Hace ya casi dos siglos que Charles Dickens relanzó con su Cuento de Navidad el concepto moderno del tiempo que se acerca, en el que las buenas personas, por encima de sus creencias religiosas, están llamadas a compartir y hacer el bien al prójimo. En el año del covid, las medidas de seguridad han obligado a suspender muchas actividades solidarias que tradicionalmente se organizaban por estas fechas, ya que no es posible garantizar las condiciones sanitarias, aunque los colectivos se han reinventado y, prescindiendo de las acciones más lúdicas, han priorizado que los bienes básicos lleguen a todos los hogares. Así, las personas sin hogar tendrán este año, además de un lugar asegurado para dormir, gracias a que el toque de queda llevó al Ayuntamiento a ampliar las plazas existentes con otras en hostales, el sustento garantizado. Junto al comedor social trinitario, Cáritas y Cruz Roja, que ofrecerán menús especiales a sus usuarios estos días, hay iniciativas de diversos colectivos centrados en preparar la mesa de los que más lo necesitan.

La más llamativa quizás sea la que se ha puesto en marcha desde la cuenta de Twitter @cocinillasccf, junto a Hostecor, el Ayuntamiento, Asfaco y el Córdoba CF, aliados para recoger donativos y preparar un menú realizado por cocineros de prestigio que se entregará a 500 personas en situación de necesidad. En los barrios más desfavorecidos, la maquinaria se puso en marcha hace tiempo. La asociación de vecinos La Mirada del Sur, que habitualmente prepara de forma colectiva rosquillas para la Navidad, ha suspendido esta acción por miedo a que la concentración de personas derive en algún contagio. A cambio, «habrá cestas de comida bien cargadas con productos cárnicos de todo tipo para unas 35 familias», asegura su presidente, Manuel Sierra, «ya se han repartido alimentos a 30 hogares gracias a una campaña que han realizado en La Salle y estamos preparando otra entrega con un donativo que hemos recibido». A Sierra le preocupa lo que vendrá después de la Navidad. «El mes de enero va a ser muy duro», asegura. En la iglesia Santa Luisa de Marillac, del polígono Guadalquivir, Miguel David Pino, también ha suspendido el cocinado conjunto que se hace previo a la Nochebuena aunque su párroco ha reinventado la tradición. «Daremos vales de dinero para que ellos hagan la compra y un grupo de niños hará una masterclass por televisión (Procono) para hacer galletas». En San José Divino Obrero, Antonio Murillo, hará lo propio este sábado, entregando las viandas para menús especiales a más de 200 familias. Ambas iglesias han puesto en marcha un sistema que implica a personas con recursos que regalarán de forma anónima a los niños de familias desfavorecidas juguetes nuevos. Advierten de que aún hacen falta voluntarios.

En la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, del Parque Figueroa, repartirán comida caliente mientras en la zona del Alpargate, la plataforma Todos por Córdoba entregará a sus usuarios junto al lote semanal, cava, surtido de dulces, solomillo y una tarjeta de 150 euros donada por la fundación Mapfre para regalos a los niños y algún extra de estas fechas y la parroquia de la Trinidad a los suyos, un lote especial con más carne y avíos.

No solo las entidades religiosas están arrimando el hombro, también muchos colectivos ciudadanos de voluntarios como el comedor del centro social Rey Heredia tiene previsto entregar la semana próxima los lotes de comida especiales para la Nochebuena y Navidad. Además, tras el donativo de una gran cantidad de chucherías por parte de una tienda que ha cerrado, la cesta se completará con un obsequio dulce para los niños, ya que este año no habrá reparto de juguetes. Pero si importante es poner la mesa, también lo es que los niños no pierdan la ilusión en un año tan devastador como este. Por eso, junto a muchas parroquias, distintos colectivos están inmersos en esa meta. Es el caso de Te lo Regalo Córdoba, que este año ha tenido que renunciar a su visita a los mayores de las residencias «con todo el dolor de mi corazón», confesaba su presidenta, Ana Moles.

En esta tesitura, se ha volcado en los niños y ha organizado un riguroso protocolo anticovid para la entrega de juguetes nuevos a unos 700 menores de Córdoba. Cruz Roja, la asociación Humanos y también el Córdoba CF están en ello. El objetivo, que ningún niño se quede sin regalo el día de Reyes. Solo queda esperar que pese a los envites laborales y personales del 2020, la mecha de la solidaridad no se extinga.