Se cumple un año de pandemia de coronavirus pandemiacoronavirusen Córdoba. Doce meses en los que la aparición de un nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 (covid 19), con epicentro inicial en Wuhan (China) ha destrozado las vidas y sueños de numerosas personas. Un virus que ha requerido que muchos sectores esenciales, sobre todo el sanitario, estén entregados no solo al 100%, sino a un mil por cien.

El 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la pandemia, una crisis sanitaria que además de ocasionar graves consecuencias en la salud, está generando negativas repercusiones sociales y económicas por el gran número de personas que se ha quedado sin empleo, sin negocio o que necesita ayuda constante para subsistir.

Desde el punto de vista sanitario, la pandemia del coronavirus (entre marzo del 2020 a 5 de marzo del 2021) se puede resumir en Córdoba en 43.725 casos positivos de la infección (teniendo la mitad de los contagiados más de 45 años). También ha habido 866 defunciones (de las que 322 - el 37,1% del total- han sido de usuarios de residencias de mayores o de otro ámbito sociosanitario, y un 92,2% de los 866 decesos han correspondido a personas de más de 65 años. Por su parte, se han anotado 3.775 hospitalizaciones -de las que 439 han requerido estar en uci, 11,6% del total- y apenas una decena de esos 3.775 ingresos han afectado a niños de menos de 14 años (0,2%), teniendo la mayoría más de 50 o 55 años, aunque también ha habido casos en más jóvenes y sin patologías previas.

Las fases

Una pandemia que hasta el momento se ha desarrollado en tres olas. La primera se desarrolló fundamentalmente entre marzo y mayo y coincidió con el confinamiento, con el Estado de Alarma aprobado por el Gobierno central y con una gran falta de equipos de protección, por lo que los contagios se centraron en residencias, centros sociosanitarios y en profesionales esenciales, como los de la sanidad.

Después vino una segunda ola, que se esperaba para otoño pero se adelantó a agosto, que disparó los contagios al no haber tantas limitaciones, y una tercera, que se ha desarrollado con bastante incidencia también, de momento entre enero y febrero, después de unas navidades con una relajación a su vez de las restricciones.

Los profesionales sanitarios, que han visto morir en Córdoba en lo que va de crisis sanitaria a dos médicos, una enfermera y una celadora, se encuentran resignados ante una inminente y probable cuarta ola, sobre todo si siguen celebrándose encuentros sociales, familiares y de otra índole, sin cumplir con las medidas preventivas frente al covid (higiene de manos, uso de la mascarilla o distancia social). Reuniones y celebraciones, que aunque por normativa, están limitadas a pocas personas en lugares públicos y privados, han demostrado ser origen de la mayoría de contagios, sobre todo en la segunda y tercera ola.

Reflejo de la magnitud de esta crisis sanitaria es que el servicio de Microbiología del hospital Reina Sofía (unidad que procesa las pruebas diagnósticas) ha analizado en el último año unas 200.000 PCR, un volumen de actividad que se traduce en una media de análisis diario de 700 PCR durante la segunda y tercera ola y en unos 300 diarios durante la primera ola, llegando a picos puntuales de 1.500 y 1.300 PCR en una sola jornada.

Sin embargo, los centros educativos, que estuvieron cerrados en la primera ola, han reflejado por ahora un índice de positivos covid muy inferior al que se hubiera podido esperar, al margen de que muchos de esos contagios en la enseñanza se han producido fuera de las aulas.

31.000 pacientes curados

En contraposición a las cifras de muertes y hospitalizados, 31.290 pacientes cordobeses aparecen en el registro de la Junta como curados tras un año de crisis sanitaria y otros 11.569 se encuentran en vías de recuperarse. El Reina Sofía tiene en seguimiento a cerca de 1.000 pacientes que fueron dados de alta, entre los servicios de Medicina Interna y Neumología.

La esperanza, sobre todo, está puesta en la vacunación frente al covid que, con datos hasta este viernes, había alcanzado al 3,5% de la población cordobesa (más de 27.000 personas), que ya tiene puestas las dos dosis.

Efectos de la vacunación

A pesar del plan aprobado por la Consejería de Salud de la Junta para cuando pueda acelerarse la vacunación, la lentitud con la que van llegando los viales está retrasando cada día más el momento en el que al menos un 70% de la población esté vacunada. Porcentaje a partir del que podría hablarse de inmunidad de rebaño (que un elevado número de personas sea inmune a un patógeno concreto, en este caso el covid-19).

José López Miranda, jefe de Medicina Intensiva del Reina Sofía, indica que las restricciones en las residencias de mayores y el efecto de la vacunación ha sido muy beneficioso frente al virus. Los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) reflejan que desde que empezaron a ponerse vacunas las muertes de usuarios de geriátricos han bajado un 58% en Córdoba y los contagios son mínimos, en contraste con noviembre, mes en el que murieron más de 70 mayores en residencias de la provincia y la Junta tuvo que medicalizar más de una decena de centros.

El origen

El primer caso de covid-19 en Córdoba, comunicado oficialmente por la Consejería de Salud, se registró el 10 de marzo del 2020, aunque en revisiones posteriores, el IECA tiene documentados dos positivos anteriores en febrero. La incidencia poco a poco empezó a crecer. Hasta junio 15 pueblos de la provincia habían logrado librarse del virus. Pero para septiembre la pandemia ya había dejado su huella en todas las localidades.

Las palabras de Valle García, directora gerente del Reina Sofía, hospital que ha registrado más de un tercio del total de las hospitalizaciones de lo que va de crisis sanitaria en Córdoba, podrían hacerse extensivas a las del resto de responsables de centros de salud, hospitales públicos y privados o investigadores, porque entre todos se está luchando contra un enemigo al que ha habido que conocer en tiempo récord para combatirlo.

