Córdoba se mantiene como la tercera provincia de España con un mayor porcentaje de contratos temporales, al contabilizar hasta el pasado mes de noviembre 393.981 contrataciones, de las que un 96,8% tuvieron duración determinada y un 3% fueron indefinidas, de acuerdo con los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal. La información pone de relieve que la provincia continúa a la cabeza del país por esta característica de su mercado laboral e indica, además, que solo dos territorios andaluces obtienen peores resultados. El primero es Huelva, con un 97,8% de contratos temporales, y le sigue Jaén, con el 97,4%. Estos porcentajes son más elevados que el obtenido para Andalucía, donde el 95% de los contratos concertados hasta noviembre fueron temporales, y en España, donde fueron el 90%.

La temporalidad registrada en la provincia en lo que va de año se aproxima al 96,9% alcanzado en el 2019, cuando se formalizaron 568.860 acuerdos laborales suscritos por 181.326 trabajadores. De este modo, en ese ejercicio (el último para el que el Observatorio de las Ocupaciones ha publicado un informe anual) Córdoba experimentó un aumento de la rotación hasta los 3,14 contratos firmados por trabajador, la cifra más alta de la última década y superior a la andaluza, con 2,98 contratos por empleado, y la española, con 2,93.

Acerca de este último aspecto, las cifras del SEPE ponen de relieve que el 45% de los trabajadores de la provincia (82.086 en términos absolutos) suscribieron un solo contrato durante el año pasado y en el extremo opuesto se encuentran un 2% de profesionales (3.699) que firmaron más de 15. Un 18% de los trabajadores concertó una media de 10 contratos el año pasado.

Menos de una semana

En esta línea, otros aspecto llamativo del empleo generado en la provincia es que en torno a 104.400 contratos duraron una semana o menos en el 2019, lo que representa casi una quinta parte del total de los temporales.

Al hilo de esta situación, hace algunos días el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció que el Gobierno de España baraja la posibilidad de penalizar (con una tasa) a aquellas empresas que dan de baja los contratos de sus trabajadores durante los fines de semana y los vuelven a dar de alta los lunes con el objetivo de ahorrar el pago de cotizaciones a la Seguridad Social.

Esta propuesta ha sido, en principio, bien acogida por los sindicatos CCOO y UGT en Córdoba. En este sentido, el secretario de Empleo de CCOO, Manuel Merino, manifiesta que «hay que ver la letra menuda, puede haber alguna actividad que necesite contratar tres días, pero sí hay que vigilar que no se contrate al trabajador por obra y servicio, lo den de baja en festivos y lo contraten el lunes para que siga con la misma actividad».

Consultado por los efectos de esta práctica, afirma que «tiene una repercusión bastante importante sobre los trabajadores, que tienen menos días de cotización. Esto les cuenta para sus prestaciones, para la jubilación o el desempleo». Además de esto, destaca que las empresas deben comunicar las bajas, «pero se suele dar mucho que no se comunican al trabajador». Aunque este conozca la situación, «sabe que si no lo acepta, el lunes no va a trabajar», lamenta.

Merino indica que «otro dato interesante es que más de un tercio de los contratos temporales son a jornada parcial», lo que se traduce en muchas ocasiones en «horas de trabajo que no están declaradas. Cuando llega la inspección, siempre se dice que está dentro de esa media jornada, porque no se indica el horario. El ahorro es fundamentalmente para el empresario, en las cotizaciones, los trabajadores suelen estar obligados a ello», señala, apuntando a «la situación de falta de empleo y de precariedad» del mercado laboral cordobés. En cuanto a los sectores donde más se localiza esta problemática, Manuel Merino alude a la construcción, la hostelería y el comercio, donde «se dan muchos casos» en los que los profesionales están contratados a media jornada y los fines de semana no cotizan.

También en el sector público

De su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Jaime Sarmiento, valora como «positivo» el nuevo paso del Ejecutivo para perseguir el mal uso de la contratación temporal y recuerda que, «en principio, se habló de los contratos finiquitados el fin de semana para no pagar las cotizaciones, algo que suele suceder tristemente en las pequeñas y medianas empresas en sectores como la hostelería, pero posteriormente el ministro ha abierto la puerta a servicios públicos como la sanidad o la educación, que están sometidos a mucha rotación».

Entre otras ideas, este sindicato considera que «la actual legislación es un terreno abonado para el abuso y el fraude en la contratación temporal», y reivindica un cambio de la normativa «tasando con absoluta claridad las causas de la contratación». Sarmiento asegura que «es imposible que las personas puedan disfrutar de un mínimo de estabilidad cuando no saben cuándo ni por cuánto tiempo van a trabajar» y, sobre los sectores más afectados por la temporalidad, comenta que «podemos citar los relacionados con los servicios, hostelería y restauración, que forman el grueso del mercado laboral cordobés, y nos tememos que también la construcción. Tampoco podemos olvidar el sector público», añade.