Desde ayer lunes, un avión laboratorio, un Beechcraft 300 Super King, surca el cielo de Córdoba. Su misión es realizar maniobras de despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Córdoba de cara a la implantación de la carta de aproximación, que es un sistema que aún le falta a pesar de tener la pista ampliada, poder ofrecer vuelos nocturnos y poseer el sistema AFIS, que es el que permite las operaciones comerciales. La carta de aproximación es una demanda por parte de las compañías aéreas y una petición reiterada de la plataforma ciudadana Aeropuerto de Viajeros, Ya!

Enaire lleva trabajando desde hace más de dos años en implantar la navegación por satélite en Córdoba y para ello solicitó el diseño de lo que se denomina «procedimientos de vuelo por instrumentos», ya sea «convencionales» o «satelitales», o «navegación basada en prestaciones» (PBN), que permiten realizar operaciones con condiciones meteorológicas adversas. Ahora mismo el aeropuerto se usa en condiciones visuales, lo que significa que el despegue y el aterrizaje depende de la visibilidad que tenga el piloto.

La implantación, pensada para el 2020, no es fácil. Durante el proceso han surgido complicaciones como la entrada en vigor de un reglamento europeo que establece nuevos requisitos de seguridad y la cercanía del campo de tiro de Cerro Muriano. Enaire ha estado trabajando desde entonces en la carta de aproximación y en buscar medidas que permitan compaginar el tráfico civil y militar. En paralelo ha hecho falta actualizar el mapa de obstáculos del aeropuerto.

Aunque ahora no es el mejor momento para implantar vuelos regulares por la situación de crisis provocada por el coronavirus, hay que recordar que una compañía que ha mostrado interés por el aeropuerto, Air Nostrum, reconoció antes de la pandemia que volvería a poner la vista en él si contara con carta de aproximación. El tiempo en que tardará en implantarse no se sabe. La última fecha que barajaba Enaire es el 2022. Todo dependerá de los resultados de este avión laboratorio y de los permisos que aún hacen falta, que no son pocos.