Hosteleros y comerciantes de la Judería se han reunido para reflexionar sobre la dura situación que atraviesan los negocios de la zona, buscar soluciones y reclamar ayudas específicas para “salvar” la zona durante el mes de diciembre al Ayuntamiento de Córdoba.

La reunión, que se ha celebrado en la plaza Santa Catalina, ha contado con más de una veintena de propietarios de la Judería y que se han organizado ante “la desprotección” a la que, dicen, haberse visto sometidos durante los meses de crisis y, especialmente, de cara a la Navidad.

Los propietarios, representados por Laura Roda, de Doble de Cepa, han denunciado el “desentendimiento” del Ayuntamiento de Córdoba que habría decidido no poner alumbrado, ni decorar el barrio como años anteriores “para evitar aglomeraciones”. Creen que la Navidad es un momento crucial para la supervivencia de estos negocios y que si también la pierden muchos estarán destinados al cierre. “Con cada cierre perdemos todos”, ha afirmado Roda.

Con motivo de la cercanía a las fechas y de las nuevas problemáticas a las que se enfrentan -sumadas a las que vienen padeciendo desde el pasado marzo-, los propietarios han decidido unir sus fuerzas para presionar a las administraciones competentes y buscar soluciones creativas entre todos para apoyarse. Entre otras, piden que se desarrolle una campaña publicitaria que invite a consumir en la Judería, que se subvencionen parte de los viajes a la zona y que se destinen aparcamientos que antes eran para autocares de turistas al aparcamiento de visitantes de la zona.

Por su parte, Pedro Pablo Fernández, vicepresidente de Hostecor y propietario de Los Patios de La Marquesa -que cerrará definitivamente el 31 de diciembre a causa de las graves consecuencias que ha sufrido el negocio por la crisis- ha manifestado que la Judería está viviendo la crisis de una manera particular y que, como tal, “se requieren soluciones específicas”. Así, afirma, "tenemos la obligación de trasladar esta situación tan dramática al Ayuntamiento. Una de las demandas más lógica es que se destine una partida de remanentes en forma de ayudas directas a los propietarios del Casco Histórico”.