El consejo rector de la Gerencia de Urbanismo, que se celebrará el próximo miércoles, tomará una decisión que permitirá dar más uso al edificio de Caballerizas. La Gerencia de Urbanismo tiene previsto iniciar los trámites para modificar el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Córdoba (Pepchc) para que la primera planta del edificio principal de Caballerizas se convierta en museo.

La modificación urbanística para adecuar la primera planta de la cuadra principal con el fin de lograr un espacio expositivo y de creación artística implica realizar un cambio en la ficha del plan que afecta a este bien patrimonial, que ahora mismo pertenece al Ministerio de Defensa pero que pronto pasará a manos del Ayuntamiento de Córdoba mediante expropiación. Este es el primer paso que da la Gerencia de Urbanismo para dotar de contenido el edificio tras su adquisición. El organismo municipal considera necesario ese retoque de fichas tras las investigaciones arqueológicas y estudios realizados entre el 2003 y 2009, que aportan nuevos datos sobre el inmueble.

Tanto el Alcázar como Caballerizas forman parte de un plan especial a medio tramitar, el Alcázar-Caballerizas, que quedó parado hace una década y que define las actuaciones que se pueden llevar a cabo en ambos edificios históricos cuando esté aprobado definitivamente. Una de las propuestas del plan especial era "destinar la planta alta de la cuadra principal del edificio de Caballerizas Reales para el uso expositivo, constituyéndose como la gran sala museística de la ciudad".

Mientras llega la aprobación definitiva de ese ambicioso plan, Urbanismo ha optado por modificar el Pepchc para poder dar uso a un espacio que ya fue rehabilitado por el organismo municipal junto a otras estancias de Caballerizas durante la década pasada, antes de la crisis. Según consta en el expediente del servicio de Planeamiento, con la redacción actual de la ficha "no se tuvieron en consideración las necesidades intrínsecas del equipamiento específicamente cultural que ahora se persigue implantar". También se tendrá en cuenta en la nueva ficha la existencia de "un portillo abierto en la muralla" y de "un corredor abovedado que une las plantas bajas del Alcázar y de Caballerizas".

El plan que no se llegó a aprobar de forma definitiva, entre otras actuaciones, contemplaba la eliminación de la avenida del Alcázar para volver a acercar los jardines al río. El documento urbanístico fue polémico porque no cubría todas las expectativas del sector ecuestre, que quería lograr más espacio del previsto para el centro internacional del caballo y para ello era fundamental la huerta de Caballerizas. Los vecinos del Alcázar Viejo, por su parte, pedían equipamientos para el barrio. Sin embargo, el plan no permitía construir más allá de la huella de las edificaciones que ya hay en la huerta. El debate estuvo también en autorizar o no que los caballos estabulasen en la huerta, ya que el plan planteaba que estuvieran en otro recinto junto al zoo y llegasen allí diariamente para las actividades previstas, propuesta que el sector ecuestre no compartía.