, artesanos y hosteleros de Córdoba, sectores que pueden pedir desde el pasado miércoles la ayuda de 3.000 euros de la Junta de Andalucía, lo tienen muy claro: "Necesitamos oxígeno, ya". Su postura es meridiana, precisan que esta ayuda llegue lo más rápido posible ante la "situación dramática" que están viviendo a consecuencia de unas pérdidas enormes debido a la pandemia del covid-19 y a sus restricciones. Un "sí" rotundo es la respuesta que han dado a solicitar esta ayuda del Gobierno andaluz.

Es el planteamiento que defiende el empresario del comercio de Córdoba, Miguel Peris, con nueve establecimientos físicos de ropa y una tienda on line, "sea poco o mucho la cantidad de la ayuda que llegue ya o lo antes posible, porque la desesperación es enorme". Según su percepción, "la cuantía de la ayuda no es proporcional al volumen de negocio", pero bienvenida sea. Sus comercios cuentan con 30 trabajadores, de los que cinco todavía continúan en ERTE, ya que la bajada en las ventas "ha sido enorme". Para Miguel Peris, el comercio está haciendo un esfuerzo para mantener los puestos de trabajo y ofrecer calidad en el servicio, pero llevan "mucho sufrimiento durante demasiado tiempo". Considera que la Junta de Andalucía se está volcando en las pequeñas empresas dentro de sus posibilidades, y que la ayuda llegará a muchos, pero insiste "no es proporcional a la facturación de cada empresa". "Necesitamos oxígeno, ya".

Las floristerías tampoco lo han tenido fácil en estos tiempos de pandemia y, en concreto, la de Ramón Luque, en Ciudad Jardín, perdió todo durante el pasado año, "todo se vino abajo". La realidad de su establecimiento es que "está subsistiendo" y su situación como empresario la define como "muy perjudicado" y con una actividad que roza solo el 40% del negocio. "Si nos podemos acoger a la ayuda de 3.000 euros de la Junta va a venir fantástico", afirma ilusionado Ramón Luque, quien apunta que los trabajos con las flores tampoco se han podido hacer este año ni cruces, ni bodas, aunque, al menos -reconoce- que ha habido algo de trabajo en las iglesias en Semana Santa.

Sí sabe que cuenta con el apoyo del pequeño consumidor, que es "la alegría de la caja, pero no soluciona. No son esas ventas las que hacen que el negocio funcione". Sin embargo, pese a la realidad, Luque mantiene el espíritu al afirmar que "somos autónomos, somos luchadores" y ya empieza a tener reservas para bodas, la primera en octubre.

El comercio, al límite del aguante

El presidente de la Federación de Comercio Córdoba y de la Confederación de Comercio de Andalucía, Rafael Bados, considera que este sector se encuentra "al límite de su situación de aguante" y por eso pide que "haya mucha agilidad en la concesión de las ayudas que "lleguen pronto". Califica el año de pandemia de "durísimo para el sector" y cuantifica el volumen de pérdidas en un 50% respecto a 2019. "Las ayudas son o serán un alivio para los empresarios del sector. El roto económico del comercio es de unas proporciones muy importantes y estas ayudas pueden ser un parche para ayudar", sostiene Bados.

Las pérdidas se acumulan en el comercio, la restauración y la artesanía tras tantos meses de restricciones al consumo. Este es el motivo principal por el que desde estos sectores se pide que las ayudas lleguen de manera ya no rápida, sino urgente. "El daño económico es tremendo. Espero que las ayudas sean reales, efectivas y que lleguen cuánto antes. La caída de las ventas ha sido de un 60% y salvo el pasado mes de septiembre, todos los demás meses han sido de pérdidas", explica el restaurador Javier Campos, propietario del restaurante La Ermita de la Candelaria.

Javier Campos, en La Ermita de la Candelaria. MANUEL MURILLO

Otra circunstancia que agudiza el panorama económico, según Javier Campos, es que la prestación de los créditos ICO "está consumida" y esta es una razón más para la urgencia en la llegada de las ayudas. "Sin los ERTES y sin las ayudas sería la quiebra", sostiene este restaurador, que espera que la cuarta ola no arrecie demasiado y se pueda trabajar. El toque de queda a las 23.00 horas y el cierre de bares y restaurantes a las 22.30 horas, también les está haciendo mucho daño económicamente, junto con la ausencia de turistas y de congresos. "Ese cierre a las 22.30 horas es terrible, porque no tenemos costumbre de cenar tan temprano. Nosotros hemos decidido no abrir por las noches, porque nos cuesta el dinero", apunta Campos.

Los artesanos: Sin luz al final del túnel

Por su parte, los artesanos de Córdoba también están viviendo una realidad, cuyo color es el negro. "No se ve la luz al final del túnel. Cada vez se alarga más y los pocos ahorros que teníamos van desapareciendo. No vemos una solución", explica la presidenta de la Asociación de Artesanos de Córdoba, Luisa María García. La asociación que tiene su sede en el Zoco confirma que está cerrado para minimizar todos los gastos. "Los artesanos nos estamos comiendo los ahorros o viviendo de la familia. La situación está francamente mal, ya que vivimos de vender al turista, en las ferias, mercados y Navidad. Y no hemos podido vender. Espero que las ayudas lleguen rápido", afirma Luisa María García.

Luisa María García, en su taller de artesanía. MANUEL MURILLO

Para el propietario del bar Santa Marina, Jesús Murillo, la ayuda de la Junta "nos va a dar un respiro para los gastos fijos como el alquiler". Calcula que las ventas han caído más del 20% en su negocio "pequeño" y se muestra feliz por haber podido sacar del ERTE a sus tres trabajadores. En su opinión, tener que cerrar a las 22.30 horas "coarta mucho las ventas y se nota mucho en la facturación".

Jesús Murillo, en el bar Santa Marina. MANUEL MURILLO

La Junta ha recibido hasta las 13.00 horas de este jueves un total de 1.877 solicitudes desde empresas cordobesas, de las cuales  1.102 han sido del sector del comercio y 775 de la restauración.