Este lunes, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La conmemoración del 8M pone en valor la lucha de la mujer por su participación y emancipación en la sociedad. Resurgir es un nítido exponente de esta permanente batalla por los derechos de la mujer en nuestra ciudad. Es una asociación cordobesa que nació en el año 1998 y que trabaja con mujeres en situación de exclusión social.

El colectivo emerge como una comunidad que trabaja con voluntarios y mujeres beneficiarias. Su principal objetivo desde su nacimiento es la lucha por formar a mujeres para que sean autosuficientes. «El fin fundamental es que ellas sean autónomas y puedan embarcarse en el mercado laboral», explica su presidenta, Lola Castillo. Es esencial también la preparación de estas beneficiarias para que se valgan por sí mismas en su vida familiar y que se sientan parte activa de la sociedad en la que viven.

Muchas de las mujeres que hoy componen Resurgir llegan a la asociación derivadas por los Servicios Sociales. Otras se acercan gracias a la relación con compañeras que atraviesan su misma situación y que ya forman parte de la asociación. Un factor muy llamativo es que en Resurgir tienen parte activa tanto el voluntariado como las mujeres beneficiarias, ya que entre ambos grupos se consensúan las actividades y se determina el devenir de la asociación.

Una gran familia

Lola Castillo destaca que Resurgir es mucho más que un colectivo que trabaja con este tipo de mujeres y lucha por hacerles un hueco digno en sus respectivos ámbitos. Es una verdadera familia. Cuando una mujer entra a formar parte de la asociación emprende un apasionante camino que la conducirá a sentirse orgullosa y realizada. En primer lugar, reciben atención educativa y, sobre todo, asistencia psicológica de autoayuda y autoestima. «Ellas llegan machacadas, sintiéndose una lastra por las situaciones sociales que han vivido y las envuelven. Resurgir lucha por que se sientan bien consigo mismas y se integren en una sociedad diversa, donde sus derechos son fundamentales», asegura Lola Castillo. También es vital su formación en labores, promocionando el aprendizaje de costura, taller de cocina, higienización y salud, alimentación... El colectivo cuenta con un amplio grupo de voluntarios de todas las ramas que proporcionan una formación elemental: médico, pediatra, psicólogos, maestros y educador social, entre otros.

Una vez que las mujeres sanan las heridas que su pasado y la situación social les marcan, la asociación trabaja para que sus usuarias vivan en una sociedad en la que reivindiquen una igualdad educativa, salarial y de promoción laboral. «Resurgir deposita en las mujeres los instrumentos necesarios para que ellas luchen, salgan de la situación que tienen y se sientan realizadas y orgullosas, pero es fundamental su tesón y su actitud para hacer frente a los problemas», recalca su presidenta. Cuando las mujeres de Resurgir cumplen sus metas y logran dejar atrás una etapa difícil, son ellas las primeras en extender una mano amiga a nuevas compañeras que se unen a la asociación. «Les muestran que es posible resurgir y alcanzar una vida mejor», enfatiza su presidenta.

El reparto de alimentos es una de las tareas de Resurgir.

La presidenta de Resurgir, Lola Castillo.

A la lucha perenne de Resurgir por el futuro de sus mujeres se une una batalla interna para salir adelante en estos tiempos difíciles. «Nosotras estamos volcadas en ayudar a nuestras mujeres, pero atravesamos una situación en la que los medios se nos acaban y necesitamos mucho apoyo económico», señala.

Las subvenciones concedidas en el 2020 aún no les han sido ingresadas y los voluntarios económicos habituales también pasan por una época ardua que ha llevado a vivir una profunda crisis en sus empresas y negocios.

Resurgir tiene un local social donde desarrolla todas sus actividades y almacenamiento de alimentos y material, situado en la calle Músico Ziryab. Este inmueble es alquilado y la asociación encara un problema cada vez mayor cuando tiene que hacer frente al pago.

Además de la lucha constante por hacer ver a las mujeres que pueden salir de una situación que les atormenta, una de las parcelas más duras de Resurgir es el reparto de alimentos. «Se parte el alma cuando en un reparto escuchas a un niño alegrarse porque al ver los cartones de leche dice a su madre: ‘¡ya no la vas a tener que mezclar con agua!’», comenta afligida Lola. La situación de la pandemia ha recrudecido la actividad cotidiana de Resurgir, ya no solo se trata de ayudar a sus mujeres, sino que también prestan auxilio a las familias de estas. Se ha triplicado el número de familias que acuden a la asociación buscando ayuda y alimentos. «Cada vez son más familias pidiendo asistencia y lo más duro es ver que incluso algunas de ellas ayudaban antes en muchas campañas de la asociación, y ahora son las que necesitan amparo».

Además de las subvenciones que reciben por parte del Ayuntamiento de Córdoba y demás organismos oficiales, Resurgir trabaja incansablemente en obtener fondos para su mantenimiento. Sus propias mujeres llevan a cabo labores de costura que venden al público, ofreciendo productos hechos a mano.

El último evento que han celebrado ha sido su primera Carrera Solidaria el pasado mes de diciembre, que fue virtual y contó con el madrinazgo de la atleta olímpica Belén Recio e importantes figuras de la talla de Pepe Reina, Vicente del Bosque, Vicente Amigo o Rafa Taleguilla se sumaron a apoyar y promocionar la causa de manera pública.

Una lucha incansable

El 8M es un día marcado en rojo en el calendario de Resurgir. «Es un día para recapacitar sobre el papel de la mujer en la sociedad. Cada vez queda menos, pero aún hay que seguir luchando de forma dura para que nuestras mujeres ocupen el lugar que merecen», señala Lola.

Su lema es Despertando esperanzas, pues, como explica, «siempre hay un momento para despertar y resurgir de cualquier problema y de cualquier situación. Necesitamos un mundo mejor y más igualitario. Con nuestro tesón y nuestra lucha es posible».