Hace un año se declaró el estado de alarma. ¿Qué cree que se ha hecho bien y qué se debería haber evitado?

Es difícil determinar qué está bien o mal hecho, puesto que al tratarse de una pandemia sanitaria con un virus nuevo nadie es capaz de controlar su comportamiento. Ni siquiera cuando creemos conocer un poco más, vemos cómo se vuelve a recaer. Lo que sí se está comprobando es que la reducción de la movilidad es la manera más eficaz que tenemos de contener su propagación, ya que se está viendo que reducir el contacto entre las personas es la medida más eficaz, porque el contagio, cada día está más identificado, se produce por los aerosoles. Puede ser que en determinados momentos durante el pasado año se debería haber mantenido las medidas de reducción de la movilidad. La experiencia ha marcado dos puntos importantes: después del verano y de la Navidad. Es cierto que tenemos que tener en cuenta muchos factores, como la economía, puesto que no estamos hablando de las fortunas, sino de las familias, de que salgan a adelante, ya que hay que pagar luz, agua, la cesta de la compra, vivienda... Luego está la responsabilidad de la gente, que en el caso de La Carlota, en gran medida, ha cumplido, aunque siempre haya alguien que no esté por la labor, pero son de los pocos. El problema de esto es que el virus no sabes por dónde te puede llegar. Pero lo que sí hay que hacer es tomar decisiones firmes, sean cuales sean. En este sentido, en el Ayuntamiento de La Carlota tomamos las medidas que podíamos antes de la declaración del estado de alarma del 14 de marzo de 2020 y, ahora, en febrero de 2021. Prudencia, ésta es la palabra clave.

¿Qué considera prioritario en esta nueva etapa en la que nos encontramos?

Pilar base, la vacunación. Hay que alcanzar la inmunidad de rebaño.

¿Se muestra optimista con una pronta recuperación de la economía de su localidad?

Esta es la consecuencia colateral de la pandemia, que la economía se ha resentido, puesto que ha dejado en jaque a muchas empresas y con sectores muy afectados como la hostelería y el turismo. Las administraciones deben tener en el punto de mira la necesidad de ofrecer ayudas, que ya se están anunciando, pero con agilidad para que lleguen a las familias. Es necesario para la recuperación que estas familias que peor lo pasan sigan adelante para que la economía vuelva su curso más o menos pronto. No se puede normalizar.

¿Cuál ha sido para usted la mayor enseñanza de esta situación?

Hemos visto la importancia de un sistema público de servicios fuerte, en este caso la sanidad, como siempre hemos defendido desde el Partido Socialista.