Las clásicas rebajas de enero, uno de los momentos más esperados por todos los amantes de las compras y de los cholllos, han comenzado hoy jueves en Córdoba de forma muy distinta a otros años, con las tiendas sin aglomeraciones ni gran afluencia de gente en las calles. Y es que estos meses raros que vivimos debido a la pandemia también han afectado a esta tradición, que ya venía cambiando en los últimos años desde la liberalización de los periodos de ofertas que comenzó en el 2012.

Desde entonces son muchos los establecimientos comerciales los que comienzan sus descuentos mucho antes del 7 de enero, por lo que hoy no ha sido un día demasiado especial en cuanto a grandes bajadas de precios en estos centros, a los que muchos han acudido, sobre todo, a cambiar regalos de Reyes. En este sentido, Rafael Bados, presidente de Comercio Córdoba, reivindica al Gobierno central que se regularicen estos periodos de ofertas, "lo que sería muy importante para equilibrar el sector".

El desapacible día de lluvia y el miedo al contagio del Covid 19 tampoco han puesto fácil las cosas al comercio, que no ha vivido las típicas avalanchas de clientes, aunque aún tiene esperanza en remontar un año caótico en las próximas semanas, sobre todo el próximo fin de semana, en que las tiendas permanecerán abiertas, según señala Juan Valentín, del centro comercial abierto La Viñuela.

Una dependienta con mascarilla - A. J. GONZÁLEZ

"Las rebajas no tiene el atractivo que tenían antes, a lo que hay que sumar que este año el poder adquisitivo de los ciudadanos ha bajado mucho”, ha asegurado Valentín, que ha explicado que antes de Reyes ha habido “algo de movimiento”, aunque se ha estado muy lejos de las cifras de otros años. "Ojalá lleguemos a un 50 o 60% de ventas del 2020", ha anhelado.

Pocas colas y tiendas vacias

Pese a todo, no todos los comerciantes se muestran pesimistas y en algunas franquicias, donde las rebajas ya llevan varios días, se felicitan de sus últimos números. Este no es el caso de pequeños comercios como el de Ana Gallego, que lamentaba "que no hay nadie en las calles" y piensa que "los ciudadanos han salido en Navidad porque tenían ganas de vivirla, pero ahora se confinan de nuevo, que es lo que yo haría, la verdad”. Lleva 34 años al frente de su tienda y sus descuentos van del 30 al 70%, pero no cree que supongan el empujón de otros años. “Lo que hemos perdido no lo recuperaremos nunca”, dice Gallego.

Bajo los paraguas, en las calles más comerciales de la ciudad, las tiendas permanecían apenas sin clientes, por lo que casi no se han visto colas para entrar en los establecimientos, cuyo aforo está restringido debido a la pandemia, ni muchos ciudadanos con la clásica imagen cargados de bolsas. Un caso extraño era el de la tienda Bimba y Lola, donde las cuatro clientas que esperaban a sus puertas tenían muy claro lo que querían. "Yo vengo a buscar un abrigo que me ha encantado y voy a ver cuánto lo han rebajado", decía Carmen García, mientras otra joven, Susana López, esperaba encontrar sus botas soñadas a mitad de precio.

Sí se han podido ver grupos de jóvenes en busca de algo interesante en lo que invertir el dinero recibido el día de Reyes. “No sé muy bien lo que busco”, ha asegurado Pedro, que, junto a dos amigas, iba de tienda en tienda en busca de algún chollo. "La verdad es que no parecen rebajas, esperaba encontrarme más gente, estoy muy sorprendido", ha señalado este joven. Y es que mientras unos tienen muy claro lo que buscan, otros, como siempre, van "a ver que encuentran", como han asegurado Rita y Yolanda, dos amigas que tienen la costumbre de salir juntas de compras todos los 7 de enero.

"Este año hemos decidido dedicarnos a comprar cosas para la casa”, han comentado mientras entraban en una tienda de decoración. “Con la tercera ola de la pandemia que está al llegar apenas vamos a salir a la calle, así que no me merece la pena comprar ropa que no voy a lucir, prefiero adquirir cosas que me hagan estar más confortable en casa, que es donde más tiempo vamos a pasar”, decía Yolanda, enamorada de unos cojines que lucían en un escaparate a muy buen precio.

Hasta el 28 de febrero, los escaparates lucirán el cartel de Rebajas, aunque en muy pocos se ha reforzado la plantilla. "Vivimos tiempos de incertidumbre, no me atrevo a contratar a nadie", decía el dueño de una zapatería del centro. Y así han respondido casi todos los comerciantes, que esperan que los próximos días “estos se anime algo”, aunque sobrevuela el hecho de que una tercera ola de la pandemia pueda cambiar las reglas del juego y las restricciones horarias vuelvan a dar un duro golpe al comercio. Y este es uno de los temores de Rafael Bados, que reconoce "un flojo inicio de rebajas", entre otras cosas porque la meteorología no ha acompañado. Pero sobre todo, espera que la crisis sanitaria no empeore y detenga la actividad.