El comprador de una vivienda en los barrios nuevos paga una media de 4.000 euros de más por el sistema de recogida neumática de basura, que, paradójicamente, no puede utilizar ni hay perspectivas a corto plazo de que lo haga a pesar de que el Ayuntamiento se comprometió en el anterior mandato a impulsarlo. Rehabilita Córdoba (RECO), en la que están colegios profesionales, asociaciones, empresas de suministro y administraciones, denuncia «la inoperancia» de esta infraestructura que proviene de un plan especial aprobado hace quince años y los «graves perjuicios» que está generando en el «desarrollo de la promoción inmobiliaria», tanto a las empresas promotoras como a los adquirientes de una vivienda. RECO pone en «tela de juicio» su «viabilidad técnica y económica».

Cuando esté operativa, la recogida neumática sustituirá a los contenedores en la calle y con ella los residentes en barrios nuevos depositarán la basura en unos locales instalados en su bloque, desde donde será aspirada por unas conducciones y llevada a una planta.

Desglose

Para hacerse una idea de cómo repercute el coste de la recogida neumática en el comprador de una vivienda, hay que tener en cuenta dos variables. Por un lado, y según explica RECO, la ejecución de la red de transporte, la que va de los bloques a la central en la que acabará la basura. De esa red se encarga la junta de compensación (propietarios de los terrenos) cuando realiza la obras de urbanización y su coste es el 10% del presupuesto de las mismas. Ese gasto se traduce en una aportación media de 1.200 euros por vivienda. Por otro lado, está la valvulería mecánica y eléctrica de los cuartos de basura que hay que instalar en cada edificio y que sufragan los promotores. Esa valvulería, según los cálculos de RECO, cuesta 70.000 euros que, con la obra civil, se elevan a 100.000 o 120.000, que, divididos entre 40 pisos que puede tener un bloque, dan como resultado unos 3.000 euros que se repercutirán en el precio final. La cantidad varía en función del número de viviendas y de si necesita dos recintos para la basura o uno. En la vivienda de protección oficial, y según fuentes de RECO, el problema se agrava para los promotores al tener el precio tasado y no poder subirlo, lo que les impide recuperar lo gastado.

Inversión «enterrada»

RECO denuncia que «hay una inversión enterrada de 20,3 millones» -dinero gastado en el sistema- y «un déficit de inversión a realizar» por valor de 7 millones -cifra que cree que pueden costar las dos centrales que faltan- para que el sistema funcione. La asociación tiene claro que cuando estén las dos centrales, la red no funcionará por haber estado en desuso y habrá que invertir más en adecuarla. El problema es, según RECO, que para sustituir las instalaciones hay que levantar las calles.

RECO plantea una larga lista de preguntas en relación al sistema y quiere saber por qué se cambió la ubicación de la central de Turruñuelos, que iba en la Ciudad Jardín de Poniente 3, ya que su reubicación encarece el plan al tener que desviar tuberías. También desea saber quién pagará el sobrecoste de las centrales si los avales admitidos y depositados hasta el anterior mandato no bastan y por qué, a pesar de ser una infraestructura más, no se ha recepcionado ni está en servicio en los planes urbanizados. Otra cuestión que le inquieta es el papel de Ros Roca, adjudicataria del sistema. RECO se pregunta si «es viable» la puesta en servicio de una red de transporte «que ha estado en desuso» en algunos casos hasta más de seis años; si «es racional» seguir implantando «con este panorama tan incierto» la red en sectores sin desarrollar, y si es «justo» que «el último de los agentes en todo este proceso sea el que asuma los gastos sin tener un servicio a cambio».

Ros Roca tiene un contrato con Urbanismo desde el 2007, cuando se le adjudicó la implantación de la recogida neumática. El director de proyectos de Ros Roca, Francisco Hinojosa, asegura que se sigue trabajando en el sistema, al que «le queda poco», ya que «lo difícil está hecho». Respecto al deterioro de la red por el desuso, aunque reconoce que «ha nacido para funcionar y no para estar parada», asegura que «no está del todo dañada» y que «no está perdida, se puede recuperar».

Recursos | Los promotores se plantean interponer demandas

El despacho de abogados de Mora&Carrasco está estudiando la posibilidad de emprender acciones judiciales que «eviten a los promotores inmobiliarios tener que asumir el coste de implantar el servicio de recogida neumática». El despacho, que representa a varios clientes que padecen este problema, considera los costes «estériles e innecesarios» al no haberse puesto en servicio el sistema, que ha quedado «obsoleto y muy perjudicado por el nulo mantenimiento en el transcurso de los años», lo que, a su juicio, podría derivar «en una más que posible responsabilidad patrimonial de la administración» en una doble vertiente. Por un lado, ante el promotor que abona unos 120.000 euros por edificio a Ros Roca, «a la que tiene que adquirir la maquinaria necesaria a sabiendas de que quedará arcaica y deteriorada» por falta de mantenimiento «so pena de la no concesión de licencias de primera ocupación». Por otro, ante el comprador del piso. En este sentido, asegura que «cada vez son más los que solicitan el asesoramiento de este despacho sobre la posibilidad de reclamar por un servicio que han pagado pero no disfrutan».

CLAVES115.694 metros de tuberías puestas

Más de 15.000 metros de tuberías son los instalados dentro de la red de transporte en los barrios de Ciudad Jardín de Poniente 1 (Arruzafa), Cortijo del Cura, Turruñuelos (Hipercor), San Rafael de la Albaida Norte, Huerta de Santa Isabel Este y Poniente Sur (Zoco), en los que habrá 14.404 viviendas, según un informe de Urbanismo del 2017, el último hecho público.

Más de 20 millones gastados

La recogida neumática ha costado ya más de 20 millones, de los que 16,3 se han invertido en los barrios a los que dará servicio la central de Turruñuelos y los 3,9 gastados en el plan parcial del Zoco, según el diagnóstico del 2017 de Urbanismo. Aún quedan por hacer las dos centrales, imprescindibles para que el sistema funcione, ya que sin ellas la basura no llegará a ningún sitio.

Una central de más de 10 millones

La primera central dará servicio a 10.000 viviendas de Turruñuelos, La Arruzafa, Cortijo del Cura, San Rafael de la Albaida y Huerta de Santa Isabel. Aunque iba en la Ciudad Jardín de Poniente 3, aún sin urbanizar, se reubicó junto al canal en Turruñuelos, donde irá soterrada. El proyecto está redactado y eleva su coste a 10 millones (lo previsto eran 4), con reparaciones de red incluidas.

Dudas sobre el edificio del Zoco

La segunda central, la del O7 (Zoco), dará cobertura a 2.500 viviendas. En principio iba en una zona ajardinada junto a la ronda de Poniente pero después se pensó aprovechar la parte vacía del solar de Mercadona. El presupuesto era de 2 millones que, con la solución planteada en el anterior mandato, se abarataba a menos de uno, pero hubo quejas vecinales y la ubicación está en el aire.

Sin obras no hay licencias

Tras el parón del plan con la crisis, y a través de acuerdos adoptados en el 2012 y 2016, Urbanismo permitió a los promotores avalar maquinaria, valvulería, acometidas exteriores y obras complementarias, pero desde el 2017 ya no es posible y deben ejecutar las obras si quieren lograr la licencia de primera ocupación. Urbanismo tiene 3 millones de avales.