Para que ningún niño de las familias desfavorecidas del barrio del Guadalquivir se quede sin regalo de Reyes, la parroquia Santa Luisa de Marillac se ha puesto manos a la obra por segundo año consecutivo para conseguir que familias anónimas se conviertan en Magos de Oriente por un día.

Con la colaboración de los voluntarios del Movimiento Religioso Emaús, que han contactado con cordobeses interesados en aportar su granito de arena, el párroco de esta iglesia, Miguel David Pozo, ha logrado reunir juguetes y regalos que entre hoy y mañana se están repartiendo con el fin de que los padres de los niños los puedan entregar el día 6 a sus hijos. Entre los regalos, ha habido todo tipo de juguetes a zapatos, ropa y hasta algunas bicicletas, gracias a la generosidad de varias familias.

Pozo ha destacado la importancia de esta iniciativa en un año que ha sido especialmente duro debido a la pandemia, que obligó a miles de niños a permanecer confinados en sus hogares durante varios meses, algunos en condiciones socioeconómicas muy precarias. La donación, de carácter anónimo, se ha organizado de manera que un centenar de familias de Córdoba han comprado los regalos que habían pedido previamente los niños en sus cartas a los Reyes Magos.

Además de estos presentes, la parroquia ha recibido juguetes donados por una clínica dental de Aguilar y el Córdoba CF, que ha promovido este año una campaña de recogida coincidiendo con el año de la pandemia, y que se distribuirán mañana a familias que estaban en lista de espera.