El comercio ambulante no se libra de los descensos de las ventas que se han producido a nivel general en el sector por la caída del consumo debido a la crisis generada por el coronaviruscoronavirus y a las restricciones impuestas para controlar la evolución de la pandemia. Las asociaciones de vendedores ambulantes Comacor y Acamcor calculan que las ventas han descendido en torno a un 75% en relación a un ejercicio normal, sin pandemia, como lo fue el 2019.
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Tanto el presidente de la Asociación de Comerciantes Autónomos Ambulantes de Córdoba (Comacor), Antonio Torcuato, como el de la de Comerciantes Ambulantes de Córdoba (Acamcor), Juan Fernández, denuncian el daño que suponen los cierres perimetrales de municipios que se están produciendo desde el domingo pasado en los que superan la tasa de 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, hecho que se da también desde ayer, lunes, en la capital y que agravará más la difícil situación por la que atraviesa este colectivo.
Cerca de dos centenares de estos vendedores ambulantes se han acogido a las ayudas convocadas por el Ayuntamiento de Córdoba, que consisten en 275 euros para los que cuenten con una autorización de licencia, 550 para los que posean dos; 825 para los que tengan tres; y 1.100 para los que dispongan de cuatro o más. Según un informe de la delegación de Comercio, de los 193 vendedores que han demandado ayudas, este área ha pedido que aporten documentación complementaria a 55 solicitantes, mientras que ha denegado las subvenciones a 15 por no cumplir los requisitos para recibirlas. En total, y según fuentes de la delegación municipal de Comercio, el importe solicitado asciende a 112.470 euros, por lo que no se logra cubrir la totalidad de la cuantía que había prevista en la convocatoria publicada en diciembre y que asciende a 200.000 euros.
Para el presidente de Acamcor las ayudas son «ridículas» y «no llegan ni al salario mínimo» y más teniendo en cuenta que «los comerciantes estuvieron tres meses confinados, que sufren pérdidas y que las nuevas restricciones les afectan de lleno», ya que «cada vez que hay, nos perjudican». «Subsistir está siendo un milagro», lamenta Juan Fernández, que cifra en un 75% la caída de ventas. «Hay días en los que cuesta dinero ir al mercadillo», asevera.
Ante esta situación, Fernández reclama la eliminación de impuestos hasta que pase la pandemia, ya que «los compañeros no sacan ni para cubrir los gastos». A su juicio, «todos los alcaldes de la provincia debían no cobrar nada» por la instalación de puestos, además de dar más ayudas. Otra de sus demandas es poder realizar actividades extraordinarias en verano para recuperar de alguna manera parte de las ventas perdidas.
Por su parte, el presidente de Comacor asegura que las ayudas «son irrisorias y no acordes a la situación de pérdidas que vivimos», con una caída en las ventas detectada del 70%. Antonio Torcuato confía en que lleguen más incentivos, ya que, aunque en la actualidad se están montando el 100% de los puestos, hay limitaciones de aforo y las restricciones a la movilidad afectan. «Los municipios son muy importantes para nosotros», asegura Torcuato, que explica que el domingo pasado ya se notó en el mercadillo de El Arenal el cierre perimetral de algunos.