Apoyo ciudadano

«El reto desde el comienzo ha sido hacer un frente común y unido para seguir ofreciendo lo que siempre hemos hecho: asistencia sanitaria del máximo nivel. Se priorizó la asistencia al paciente covid y esto obligó a los centros sanitarios a dejar de atender lo que no era tan urgente. Desde el primer momento sentimos el apoyo de la ciudadanía en forma de donación de materiales, aplausos, comida para soportar mejor las jornadas interminables. Estamos trabajando codo con codo con la Delegación de Salud, Imibic, distritos sanitarios, centros de salud u hospitales públicos y privados», resalta Valle García.

Ciencia cordobesa

Para la gerente del Reina Sofía, el incremento de casos en la segunda y tercera ola de esta crisis sanitaria se ha vivido con una mayor experiencia y habilidad para tratar a los pacientes que en la primera, gracias a la existencia de nuevos tratamientos. Estudios y ensayos clínicos, que en algunos casos tienen sello cordobés e impacto incluso internacional, como el Calcifediol, promovido desde el Imibic y el Reina Sofía, y con un importante beneficio para los pacientes. Juan de la Haba, responsable de investigación clínica del Imibic, destaca que este instituto ha participado en el último año en 25 publicaciones científicas, sobre investigaciones y tratamientos frente al covid, en revistas de alto impacto, lo que incluye el trabajo del Calcifediol.

«En la tercera ola hemos atendido un mayor número de pacientes que en las dos anteriores, pero hemos usado una unidad covid de hospitalización menos que en la primera (ocho frente a nueve) y las mismas unidades que en la segunda, por las mejoras en el aprendizaje del manejo del paciente con infección covid durante lo que llevamos de pandemia», recalca Valle García.

La atención a los pacientes covid en el Reina Sofía y en otros hospitales de la provincia, como los de Cabra o Pozoblanco, se ha beneficiado a su vez de inversiones concretas de la Junta para mejorar unidades claves frente a la pandemia como urgencias, bloque quirúrgico o UCI.

Aun entendiendo que la prioridad es poner freno al covid, en los últimos doce meses hay muchos cordobeses que se han sentido desamparados porque sufren otros problemas de salud distintos al coronavirus. Personas que perciben que la consulta telefónica, que se ha impuesto para restringir el trasiego de usuarios por hospitales y centros de salud y que es útil para otros trámites, no les aporta la tranquilidad que les proporciona ser estudiados presencialmente.

Este modelo asistencial ha ralentizado o incluso anulado en alguna ocasión la petición y evaluación de pruebas; la derivación a especialistas médicos; la realización de ensayos clínicos e investigaciones para patologías menos frecuentes, sin olvidar que viene siendo habitual que existan centros de salud con lista de espera de hasta 14 días para obtener una cita médica, incluso siendo la petición para atención telefónica. Problema que se debe, en gran parte, al grave déficit de médicos arrastrado de hace años y al creciente número de vacantes sin cubrir.

¿Cita presencial o telefónica?

Esta semana se recuperaba la posibilidad de pedir cita presencial con el médico de familia, aunque como estos mismos profesionales se encargan de recalcar, las consultas presenciales no han dejado de prestarse en el último año, siempre que la complejidad de la dolencia así lo requiriese. Mientras dure la pandemia, coexistirán consultas presenciales con telefónicas para evitar la propagación del virus. Consultas, pruebas y operaciones relativas a cánceres, problemas cardiacos, trasplantes, embarazos y partos, entre otras asistencias no demorables y prioritarias se han seguido atendiendo como antes de la crisis, pero con cambios organizativos.

En materia trasplantadora, a pesar del último año tan complicado, el Reina Sofía efectuó 185 injertos, un 14% menos que en el 2019, en el que el centro batió su propio récord. Y, a pesar del covid, el hospital llevó a cabo 49 trasplantes de pulmón, el dato anual más alto desde que se inició dicho programa. Sin embargo, otras intervenciones o consultas no tan urgentes se tuvieron que aplazar en la mayoría de hospitales.

Siempre que la incidencia del covid baja, como ocurrió entre junio y julio del pasado año o en los últimos días, el sistema sanitario reactiva la asistencia pendiente para dar respuesta a quienes aguardan una operación, una consulta o prueba.

La Consejería de Salud asegura que, a pesar del covid, la lista de espera quirúrgica en la provincia se redujo en diciembre del 2020 en 4.225 pacientes respecto al mismo mes del año anterior, pero actualmente sigue habiendo más de 11.000 usuarios pendientes de una intervención. De ese total, más de 1.800 aguardan una operación con tiempo máximo de respuesta de 90, 120 o 180 días, aunque el decreto que regula ese derecho se encuentra suspendido temporalmente por la pandemia. Además, otros 34.012 pacientes están esperando una primera consulta con el especialista, con una demora media de 52,2 días.

Daños de salud mental

La salud mental de muchos cordobeses, de todas las edades y condiciones socioeconómicas y culturales, también se ha deteriorado en todo este tiempo debido a las consecuencias de esta crisis en todos los aspectos de la vida. Si el confinamiento que hubo de marzo a mayo fue aceptado con resignación, la llegada de una segunda y tercera ola de la pandemia, ha agudizado aún más los casos de ansiedad y depresión y multiplicado las consultas en la sanidad pública y privada por este motivo. Por su parte, muchos pacientes que han sufrido el coronavirus están necesitando rehabilitación por la debilidad muscular que le queda, entre otros motivos, y personas que no han pasado el covid están requiriendo fisioterapia también por el abuso del teletrabajo.