La Navidad, ya se sabe, trae consigo una serie de costumbres que repetimos cada año a modo de ritual, a veces con mucha y otras con ninguna gana. Costumbres como comprar los dulces típicos del momento o una botella de anís, también dulce, que en ocasiones ni se toca pero que queda muy bien para decorar la mesa y lograr una bonita estampa navideña, sobre todo si lleva un gorrito de Papá Noel, que viste mucho. Pero la Navidad es también el momento álgido de la lotería porque no hay ningún sorteo que supere la ilusión que genera el extraordinario del 22 de diciembre. Y es que todos soñamos con que una de esas voces blancas de los Niños de San Ildefonso cante nuestro número. No desesperen que, con suerte, algún día llegará.

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Pero la búsqueda de la suerte con el bombo parece que este año ha venido con retraso, porque hasta noviembre las administraciones no han comenzado a ver una clientela fluida preguntando por los décimos de este sorteo. La pandemia, según dicen, también se ha dejado notar en estos negocios.

Las administraciones de lotería que más venden en Córdoba, según Loterías y Apuestas del Estado, son las que se ubican en el centro de la ciudad, en el eje que va desde Ángel de Saavedra a Ronda de los Tejares, es decir, junto a Tendillas y en Cruz Conde. Si se para a pensarlo es lógico porque es en esta zona, en el centro, donde más gente se concentra tradicionalmente para realizar las compras navideñas, pero es también un paso habitual para el turismo.

Las restricciones y los cierres perimetrales han dejado fuera de juego durante un largo tiempo a los locales comerciales de este entorno y también a las administraciones de lotería, que este año han echado de menos a los clientes de la provincia, por poner un ejemplo.

María Luisa Palominos y Andrés Muñoz son los responsables de la administración número 8, la ‘Siroco’ de toda la vida de Ronda de los Tejares, que ahora quiere dejar su huella con el nombre ‘La brujita del Sur’. Llevan poco más de un año en este negocio, desde septiembre del año pasado, pero Andrés dice que empezaron con mal pie dado que después de la pasada Navidad llegó la pandemia y la cosa fue decayendo. La lotería de Navidad se puede comprar ya en julio, pero destaca que hasta noviembre no ha empezado a ver movimiento porque a pesar de que están en Internet, las ventas semanales han sido alrededor de un 30% inferior a las del pasado año.

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En el otro extremo, en Las Tendillas, está Juan Francisco León, responsable de la administración más antigua de la ciudad, ‘El gato negro’, que abrió a principios de los 60. Lleva en el negocio toda la vida, porque antes de él estuvieron sus padres, así que conoce bien el asunto. Indica que la cosa «esta regular», porque «yo creo que hay poco dinero, la gente también está asustadiza y no es buen año para nadie. Para la lotería tampoco». Y junto a ello menciona el turismo. Recuerda, por ejemplo, que en años anteriores «era tremendo» ver la cantidad de madrileños que compraban los décimos de Navidad en su establecimiento durante el puente de la Constitución. En este 2020 no ha habido ni rastro de ellos, lógicamente. Aunque señala que «aún es pronto para decirlo», estima que las ventas han bajado «un 40%, si no más».

Coincide con él Manuel Conde, gerente de la administración número 15, ‘La Niña Bonita de Córdoba’ en Cruz Conde. «Desde marzo a mayo hemos estado sin operar, cuando se inició en mayo fue una venta escalonada y en la campaña de Navidad, durante el verano, que es cuando más movimiento hay, no había turistas ni movimiento de gente de los pueblos de la provincia». Por ello «hemos empezado la parte fuerte de la campaña de Navidad prácticamente en noviembre».

Todos ellos confían en que la cosa repunte y, por supuesto, en que el Gordo, este año, lo repartan ellos. Suerte para todos.