Sin locuras en estos tiempos de pandemia pero con la cabeza alta. Así se recordará al Carnaval 2021 que ayer vivió en el Gran Teatro de Córdoba su principal y prácticamente único acto en vivo con apenas 150 asistentes, entre ellos el alcalde, José María Bellido, y que sirvió para que el mundo carnavalero cordobés, lejos de rendirse al coronavirus, lanzara un mensaje de solidaridad y esperanza a la sociedad cordobesa.

«Algo se tenía que hacer», afirmó al principio de la matiné el presentador, José Polonio Pepepo, resumiendo el atípico encuentro carnavalero frente a las tablas del Gran Teatro con un recital ajustado a lo que todos los artistas han tenido que adoptar en la pandemia para poder actuar. Un espectáculo unplugged (desenchufado), o si quieren en acústico, pero un formato que, sin embargo, permitió disfrutar del alma con el que los autores conciben las grandes obras del Carnaval.

Así, Fernando Abad, su hermana Julia y la guitarra de Rafael Montilla llevaron los sones más elegantes del carnaval del Campo de la Verdad, con un pasodoble inédito al maestro Julio Anguita que emocionó como pocos. Por su parte, Rafa Rojano, junto a Javier Ramírez, Jesús Ojeda y Alejandro Villegas trajo todo el arte y la sal de Cádiz sorprendiendo con su antología. Por último, Rafael Aranda El Talegilla dedicó su actuación al emblemático Miguel Amate, con pasodobles de esos que te tocan el corazón, te lo estrujan y luego te hacen un nudo en la garganta hasta que te obligan a soltar alguna lágrima mal disimulada.

Quién sabe. Quizá hasta se ha descubierto un nuevo formato para que los autores muestren, desde la simplicidad y la cercanía, en acústico, la calidad de su genio y su arte. ¿Por qué no?

Y eso que mucho antes de ayer, como recordaba Alfonso González, presidente de la Asociación Carnavalesca, se había intentado de todo en este 2021 para que el Gran Teatro y el Carnaval sirviese aún más a los cordobeses como vacuna contra la desesperanza, como un certamen no competitivo de antología de agrupaciones. En su lugar se optó por la gala matinal de ayer, la exposición itinerante en centros cívicos de Jaime Urbano (el fotógrafo del Carnaval), un CD recopilatorio de los primeros premios de los últimos años, un vídeo promocional y una ambiciosa Historia del carnaval cordobés en elaboración.

Capítulo aparte ha sido el esfuerzo desde medios de comunicación, canales y redes sociales para mantener vivo este año el legado de la fiesta. Impagable el esfuerzo de Onda Mezquita o las semanas de trabajo previo y horas de emisión de PTV con Rafael A. Butelo y María Ángeles Mellado. Hitos a incorporar a la pequeña-gran historia del carnaval como la propia gala de ayer, que en el patio de butaca presidía un lema: «Carnaval sois todos los que estáis aquí». Y, efectivamente, todos los que estaban eran carnaval, aunque no estuvieran todos los que son.