El intenso frío no ha sido óbice para que los cordobeses salgan hoy a la calle en busca del sol, que ha iluminado con fuerza la ciudad y llenado las terrazas de bares y restaurantes, algo que ha celebrado el sector hostelero, uno de los más perjudicados por la pandemia del covid-19.

Otro factor importante ha sido la apertura del comercio hoy domingo, lo que ha provocado que muchos hayan aprovechado el día festivo para realizar las compras de reyes, eso sí, ataviados con gorros, bufandas y guantes, ya que la temperatura ha obligado a abrigarse.

Por otro lado, también se han podido ver a algunos grupos de turistas, la mayoría de provincias andaluzas, que se han decidido a visitar Córdoba este fin de semana. Uno de ellos, de Huelva, esperaba cola para entrar en el Alcázar, que solo se puede visitar con cita previa, que este grupo solicitó hace días. No se puede decir lo mismo de la Mezquita Catedral, cuyos guías turísticos apenas han tenido trabajo, aunque sí lo tuvieron ayer. “El sábado sí hubo grupos de Málaga y Sevilla", ha explicado una de estas guías, que ha asegurado que, pese a todo, "se nota algo más de movimiento".

El poder de la gastronomía

Y lo mismo piensan los responsables de los restaurantes de la zona, a los que la apertura del primer templo de la ciudad ha dado "algo de vida". De hecho, algunos visitantes han acudido a la ciudad con el único interés de disfrutar de la gastronomía, como la gaditana Gema Bernal, que hoy celebraba su cumpleaños con una amiga en el restaurante Noor, pero antes ha degustado algunos aperitivos típicos en las tabernas de la Judería, zona que ha despertado tarde pero con más ambiente que en semanas anteriores, cuando estaba casi desierta.

Ciclistas en el Vial Norte - FRANCISCO GONZÁLEZ

Pero si hubo algo que hizo salir de sus casas a los cordobeses fue la apertura del comercio, lo que también ha supuesto una inyección de optimismo para este sector, otro de los más afectados estos últimos meses. "Hemos aprovechado el día para hacer algunas compras, porque eso siempre sube la moral", decía Mari Carmen, que, junto a su marido y sus hijos, recorría las calles más comerciales de la ciudad, llenas de gente portando bolsas. “Como apenas hemos gastado nada este año en salir, nos vamos a hacer unos buenos regalos de Reyes”, señalaba Pepa, que paseaba junto a sus amigas "disfrutando de esta luz maravillosa", además de sentirse "muy contentas" por la llegada de la vacuna contra el covid-19, que ha comenzado a suministrarse en Córdoba y es algo "que hay que celebrar".

Los restaurantes también han visto mucho más llenas sus agendas, sobre todo en las terrazas, porque "aunque hace frío a la gente le gusta estar más fuera que dentro", ha explicado el propietario de uno de los establecimientos del Paseo de la Ribera, muy concurrido de grupos paseando y montando en bicicleta, algo que también se ha podido ver en el Vial Norte.

Y es que muchas familias han aprovechado el día para celebrar los encuentros típicos de estas fechas, más complicados este año debido a las medidas de seguridad impuestas por la pandemia. "No pudimos estar juntos en Nochebuena, por eso hemos decidido reunirnos hoy reservando dos mesas, una para los niños y otra para los adultos", ha explicado Paqui, feliz de compartir un rato con sus hermanos y sobrinos rodeada de un ambiente festivo que, al menos por unos momentos, ha hecho olvidar problemas y preocupaciones.