Aunque no lo parezca, hoy arranca la Cuaresma, ese tiempo de espera que llevará a la Semana Santa. Una Semana Santa este año muy distinta, sin pasos en las calles y con la ilusión perdida por lo que debería de ser y no será.

A estas alturas ya se hubiesen celebrado distintos ensayos de costaleros, las casas de hermandad estarían abiertas de par en par para los días grandes. Si bien, este año no habrá limpieza de enseres, ni reparto de papeletas de sitio, ni nada que haga presagiar que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina.

Ante este contratiempo, las cofradías intentan sobrevivir, intentan darle normalidad a lo que no la tiene porque nada de lo que ocurre en estos días es lo natural de una Cuaresma. No obstante, en la medida de sus posibilidades, intentan celebrar los cultos cuaresmales a sus titulares, eso sí con medidas de seguridad y con aforo limitado.

Así lo tendrá que realizar hoy la hermandad de la Esperanza, cuyo titular, Nuestro Padre Jesús de las Penas, no podrá recorrer las calles de su feligresía como otros años. En esta ocasión será un vía crucis íntimo en el interior del templo, un acto que dará comienzo en la parroquia de San Andrés a las 18.00 horas.

Una misa de las cenizas distinta

También será distinta la misa de las cenizas. Este año por indicación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza, adaptándose a este tiempo de crisis sanitaria.

Así, una vez pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio». Tras ello, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada».

De este modo se celebrará hoy, a las 9.30 horas, en la Catedral, donde el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, presidirá la misa del Miércoles de Ceniza.

Misa en la Catedral de Córdoba, este Miércoles de Ceniza, presidida por el obispo. Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

Lo que sí han dado comienzo, con la normalidad permitida, son los cultos de Cuaresma. De este modo, a lo largo de esta semana, las parroquias de San Francisco, la Trinidad, la Compañía o San Pedro se llenarán de esplendor para rendir culto a los titulares de las cofradías del Huerto, Santa Faz, Santo Sepulcro y Misericordia respectivamente.

Unos cultos que semana tras semana irán desembocando en la Semana Santa. Para entonces se habrá vivido una Cuaresma muy distinta a lo que se acostumbra, una Cuaresma de puertas para adentro y con actos muy limitados. En este sentido, la Agrupación de Cofradías ha mantenido el programa de actos que incluye el vía crucis de las cofradías, que se celebrará en la Catedral el próximo sábado, o el pregón de la Semana Santa, un pregón muy distinto donde varios cofrades leerán textos de otros pregoneros.