- Hace un año se declaró el estado de alarma. ¿Qué cree que se ha hecho bien y qué se debería haber evitado?

- Hablamos de una situación extraordinaria. Desde esa perspectiva hay que valorar el esfuerzo que hemos realizado como sociedad tanto en prevención sanitaria e investigación como en responsabilidad ciudadana, respuesta institucional y solidaridad. Supongo que son muchas las cuestiones que se pueden mejorar, como en todo. Como alcalde, lo que quizá he echado más en falta es que a las administraciones locales no se nos haya dado el protagonismo que merecemos. Ni fue fluida la información al principio ni tenemos aún el respaldo financiero que necesitamos como administración más cercana al ciudadano.

- ¿Qué considera prioritario en esta nueva etapa en la que nos encontramos?

- Creo que las claves se mantienen y hasta que haya mayores certidumbres lo más importante es la prevención rigurosa y seguir aplicando medidas para reactivar la economía y para ayudar a las personas y sectores más golpeados por la crisis. Lo más importante en lo económico es no perder tejido productivo. Los empresarios, los profesionales y las familias deben estar ahora en el centro de todas las políticas públicas. También creo que hay que mantener la capacidad inversora, clave para dinamizar los municipios. Pero sin olvidar las medidas de prevención.

- ¿Se muestra optimista con una pronta recuperación de la economía de Córdoba y por qué?

- Aún son demasiadas las incertidumbres como para hacer previsiones fiables. Sí veo indicios de mejoría y algunas noticias que nos hacen ser optimistas. Creo que nuestra provincia y municipios como Pozoblanco tienen gran capacidad empresarial y que sus empresarios y profesionales nos han dado una lección de profesionalidad y rigor. Son fundamentales en un momento como este y hemos de estar a su lado apoyando sus necesidades. Estoy convencido de que remando juntos, apostando por la estabilidad y el diálogo, vamos a salir adelante y recuperaremos el camino del crecimiento y la creación de empleo que en municipios como el nuestro teníamos antes de que comenzase la crisis sanitaria.

- ¿Cuál ha sido para usted la mayor enseñanza de esta situación?

- Que en las cosas pequeñas está la felicidad. Creo que esta crisis nos ha permitido darnos cuenta de los grandes tesoros que tenemos en nuestro día a día y que a menudo no valoramos. Un abrazo, un beso, disfrutar con la familia o los amigos... Quiero pensar que esta crisis ha servido para valorar esas cosas pequeñas de la vida que en el fondo son lo más importante.