Aunque la información en torno a cómo se aplicará el plan de vacunación contra el covid de la Junta de Andalucía en Córdoba y el resto de las provincias andaluzas se ofrece con cuentagotas por parte de la administración, en las residencias de ancianos se lleva trabajando desde hace varios días en lo que les atañe de la planificación del procedimiento. De hecho, familiares y residentes de muchos de los centros sociosanitarios cordobeses están siendo o han sido ya consultados para firmar los consentimientos necesarios para recibir las dosis, a medida que estas vayan llegando. Durante las dos primeras semanas, la comunidad andaluza recepcionará casi 870.000 vacunas. Las primeras residencias en recibirlas serán las dos que se encuentran en la calle Buen Pastor de la capital cordobesa.

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En una de ellas, la Residencia San Juan de la Cruz de la Obra Pía de la Santísima Trinidad, se vacunará este domingo a 81 residentes. Los 60 trabajadores tendrán que esperar hasta el lunes, según confirmaba a este periódico una de las técnicos de la residencia, Eva María Quesada. Entre aquellos cordobeses que se convertirán en los primeros en recibir la primera dosis de la vacuna contra el covid están José Antonio y Antonia, un matrimonio de Espejo que lleva tres años viviendo en este centro. «Ilusionados» ante la noticia de que su residencia vaya a convertirse en una de las primeras en recibir la esperada vacuna, albergaban el convencimiento de que este paso les ofrecerá una «mayor esperanza» para el futuro.

Este sábado, las trabajadoras preparaban el espacio en el que se procederá a la vacunación: la capilla de este edificio del siglo XVI en la que se han retirado los bancos y se ha dispuesto una mesa para los profesionales que lleven a cabo la aplicación de las dosis.

Preparativos para la dispensación de la vacuna en la residencia - A. J. GONZÁLEZ

Mientras tanto, en la residencia Santísima Trinidad, en la calle Lope de Hoces, también hay cierta expectación, aunque no será hasta el lunes a las 10 de la mañana cuando se proceda a la vacunación de los residentes y del personal, al menos según les ha sido comunicado a estos por parte del centro.

Para Charo González, de 92 años, no es nada novedoso un proceso de vacunación, pues fue enfermera hasta los 60 años cuando se jubiló. Charo ya ha firmado el consentimiento y recuerda cómo la vacunación contra la gripe le ha servido durante años para esquivar esa molesta y peligrosa enfermedad para población de riesgo como ella. Charo lleva 10 años viviendo en la residencia donde asegura que ha rezado mucho para que «las personas inteligentes de esta época, los científicos, consiguieran pronto una vacuna contra el covid» que ha llegado «mucho antes de lo que creíamos». Dice Charo que «es una locura no vacunarse, puesto que parece que la vacuna es es el único remedio ante el virus. Sé que nos tenemos que morir, pero no con esta enfermedad horrible», afirma.

Pepe Solís, que dice estar «bien» y tener «un memorión» a sus 99 años, ha llevado bien el confinamiento, puesto que ha sentido cerca a su hija a pesar de las medidas restrictivas que se han impuesto para las visitas. Solís que, antes de trabajar en Cajasur, fue hostelero, saxofonista y batería, estudió Arte Dramático y colaboró activamente en la radio y medios de prensa escrita como Diario CÓRDOBA, dice que a su edad no le teme «a nada» y que recomienda a todo el mundo que se vacune pues es «la única forma de enfrentarse al virus». El lleva dos años en esta residencia, hasta donde llegó tras quedarse viudo. Solís afirma que se mantiene informado por los medios de comunicación de lo que conlleva el proceso logístico de la vacunación y espera que llegue el turno de su residencia para protegerse ante la enfermedad.

Vía telefónica, ambos manifiestan su esperanza de que la vacuna sirva a ellos, a sus compañeros y al resto de la sociedad para recuperar parte de la vida que teníamos antes de la pandemia. En sus casos, también para perderle cierto miedo al covid y seguir disfrutando sus días en esta residencia de mayores sobre la que no tienen queja y sobre la que aprovechan para elogiar el trato recibido por sus trabajadores y lo contentísimos que se sienten de estar allí en su día a día.