La pandemia de covid-19 ha sumido a la joyería cordobesa -una columna importante de la economía de la ciudad- en la incertidumbre y la preocupación, tras registrar pérdidas de entre un 30% y un 70% de la facturación en el 93% de los casos. Hay empresas que han experimentado, incluso, hasta un 90% de descenso en los ingresos, según informa Milagrosa Gómez, presidenta de la Asociación de Joyeros de Córdoba San Eloy.
Cierres adelantados, calles vacías, ferias y actividades suspendidas, cambios de comportamiento, ERTE. El coronavirus y sus consecuencias han truncado la inercia que estaba impulsando un 2% de media al sector cada año. «La pandemia ha endurecido el marco de competencia de la industria y ha paralizado algunos planes de expansión, aunque no todos», explica la representante de los joyeros.
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Ante este panorama, la financiación bancaria mantiene con vida a algunas de las más de 400 empresas que ejercen la actividad en Córdoba. Y, aunque no consta ningún cierre, para Milagrosa Gómez la situación es «preocupante». «Son muchas las empresas que han recurrido a financiación bancaria y a la utilización de los ERTE, y es necesario que vean restaurada su actividad para poder salir adelante. Sería importante que se adoptasen medidas de incentivación del consumo y ayudas directas a las empresas, dado que las desarrolladas hasta ahora no han llegado de forma generalizada ni han tenido el efecto deseado», señala la presidenta.
A pie de calle, el sentimiento es de abandono. «Nadie se ocupa de los joyeros», dice Mercedes, de Gordillo Joyero. Y Manuel Gordillo señala: «Necesitaríamos una ayuda, que dijeran: oye, ¿qué os hace falta? Pues mira, simplemente un préstamo ICO a fondo perdido que lo vayas pagando con intereses, pero te lo deniegan». O, como añade Mercedes, «una promoción buena» para el sector.
Puerta abierta al ecommerce/
La pandemia y su correspondiente distanciamiento social ha cerrado persianas metálicas, pero ha abierto las puertas al comercio por internet. Para Milagrosa Gómez, «un escaparate on line para hacer frente a la caída de las ventas en las tiendas físicas. «El ecommerce se ha convertido en una herramienta clave desde el año pasado, acelerando, como ya sabemos, cualquier estrategia que tenga que ver con esto». Y señala al trabajo de la asociación con las instituciones, como el convenio firmado con Imdeec para «la realización de un diagnóstico, acciones de consultoría y formación, etcétera». La ventana digital parece invitar al optimismo y es que, según la representante del sector, «el pasado año las ventas online de joyería, relojería y platería se dispararon un 47%, hasta 32,4 millones de euros, y progresan en la misma línea». Sin embargo, cuando desde los establecimientos se asoman, la impresión es muy distinta. En plena calle Cruz Conde, la policía cruza con su megafonía. Hay que quedarse en casa. Y lo que antes era un escenario complicado -cuentan desde varias tiendas- ahora es un desierto desesperante. Desde Serrano Joyeros confirman que la gente tiene miedo, que la pandemia ha fomentado la compra online y que el internet vende, pero no tanto.
Para una de las dependientas, que vivió la crisis del 2008, la situación actual no le sorprende, sino que le evoca tiempos pasados. «Hay quien funciona con eso, que lleva mucho tiempo, tiene una preparación...», explica Manuel Gordillo -de Gordillo Joyero-. Pero, al final, la gente lo que quiere es tocar la joya. Pero, aunque el año comience con «bastante incertidumbre, el futuro sigue estando en nuestras manos» señala Milagrosa Gómez, que no pierde el optimismo.
